LIBRARY OF PR1NCETON
JUL 1 6 2003
THEOLOGICAL SEMINARY
PER BR7 .V54
Vida y pensamiento.
1
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the Internet Archive
in 2014
https://archive.org/details/vidaypensamiento162semi
íinario Bíblico
noamericano
msamiento
Vol 16,2
Vida y pensamiento es una publicación semestral del Seminario Bíblico
Latinoamericano (SBL), institución teológica-pastoral de carácter
interdenominacional e internacional. En esta revista se ponen a
disposición de las instituciones afines, y de los cristianos estudiosos en
general, los aportes de miembros de esta comunidad. Los autores se
hacen responsables por el contenido de sus respectivos artículos, los cuales
no necesariamente reflejan una postura oficial del SBL.
Director invitado: Arturo Piedra
Edición: Elisabeth Cook
Corrección y diagramación: Anna L. Beveder
Se solicita canje de publicaciones a instituciones y editoriales.
Hecho el depósito de ley.
Apartado 901-1000 San José, Costa Rica
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205
Vida y pensamiento vol. 16,2 (noviembre 1996)
San José, Costa Rica: Seminario Bíblico Latinoamericano, 1981
v. 24 cm
Publicación semestral
ISSN: 1019-6366
1 . Teología - revistas. I. título.
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pensamiento Vo¡ 16 2
vida y pensamiento lo,2
3
Presentación
El congreso protestante que se celebró en Panamá en 1916
marcó en gran medida el futuro de la presencia evangélica en
América Latina. Fue la generación actual, y no la que organizó el
evento, la que vio cumplirse el gran sueño de ver al protestantismo
convertido en una fuerza legítima latinoamericana. Con todas las
inconsecuencias y errores que pueda mostrar un movimiento
religioso, hay casi nadie niega que las iglesias protestantes son
parte y parcela de la vida de los latinoamericanos. Pero este proceso
no fue fácil y requiere ser analizado de manera critica, con más
razón en una confesión que considera la reforma como un proceso
siempre abierto y en marcha (Iglesia reformada siempre
reformándose). Por eso es que a ochenta años de Panamá,
ofrecemos una serie de artículos que evalúan y presentan distintas
facetas del encuentro del protestantismo con el mundo
latinoamericano.
Frente a la vieja queja católico-romana de que los protestantes
estaban invadiendo una región cristianizada, los protestantes
siempre esgrimieron el contrargumento del abandono y la suerte de
las culturas indígenas. De allí la importancia de la óptica
contemporánea que al respecto plantean Julián Guamán e Ismael
León. Las celebraciones del quinto centenario de la llegada de
Cristóbal Colón a estas tierras, puso otra vez en el tapete de la
discusión, el daño irreversible que la conquista española significó
para las culturas originarias. Se hizo manifiesto el papel nefasto
4
vida y pensamiento 16,2
la Iglesia Católica al optar por el proyecto español en detrimento
de la vida y cultura de los indígenas. Pero en este contexto ninguna
de las otras expresiones exógenas de la religión en América Latina
escapó a la crítica.
El protestantismo es cuestionado no como co-responsable
genocidios, pero si como instrumento del proyecto neocolonial, tan
cruel o quizás peor que el modelo colonial español. Julián analiza
el establecimiento de la religión protestante entre los quichuas del
Ecuador, e Ismael llama, a partir de la experiencia de Bolivia, a la
reflexión interreligiosa entre las religiones ancestrales y el
cristianismo. A pesar de lo crítico del ensayo, Julián no duda en
admitir que los quichuas experimentaron en sus propias vidas
elementos utópicos o liberadores del protestantismo. Ismael, por
su parte, cree que el reconocimiento y el respeto de las diferencias
de los distintos sistemas religiosos es vital para el diálogo
interreligioso.
El reconocimiento del protestantismo fue un proceso lento que
se abrió con la confrontación de la Iglesia con los estados liberales,
para quienes la libertad religiosa era un asunto fundamental en el
desarrollo de estos pueblos. Los abogados Hermengildo Méndez y
Raúl Zaldívar ilustran mucho en este respecto. La llegada del
protestantismo a la región está muy relacionada con la controversia
decimonónica del Estado liberal y la Iglesia Católica. Las luchas de
los liberales por una iglesia que no obstruyera el proyecto de la
modernización, debilitó el monopolio religioso de la Iglesia Católica
e hizo posible la aparición de constituciones políticas más generosas
con quienes abrigaban otras creencias religiosas. Ambos autores
describen cómo se fueron dando las condiciones jurídicas para la
entrada de las ideas protestantes en Guatemala y Honduras
respectivamente. La meticulosidad de Méndez con los datos de
las cartas magnas se combina muy bien con el interés de Zaldívar
en preguntarse sobre el desafío actual de un estado neoliberal.
En este contexto de las controversias Iglesia-Estado encaja el
artículo de Catalina Santos. Ella nos ubica en el Perú, donde el
protestantismo recientemente adquirió relevancia pública, a raíz
vida y pensamiento 16,2
5
de la participación política de algunos de sus líderes
denominacionales, especialmente en la campaña política que llevó
a Fujimori al poder. Aunque el enfoque de Catalina no llega al Perú
actual, ofrece, sin embargo, una panorámica histórica y una
caracterización del protestantismo, en las que destacan las
posibilidades que fueron abriéndose a la presencia protestante en
el país.
Roberto Saravia y Jaime Prieto nos traen a los tiempos recientes
con el reto que significó la revolución centroamericana para las
iglesias protestantes. Hablar de que las iglesias no pueden evadir
la realidad de una sociedad que las afecta es un lugar común; no
hay organizaciones inmunes a las crisis políticas y económicas.
Ambos estudios tienen en común la valoración de las repercusiones
socio-políticas de las últimas dos décadas en la vida de las iglesias
protestantes centroamericanas. Jaime presenta un análisis de las
Consultas Anabautistas de Centro América y Panamá (CAMCAS),
y muestra cómo las preguntas del medio secular fueron siendo de
interés de los menonitas, y de cómo la pastoral y la teología de la
iglesia se sintió desafiada positivamente. El análisis de Roberto
apunta a lo mismo pero en un sentido inverso, es decir desde una
óptica negativa: la realidad política salvadoreña contribuyó a la cri-
sis y división de las iglesias bautistas de la AVES. El liderazgo
bautista, según deja entrever el autor, pagó el precio de no saber
mantener la distancia entre sus preocupaciones políticas y las
opciones políticas partidistas.
Dentro de las expresiones modernas del protestantismo destaca
su carácter pentecostal y el papel que las mujeres juegan en él.
Aquí es importante el trabajo de Concepción León. El rostro del
protestantismo latinoamericano es femenino y su identidad
denominacional es predominantemente pentecostal. No puede faltar,
por eso, un estudio que toque esa realidad. La autora provee un
estudio de caso sobre el papel de la mujer en una de las iglesias
pentecostales más grandes de México, la Iglesia Apostólica de la
Fe en Cristo Jesús (IAFC). Este estudio aborda un hecho que se
observa a simple vista, y es de que la vida y dinámica de las iglesias
protestantes descansa mayormente sobre las espaldas de las
mujeres.
6
vida y pensamiento 16,2
Otra de las facetas actuales del protestantismo es el interés que
las iglesias están mostrando sobre el trabajo de misiones. Hay
sectores dentro del protestantismo latinoamericano que están
convencidos de que el continente no sólo está dejando de ser una
región exclusivamente receptora de misioneros, sino que es en la
actualidad una región que envía misioneros a distintas partes del
mundo. España es una de esas zonas a las que se están enviando
misioneros protestantes. El país que trajo la religión católica a este
continente es ahora objeto de evangelización por parte de los
evangélicos latinoamericanos. A esto responde el ensayo de Julio
Díaz, quien sin desvirtuar este sentimiento, plantea la realidad que
todo misionero debe tener en cuenta antes de llegar a España.
Antes de desanimar, el artículo informa y reta.
Las crisis sociales serán siempre de interés para los protestantes,
aunque en la práctica las iglesias las han obviado. Jesucristo no es
sólo Salvador, sino también Señor de la historia, y esta es la idea
que subyace en el artículo de Francisco Limón, sobre el Movimiento
Zapatista de Liberación Nacional. Este escrito rescata el sentido
teológico cristiano del movimiento zapatista y enlaza los valores
del cristianismo con los rasgos e ideales que definen este
movimiento.
El artículo de Ross Kinsler se orienta hacia la educación teológica
como centro de la renovación de las iglesias evangélicas. La prueba
de fuego del protestantismo latinoamericano es la educación
teológica, concretamente su reflexión y vivencia de la fe a partir de
las preguntas que emergen de este contexto. Es un tema que ha
sido de gran interés para Ross, quien nos apela en esta ocasión
con interrogantes y planteamientos muy interesantes. Para los
protestantes, dice el autor, la educación teológica, en sus diversas
expresiones formales y no formales, es algo esencial y no periférico.
Finalmente mi artículo pretende dar una panorámica de algunos
de los aspectos más importantes que caracterizan la relación iglesia
y sociedad en América Latina. Es un intento por precisar la
necesidad y sobre todo la responsabilidad que hoy tienen las iglesias
protestantes de tomar más en serio el mundo como realidad de la
vida y pensamiento 16,2
7
acción de Dios. El continente sigue experimentando grandes
transiciones a todo nivel, como consecuencia de su reordenamiento
geopolítico y económico, pero cualquiera que sea su conformación
social, las iglesias y los cristianos tendrán que decidir si quieren
ser sal y luz en el mundo o, simplemente, figuras irrelevantes en la
sociedad.
Arturo Piedra Solano
Director invitado
8
vida y pensamiento 16,2
Orígenes e importancia
del Congreso de Panamá
Arturo Piedra Solano
El 1 0 de febrero de 1 91 6 se abrieron las sesiones del Congreso
de Panamá, que es como se conoce a la primera conferencia
religiosa en la que se discutió formalmente la evangelización
protestante de las naciones latinoamericanas. Con él se dio inicio
a un proceso que permitió superar el bloqueo de las limitaciones
que imponía el control religioso de la Iglesia Católica, así como las
dudas que le impedían a las sociedades misioneras protestantes
implementar su presencia en estas tierras. En este sentido e
independientemente de sus resultados, el Congreso resultó ser un
verdadero hito.
1 . El papel del CCLA
Para hablar del Congreso de Panamá hay que referirse primero
a la organización que soñó y organizó el evento, es decir al Comité
de Cooperación en América Latina (CCLA). Figuras muy
importantes del movimiento misionero protestante estadounidense,
como John R. Mott y Robert Speer, fueron claves en su formación.
Arturo Piedra es profesor del SBL.
vida y pensamiento 16,2
9
El origen del CCLA está relacionado con el Congreso de
Edimburgo de 1910, aunque pueda parecer irónico y paradójico,
dado que allí se boicoteó la idea de los norteamericanos de que se
reconociera esta región como un campo misionero del
protestantismo. Los anglicanos, especialmente los anglo-católicos,
se encargaron de que ello sucediera, al condicionar su participación
hasta que no se abandonara la intención de introducir a América
Latina como parte de la agenda del Congreso de Edimburgo. Sin
embargo, parte de la delegación norteamericana que estuvo allí es
la que va a diseñar el CCLA en 1913. Lo paradójico es entonces
obvio: en el mismo evento donde se excluyó América Latina, se
consolidó a la vez la evangelización que se iría a articular a partir
de 1916.
La conexión CCLA-Edimburgo fue destacada por Speer en la
23 Asamblea de la Conferencia de Misiones Extranjeras de
Norteamérica celebrada en 1 91 6. Allí se informó que el CCLA había
surgido primero de la reunión que en 1913 había convocado el
Comité de Referencia y el Consejo de las Misiones Extranjeras de
Norte América. En esa reunión se nombró un comité que más tarde
vino a ser conocido oficialmente con este nombre del CCLA. Speer
entendió su aparición como parte del cumplimiento de un
compromiso que se adquirió en Edimburgo, al que catalogó como
"el primer paso hacia el cumplimiento de esa promesa".1
La reunión formal que dio a luz el nacimiento del CCLA se celebró
en Nueva York en 1913, siendo asistida principalmente por
representantes de aquellas juntas misioneras protestantes que ya
tenían obreros en América Latina. Su origen se presentó como
algo sorpresivo e inesperado.2 El comité original estuvo compuesto
por Robert Speer como presidente, L.C. Barnes, Ed. F. Cook, Will-
iam F. Oldham y John W.Tood. El objetivo del Comité fue muy claro:
"tratar con el tema del trabajo en América Latina y especialmente
con el asunto de la cooperación, y exponer a las Juntas misioneras
lo que se pensaba de ello".3 Desde esta reunión se hizo evidente
la determinación de valorar este continente como tierra fértil para
la expansión del protestantismo.
10
vida y pensamiento 16,2
Una de las primeras acciones importantes del CCLA fue el envío
de una carta, fechada el 14 de febrero de 1914, a todos los
misioneros que estaban trabajando en la región, en la que se
informaba sobre los siguientes tres puntos: Primero, sobre el
propósito y programa del CCLA; segundo, sobre la intención de
sondear la opinión de los misioneros acerca de la celebración de
dos conferencias regionales; tercero, sobre la importancia y la
naturaleza de estas conferencias.
Después de esta iniciativa se celebraron distintas reuniones que
avalaron la formalización y el crecimiento administrativo del CCLA.
Ya para setiembre de 1 91 4, el CCLA estaba convocando su primera
reunión en la que estuvieron representantes de 15 Juntas
misioneras. En esa reunión se nombró oficialmente el comité,
eligiéndose al Dr. Robert Speer como presidente, al Dr. William F.
Oldham como vicepresidente, y al Dr. Lemuel C. Barnes como
secretario. Fue precisamente en esta reunión donde se acordó la
celebración del Congreso de Panamá.
2. El CCLA y el Congreso de Panamá
El anuncio público del Congreso se hizo en la reunión de la
Conferencia de Misiones Extranjeras de 1915. Un grupo de perso-
nas que luego van a jugar un papel protagónico en el evento
discutieron allí sobre sus planes y aspiraciones con respecto a
América Latina. Entre ellos destacan el Dr. Robert Speer, el Dr.
William Oldham, el Dr. John R. Mott, el Dr. T. B. Ray, el Obispo
Arthur S Lloyd y el Rev. Samuel Guy Inman."
Otra reunión importante en la ruta hacia el Congreso fue la
conferencia sostenida en Caldwell, los días 9 y 1 0 de junio de 1 91 5,
donde asistieron los presidentes de las comisiones, los miembros
del comité ejecutivo y otros más. Para entonces los organizadores
habían recibido respuesta de los cuestionarios que habían enviado
a distintas partes de América Latina.5 En esta ocasión se aprobó la
"Resolución Caldwell", que no fue sino la definición del espíritu que
se quería que permeara el Congreso de Panamá:
vida y pensamiento 16,2
11
Se resuelve que esta Conferencia recomiende fuertemente
a todos aquellos que están haciendo arreglos para el
Congreso de Panamá, lo mismo que a los oradores y
escritores del Congreso, tener en mente que lo que se busca
es obtener los mejores y más permanentes resultados,
mientras se enfrentan con franqueza condiciones morales y
espirituales los cuales demandan el trabajo misionero en
América Latina. Por otro lado se quiere presentar el evangelio,
el cual nosotros sostenemos que es la única solución
adecuada a los problemas que estas condiciones presentan.
Entre los propósitos de la Conferencia de Panamá está el
reconocer todos los elementos de verdad y bondad que
existen en cualquiera de las formas de la fe religiosa. Nuestro
acercamiento a la gente no será de crítica ni de antagonismo,
sino que será inspirado en las enseñanzas y ejemplo de
Cristo... En lo que respecta al servicio cristiano, nosotros
damos la bienvenida a la cooperación de cualquiera que está
dispuesto a contribuir en cualquier parte del programa
cristiano. Nosotros no demandamos una unión con todo
nuestro trabajo... 6
En 1915, entre más se aproximaba el evento, todavía no se tenían
respuestas a algunas preguntas sobre la naturaleza del Congreso.
Habían muchas dudas al respecto. Se pensaba que había que definir
sus objetivos de tal manera que causara la menor sospecha y
preocupación a quienes no estaban seguros de su importancia. Al
calor de esta inquietud se adopta la siguiente declaración:
Teniendo en cuenta la creciente interdependencia de las
civilizaciones del mundo, y especialmente de aquellas del
Norte y de América Latina, como también de éstas con la del
continente europeo, el Congreso de Panamá fue convocado
con los siguientes propósitos:
Primero: Obtener un mayor y preciso conocimiento mutuo de
la historia, recursos, logros e ideales de los pueblos que están
cercanamente asociados en sus negocios y vida social.
Segundo: Poner de manifiesto el hecho de que los países
pueden servirse mutuamente unos a otros, aportándose lo
12
vida y pensamiento 16,2
mejor de sus civilizaciones.
Tercero: Conocer y diseñar medios para corregir defectos y
debilidades de carácter, dado que pueden ser obstáculos para
el crecimiento de las naciones.
Cuarto: Unirse en un propósito común para fortalecer las
fuerzas morales, sociales y religiosas que están ya trabajando
para el mejoramiento de estos países... Quinto: Descubrir los
principios fundamentales sobre los cuales depende la
verdadera estabilidad y prosperidad nacional, y considerar
formas por medio de las cuales puedan ser efectivamente
puestos en práctica.7
Declaraciones como éstas y la de Caldwell indican claramente
la mentalidad abierta de sus organizadores. Esta actitud se va
confirmar con la amplitud de los términos doctrinarios que se
requirieron para participar en el Congreso:
Todas los comuniones y organizaciones que acepten a
Jesucristo como el Divino Salvador y Señor, y las Sagradas
Escrituras del Viejo y Nuevo Testamento como se revela en
la Palabra de Dios, y cuyo propósito es hacer que la voluntad
de Cristo prevalezca en América Latina, están cordalmente
invitados a participar en el Congreso de Panamá, y serán
muy bienvenidas.8
3. Resultados de Panamá
El optimismo en los alcances del Congreso prevaleció en quienes
siguieron de cerca su realización. Para Charles Thompson, por
ejemplo, fue como el punto de partida para corregir el fracaso del
cristianismo en la región. La Conferencia, en su opinión, comenzó
un proceso que, por un lado, le daría al continente lo que
religiosamente se le negó en el pasado; es decir, "un tipo de vida y
una herencia de verdadera reforma"; por otro lado, vendría a
confrontar el fracaso de 50 años de misión protestante en
Latinoamérica".9
vida y pensamiento 16,2
13
Dado su aporte en muchos aspectos, las consecuencias
positivas del Congreso no puede ser medidas solo en términos
cuantitativos. Por ejemplo en el plano psicológico contribuyó mucho
a fortalecer el ánimo de los obreros nacionales y en especial de los
misioneros protestantes, quienes por su origen anglo-sajón, siempre
se sintieron perseguidos por el fantasma que les recordaba su
carácter foráneo y la ilegitimidad de su trabajo.
Esto mismo lo afirmaba, Samuel G. Inman, otra de las grandes
figuras del CCLA, en su etapa inmediatamente posterior al
Congreso. En una de sus cartas que le escribió a Speer en 1917
desde República Dominicana, Inman expresó: " En términos gen-
erales, las condiciones en América Latina han cambiado
rápidamente para el trabajo protestante desde la celebración del
Congreso".10 Según Inman el Congreso de Panamá definió de una
vez y por todas, las cuestión de la legitimidad del trabajo de las
misiones evangélicas en América Latina, y su contribución al
bienestar de estas naciones.11 El Congreso ayudó a consolidar el
trabajo protestante, confirmando así que la era de un continente,
misionológicamente abandonado, había definitivamente pasado a
la historia.
Pero la influencia del Congreso se puede ver más efectivamente
en las siguientes tres áreas: (1 ) en el despertar de la conciencia de
los cristianos de los Estados Unidos con respecto a la necesidad
de promover el trabajo protestante en América Latina; (2) en la
mayor cooperación que se dio entre las diferentes sociedades e
iglesias protestantes; (3) y en el desarrollo institucional de
Protestantismo en la región.
Con respecto a lo primero algunos misioneros esperaban que
el Congreso les ayudaría a lograr uno de sus objetivos más
importantes, cual era la movilización de sus conciudadanos en Norte
América.12 Los resultados al respecto no se hicieron esperar. Dos
meses después del Congreso, una importante revista misionera
llamaba la atención, sobre la necesidad de tener reuniones en los
Estados Unidos para discutir los problemas religiosos de América
Latina. El artículo titulado "Después del Congreso" comentó esto
así:
14
vida y pensamiento 16,2
Se desea en gran manera que se organicen una serie de
reuniones públicas en los Estados Unidos para diseminar el
mensaje y la influencia del Congreso entre las iglesias, así
como las conferencia regionales en América Latina
extendieron sus beneficios. ¿Acaso no es el tiempo para que
se preparen libros de textos sobre lo que es el Catolicismo
Romano? ¿Sobre sus enseñanzas y prácticas peculiares?
Pocos son los cristianos que en las tierras protestantes
entienden esta Iglesia y la influencia práctica que ejerce en
asuntos personales, sociales y políticos.113
En esta misma línea los dirigentes del CCLA fueron claros en
argumentar que uno de los servicios más grandes del Congreso,
fue hacer que las sociedades misioneras en los Estados Unidos,
llegaran a pensar de América Latina, en su totalidad, como una
parte del trabajo misionero protestante.14 Otro de los grandes logros
que se le atribuyeron al Congreso fue la promoción de relaciones
de respeto entre las misiones y las iglesias, y el deseo de
cooperación mutua.
El liderazgo del CCLA siempre estuvo convencido de que las
misiones solo harían progresos, toda vez que ellas fueran capaces
de involucrarse en un proceso de unidad y cooperación. Por eso es
que el acuerdo de división territorial de la región entre las misiones
protestantes se presentó como un gran paso hacia adelante. Antes
de la formación del CCLA y del Congreso de Panamá, solo en
Puerto Rico las misiones se habían puesto de acuerdo sobre una
división territorial. El evento en realidad fue exaltado por su gran
espíritu de unidad.15 Finalmente el desarrollo institucional de las
misiones protestantes fue otro de los ejemplos que evidenció el
progreso que se había hecho en América Latina.
El reconocimiento internacional, por parte de las instancias
ecuménicas, que en el futuro recibirían las Iglesias Protestantes
de esta zona, se debió en mucho al trabajo del CCLA. A la luz de
todo lo dicho anteriormente hoy nos resultan ciertas las palabras
de Stanley Rycroft cuando dijo en 1 942 que al escribirse la historia
vida y pensamiento 16,2
15
del trabajo protestante en América Latina, los cristianos se
percatarían del papel importante que jugó el CCLA.16
En síntesis, la presencia protestante, después del Congreso de
Panamá, comenzó un proceso ascendente en lo que respecta al
reconocimiento de los protestantes latinoamericanos. Estrategias
de sociedades misioneras, más que iniciativas individuales como
había sido lo usual en el pasado, sería lo que en adelante privaría
en el trabajo protestante.
Notas:
1 . Robert Speer, "The Congress on Christian Work at Panamá".
Foreign Missions Conference of North América 23rd Confer-
ence (New York, 1916).
2. "Nadie tenía claro lo que podía salir de esa conferencia. Sin
embargo en los últimos 15 minutos, cuando parecía que se
estaba llegando al final sin provisión alguna para la continuidad
de su trabajo, apareció, con absoluta espontaneidad, la idea
del nombramiento de un comité más amplio que pudiera
representar la mayoría de agencias misioneras interesadas en
este campo misionero. Ibid.
3. "The Inception and History of the Congress" Christian Work
in Latin America, Vol. 1. Being the Reports presented to the
Congress in Panamá (New York, The Missionary Education Move-
ment, 1916). p.9.
4. Idem, p. 16.
5. La respuesta de hecho había sido muy positiva. Chile fue un
ejemplo de lo esperanzador que se veía el Congreso de Panamá.
Ellos enviaron más de 100 páginas sobre el estado de la
educación en Chile.
6. "The Inception and History of the Congress" Op.Cit. p.16.
7. Ibid, p. 19.
8. Idem.
9. Charles Thompson, "The Latin American Congress" The Mis-
sionary Review of the World, (Noviembre de 1915) p. 826.
16
vida y pensamiento 16,2
10. "Carta de Inman a Robert Speer desde la República
Dominicana". Archivo del CCLA en el Seminario Unión de Nueva
York.
11. Samuel G. Inman, Christian Cooperation in Latin America:
Report of a visit to México. 1917, p.1. Archivo del CCLA en el
Seminario Unión de Nueva York.
12. Paul Burgess, misionero presbiteriano en Guatemala, fue
uno de los que añoraron esto: "No hay duda de que el Congreso
despertó en gran medida a las iglesias en los Estados Unidos
con respecto a la importancia de hacer un buen trabajo en
América Latina. Las necesidades de los países latinoamericanos
serán considerados como nunca antes, y la infante iglesia del
Sur y Centro América hará bien unir sus esfuerzos y oraciones
con las iglesias que están dispuestas a contribuir al
cumplimiento de sus ideales. Paul Burgess, Guatemala News,
Vol. IX, Abril 1916, Microfilms sobre la Iglesia Nacional
Presbiteriana de Guatemala, Roll, No. 15.
13. "After Panamá Congress" The Missionary Review of the
World, April 1916, p. 245.
14. CCLA, "Coordination in Twenty One Countries", 1930
Documento del CCLA.
15. "Obispos de Norte América se abrazaron con laicos en los
salones donde se celebraron las sesiones. Mientras que fueron
solo los más expresivos Latinos quienes se abrazaban unos a
otros. Ellos y los serios y fríos delegados de Nueva Inglaterra
se relacionaron como familia. En otras palabras, si solo hubieran
habido estos diez días de comunión cristiana, la celebración de
la asamblea se habría justificado completamente. Críticos o
dudosos observadores católicos debieron haberse sentido
internamente obligados a testificar de este grupo de líderes:
¡Miren como ellos se aman ! Lo mismo habría dicho la gran
masa de panameños". Harlam P. Beach. Renaissant Latin
America, Missionary Education Movement of the United States
and Canadá, New York, 1916, p.140.
16. Stanley Rycroft, Sobre este fundamento: realizaciones y
oportunidades de la obra evangélica en América Latina. (Buenos
Aires, 1944), p. 111. Rycroft fue un misionero británico que
trabajo en el Perú bajo los auspicios de la Iglesia Libre de
Escocia. Laboró por 14 años (1926-1940) como maestro en el
Colegio Anglo-Peruano. En 1940 le tocó sustituir al Dr. Samuel
G. Inman, como secretario ejecutivo del CCLA.
vida y pensamiento 16,2
17
Protestantismo misionero
entre los quichuas
Julián Guarnan Gualli
Introducción
Actualmente los indígenas evangélicos constituyen la mayoría
de los protestantes ecuatorianos; es una fuerza que se ha
organizado a nivel local, regional y nacional para tener presencia y
participación en la sociedad. El tipo de protestantismo que se
estableció entre los quichuas tiene un origen conservador y
fundamentalista, que estuvo relacionado principalmente con el
trabajo de la Unión Misionera Evangélica (Gospel Missionary Unión).
El tipo de evangelización que se implemento contribuyó a la
desvalorización de la cultura autóctona y al fomento entre los
creyentes de una mentalidad dualista y alienada de la realidad.
Pese a ello, la cultura quichua viene recuperándose mediante sus
formas organizativas y políticas de carácter reivindicativo y de
autodeterminación.
Julián Guamán es ecuatoriano, graduado del Programa de
Licenciatura en Teología en el SBL y actualmente es profesor
en el Centro Indígena de Estudios Teológicos del Ecuador.
18
vida y pensamiento 16,2
1. Sociedades prehispánicas,
conquista europea y catolicismo
Las raíces históricas de los pueblos son parte de su memoria
colectiva. Conocerlas es recuperar una identidad que anima el
presente y ayuda a construir el futuro de una familia, un pueblo y
una nación. Por ende, iniciamos reflexionando sobre el trasfondo
histórico.
Antes de la conquista incásica las poblaciones del Ecuador
estaban conformadas y organizadas bajo el sistema de señoríos
étnicos,1 distribuidos en la sierra, la costa y la Amazonia. Un señorío
étnico funcionó como nexo centralizador económico y político. El
tributo basado en la fuerza laboral se destinaba para el cultivo de
maíz, construcciones y servicios. A su vez, la economía doméstica
se basaba en el sistema agrícola acorde a los pisos ecológicos y
en la elaboración del tejido. La distribución de bienes y servicios
era propio de algunos comerciantes (midalaes).
Estando en esta dinámica y proceso de transición organizativa,
los señoríos étnicos fueron conquistados por el Estado Inca
(Tawantinsuyu). Los Incas establecieron su sistema político
organizacional, económico y religioso2 que lejos de oponerse al
sistema de señoríos, terminó fortaleciéndolo. La resistencia de los
señoríos étnicos, obligó a la élite y la burocracia inca a negociar
pacíficamente. Los incas no sólo respetaron la religión, la economía
y la cosmovisión local, sino que enseñaron nuevas técnicas de
cultivo, tejido, arte y construcción.
También muchas de la técnicas agrícolas y textiles fueron
sabiamente asimiladas por parte del Estado Inca a fin de difundirlas
en otros sectores del imperio. Esta era una de las formas de valorar
el conocimiento de los pueblos conquistados. El Estado Inca se
apropió del concepto y práctica de reciprocidad de los señoríos y
los desarrolló ampliamente.
vida y pensamiento 16,2
19
A cambio del uso de tierras, semillas y lana, los pobladores
trabajaban y tejían para el Estado y su religión; el Estado, por su
parte, les correspondía con beneficios y seguridad.3 Pese a su corto
período de presencia en las tierras del actual Ecuador (1460-1 535), 4
el Estado Inca se preocupó por el bienestar social mediante la
provisión de alimentos en tiempos de sequía y escasez, el cuidado
de viudas, ancianos, huérfanos y enfermos.
2. Colonización
y cristianismo católico romano
La invasión europea que se inició en 1492 significó una
imposición que creó un conflicto a nivel ideológico, social, político y
económico.5 Sus concepciones chocaron de plano con el criterio
de totalidad, integralidad, reciprocidad y comunidad, aspectos muy
importantes en el pensamiento y práctica quichua.6 La propiedad
colectiva, el ser humano dependiente de la naturaleza, la finitud de
los recursos naturales, la tierra como heredad y de beneficio
colectivo es propio de las civilizaciones indígenas.7
Los españoles hicieron todo lo contrario al abrirse paso a la
propiedad privada, la acumulación de bienes y sobre todo con la
concepción de la naturaleza y los seres humanos como medios y
objetos de explotación y usufructo. Además de servir en las
encomiendas, minas, batanes y obrajes, los pobladores indígenas
durante la colonia pagaban tributos a la iglesia y a la corona en
especies, trabajo y dinero. Todo fue parte de la evangelización que
sirvió para someter a los pueblos y propagar la fe cristiana.
Todo esto se justificó con una teología que consideró a España
como el "Nuevo Israel", pueblo elegido por Dios para salvar y
someter a "los otros".8 los pobladores de Abya Yala. La negación
del indígena afirmó el complejo de superioridad de los españoles
sobre los indígenas, de quienes incluso llegaron a dudar si tenían
20
vida y pensamiento 16,2
o no alma.9 La función ideológica y legitimadora del sistema que
cumplió la Iglesia fue clave en ese período.
3. Establecimiento
del protestantismo evangélico
Para el tiempo cuando el protestantismo trataba de establecerse
en América Latina, mediante sus agentes colportores y
exploradores,10 se estaban constituyendo en los Estados Unidos
grandes empresas misioneras que más tarde traerían la religión
protestante al sur del continente.
Las misiones que intervinieron en la evangelización de los
quichuas, además de estar moldeados por su ideología y cultura,
respondieron a las categorías políticas y económicas de su propia
nación.11 Los afanes misioneros supieron vincular la doctrina del
"destino manifiesto" con el fundamentalismo teológico.
El triunfo liberal en la política ecuatoriana de 1895 significó el
inicio del desmoronamiento del dominio católico en la nación. El
liberalismo político tuvo siempre vinculaciones con el protestantismo,
al que veía como una influencia positiva para el país.12 En cuanto a
los indígenas los liberales fomentaron la participación del indígena
en la educación laica.13
Durante ese tiempo ya se gestaban las inquietudes críticas
latinoamericanistas que convocaban campesinos, obreros y grupos
indígenas. La apertura ideológica que representó el ascenso de
los liberales al poder permitió en 1 896 el ingreso al país de la Unión
Misionera Evangélica (UME) conocida en inglés como la Gospel
Missionary Unión. Esta misión inició su trabajo misionero en la
comunidad de Caliata en 1902. En 1950 se inauguro el campo
misionero en la comunidad de Pulucate y en 1 953 la comunidad de
Colta se constituyó en un nuevo centro para el quehacer misionero.14
Para estos años, sin embargo, eran poco los resultados que las
sociedades misioneras protestantes habían obtenido.
vida y pensamiento 16,2
21
El discurso anticatólico y antisocialista de los protestantes ayudó
para que esta religión no permeara la sociedad ecuatoriana. No es
sino a partir de 1960 que el trabajo misionero entre los indígenas
comienza a dar frutos.15 La diferencia con el pasado va a radicar
en que el crecimiento va a estar relacionado en el futuro
básicamente a la actividad propia de los indígenas protestantes.
En la década del 70, Ecuador pasó de una economía
agroexportadora basada en el caucho, madera, cacao, café y
banano a una economía basada en el petróleo, generando con ello
la pobreza propia de los problemas que acompañan la migración y
urbanización.16 Es en el marco de esta transición que llegan al
Ecuador una cantidad de organizaciones protestantes: misiones
de fe, iglesias denominacionales y grupos independientes de
diversos orígenes pentecostales. Unos enfatizaron objetivos
evangelísticos proselitistas y de evangelización, otros programas
paternalistas y desarrollistas.17
Mientras tanto el sector indígena seguía para este tiempo siendo
explotado por medio de tributos que eran pagados al terrateniente,
al sacerdote y al representante del Estado. Además de esas cargas,
los indígenas tenían que realizar trabajos en las encomiendas y
huasipungos que eran propiedad del terrateniente. Se entiende
entonces porqué los terratenientes, la iglesia y los dueños de las
cantinas motivaron persecuciones contra los quichuas cuando estos
optaron por el protestantismo. El indígena además de soportar la
explotación, enfrentó la marginación y la discriminación de una
sociedad genocida y racista.18 Es por eso que antes de 1 980 ningún
indígena podía exigir sus derechos a la educación, salud y
participación social.
22
vida y pensamiento 16,2
4. Factores del expansionismo
protestante evangélico
Entre los principales factores que ayudaron al rápido desarrollo
del protestantismo están los efectos de la migración y los elementos
de la cultura quichua, unido las estrategias de evangelización de
las organizaciones protestantes y al atractivo que tiene un
cristianismo basado en la Biblia. Los campesinos que no se vieron
beneficiados por la Reforma Agraria de 1 964 migraron a la costa
ecuatoriana o a las ciudades de Quito y Guayaquil, donde entraron
en contacto con el protestantismo. Una vez asimilada la nueva fe,
los indígenas regresan a sus comunidades de origen para
transmitirla a sus jefes de familia. Para ellos la nueva experiencia
religiosa les presentaba a un Dios que era muy cercano a sus
tradiciones ancestrales: Dios de la familia, de la vida, de la justicia
y de la paz. Tal perspectiva contrastaba con la concepción indígena
del Dios del catolicismo romano que era visto como explotador,
genocida y cruel; de ahí que la propuesta protestante no se
diferenciaba mucho de la cosmovisión indígena.19 Por eso
aceptaron sin muchos reparos el protestantismo, pese a que los
misioneros se quedaban sólo en la predicación de la fe personal y
la salvación del alma.
En cuanto a las estrategias de evangelización el uso del idioma
de los indígenas en el trabajo misionero fue imprescindible.20
Mientras que los elementos culturales indígenas nunca fueron del
interés del criollo ni del mestizo, los misioneros protestantes se
interesaron por darles atención médica, enseñarles a leer y a
escribir, traducirles la Biblia y ofrecerles programas radiales en
quichua. Los protestantes se preocuparon también por la formación
cristiana de los indígenas a través de la fundación de institutos y
seminarios bíblicos.21
El protestantismo levantó la autoestima del indígena que por
siglos había sido avasallado. En esto es importante la valoración
individual que puede tener el mensaje de salvación personal. Por
otra parte la ética evangélica de trabajo, además de las demandas
vida y pensamiento 16,2
23
morales que prohibían el consumo del alcohol y la participación en
las fiestas religiosas, facilitaron el acceso de los indígenas a
opciones como la educación, la construcción de una casa propia y
la adquisición de parcelas de tierras. En otras palabras el
protestantismo incidió en el mejoramiento del nivel de vida del
indígena. Estos factores promovieron la adopción del protestantismo
por parte de los pueblos indígenas.22
5. Crítica al protestantismo
y autodeterminación
No todo fue exitoso en el trabajo de las empresas misioneras
entre los indígenas. Por ejemplo la apreciación protestante de las
tradiciones autóctonas, especialmente la desvalorización de su
cosmovisión, afectó a los indígenas.23 La unión de la ideología del
destino manifiesto con la tradición mesiánica anglosajona ayudó
para que los misioneros se consideraran los representantes del
cristianismo puro y de las libertades civiles. Pero esos efectos no
han tenido consecuencias perennes, ya que en los últimos años
las iglesias quichuas han iniciado un proceso de revitalización cul-
tural.
El prejuicio de superioridad racial del misionero frente al
evangelizando fue típico de los protestantes. En los informes de
los misioneros el quichua se describe como miserable, esclavo del
alcohol y otros vicios, y como un condenado a la perdición; es decir,
el quichua era un no ser.24 El misionero buscaba intencionalmente
distanciarse de los indígenas; el quichua que visitaba al misionero,
por ejemplo, no era invitado a entrar a la casa. Cosas como estas
evidencian la brecha entre el misionero protestante y el quichua
evangélico, y la ausencia de la encarnación del mensaje protestante.
El misionero fue siempre informado por sus superiores que no
debía relacionarse mucho con los quichuas, por ende cuando
realizaba viajes de "evangelización", se cuidaba de los alimentos
ofrecidos por los quichuas. Ellos se limitaban únicamente a predicar
24
vida y pensamiento 16,2
y a proyectar películas. La preocupación por"alma" de los quichuas
era más importante que establecer una amistad genuina con la
vida de ellos. Su trasfondo fundamentalista y dispensacionalista
hizo que los misioneros se opusieran a la educación media y supe-
rior, porque concebían que ello era material y mundano. Esto mismo
contribuyó a la descontextualización de la Palabra de Dios y a la
desconfianza del uso de herramientas sociológicas en la
interpretación bíblica. Estos enfoques no fomentaron el desarrollo
de un espíritu crítico en las iglesias y comunidades indígenas.
6. Proceso organizativo
y proyecto indígena
Pese a todo un pasado religioso que aún se está revisando, los
indígenas protestantes están fortaleciendo las relaciones de
parentesco, y potenciando las redes de reciprocidad. Es decir, ha
creado una conciencia étnica.25 En 1967 la Asociación de Iglesias
Indígenas Evangélicas de Chimborazo (AIIECH) obtuvo el
reconocimiento legal. En los años siguientes distintas iglesias y
comunidades indígenas evangélicas de otras 14 provincias
conformaron, asesorados por la AIIECH, sus propias asociaciones,
adquiriendo finalmente en 1 980 una representación a nivel nacional
a través de la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos
(FEINE).26 Este proceso organizativo se debió fundamentalmente
a la necesidad del indígena de defender sus derechos civiles y
religiosos. El respaldo de una organización se necesitaba para
aspectos como trámites legales, negociaciones con los
terratenientes y en la adquisición de parcelas de tierras.
La discriminación y explotación del quichua por parte del "blanco" -
mestizo era cruel. El indígena, por ejemplo, no podía tomar ciertos
asientos de los buses, porque eran exclusivo de los blancos. Por
esto y muchos otros atropellos, la AIIECri promovió la creación de
una Cooperativa de Transportes, ahora conocida como"ñuca llacta"
(mi tierra). También se animó la creación de tiendas de insumos
agrícolas, salud comunitaria, y de programas de desarrollo a través
vida y pensamiento 16,2
25
del Servicio de Ahorro y Crédito, entre otros. La organización era
también necesaria para protegerse de las persecuciones que
organizaban los terratenientes, la Iglesia Católica y los cantineros.
Actualmente la AIIECH es una de las instituciones protestantes
indígenas mejor organizadas. Además de tener programas sociales
y eclesiales, sus miembros participan activamente en actividades
del movimiento indígena. Su programa de educación teológica que
se lleva a cabo por medio del Centro Indígena de Estudios
Teológicos, institución creada por AIIECH y el Seminario Bíblico
Latinoamericano en 1993, busca trabajar la teología y la pastoral a
partir de la realidad que viven los quichuas. Se ofrece también
orientación para el desarrollo y el análisis de la realidad cultural y
política.
Podemos decir, que con estos esfuerzos las iglesias quichuas
están en el proceso de transición del fundamentalismo misionero a
una experiencia religiosa caracterizada por la tolerancia, el
pluralismo, la contextualización y la revitalización cultural de la fe
bíblica.
La AIIECH como miembro de la FEINE participa del proyecto
indígena,27 que es promovida por la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras
organizaciones indígenas. Esta iniciativa contempla la
autodeterminación de los pueblos indígenas mediante la
construcción del Estado plurinacional, en el que se reconozcan la
existencia de las Nacionalidades Indígenas,28 afroecuatorianos y
otros más.
7. Retos de las iglesias indígenas
La unidad es uno de los grandes desafíos del protestantismo
ecuatoriano. No existen esfuerzos serios de diálogo entre las iglesias
indígenas y de misiones extranjeras e iglesias urbanas. La
desconfianza entre ellas aún se observa. Otro reto para las iglesias
26
vida y pensamiento 16,2
quichuas es la formación de cuadros. Hoy más que nunca se
necesitan indígenas preparados en carreras técnicas y
humanísticas, porque la modernidad, la globalización y la economía
de mercado son excluyentes. La educación además de potenciar
el movimiento indígena, permite el desarrollo de los pueblos. Por
eso la sobrevivencia de los pueblos indígenas estará ligada en gran
medida a la educación que ellos puedan recibir.
Conclusión
Creemos que hemos reflexionado a grosso modo el tema
planteado. El pueblo quichua ha sufrido la imposición del
cristianismo católico romano como del protestantismo evangélico.
La herencia primordial del protestantismo es la Biblia, y el pueblo
indígena puede a partir de ella desarrollar su propia teología y pas-
toral. Es importante reconocer los aciertos, enmendar los errores y
entender los signos de los tiempos. Es hora de que las agencias
evangelizadoras evalúen sus trabajos con la finalidad de evitar los
desaciertos pasados y proyectar con mayor eficacia el trabajo
misionero futuro.
Notas
1. Por señorío étnico entendemos la "organización y
estratificación social bien desarrollada que, en términos
demográficos, englobaron muchas aldeas con una numerosa
población". Lilyan Benítez y Alicia Garcés, Culturas
ecuatorianas. Ayer y hoy. (Quito: Abya Yala, 1 993), 7ma edición,
p. 94. Consulte también, Segundo Moreno Yánez, "Formaciones
políticas tribales y señoríos étnicos", en Enrique Ayala Mora
(Editor), Nueva historia del Ecuador. Epoca aborigen II (Quito:
Corporación Editora Nacional-Grijalbo, 1988), Volumen 2, pp.
9-134.
2. Para una síntesis global sobre la organización, economía y
religión del Estado Inca ver Georgina Meneses, Tradición oral
en el imperio de los Incas. Historia, religión y teatro (San José:
DEI, 1992), pp. 21-80.
vida y pensamiento 16,2
27
3. Cf.. Nathan Wachtel, Los vencidos (Madrid: Alianza, 1976),
pp. 95-211., y consulte para profundizar en lo político y
económico, John V. Murra, Formaciones políticas y económicas
del mundo andino (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1 975).
4. Cfr., Enrique Ayala Mora, Resumen de historia del Ecuador
(Quito: Corporación Editora Nacional, 1993), pp. 21-24.
5. Véase la incidencia de la conquista en la vida de los pueblos
andinos en Felipe Guamán Poma de Ayala, Nueva Corónica y
buen gobierno (1613) (México: Siglo XXI, 1980), III Tomos.
Incluso Wachtel entiende que la desestructuración del Estado
Inca ocurrió por la invasión española, N. Wachtel, op.cit., pp.
131-211.
6. Sobre la cosmovisión y filosofía quichua le recomendamos
indagar, Randi Kaarhas, Historia en el tiempo, Historia en el
espacio (Quito: Tinkui-Abya Yala, 1989), pp. 55-194.
7. Compare, Roy H. May, Tierra: Herencia o mercancía? (San
José: DEI, 1993), pp. 38-40.
8. Washington Padilla J., La iglesia y los dioses modernos.
Historia del protestantismo en el Ecuador (Quito: Corporación
Editora Nacional, 1989), pp. 17-25.
9. Cf., Bartolomé de Las Casas, Tratados (México: 1 955), Tomo
I. y Juan Ginés de Sepúlveda, Tratado de las justas causas de
las guerras a los indios (México: 1979).
10. Los principales distribuidores de las Escrituras en Ecuador
fueron Diego Thomson, Lucas Matthews de la Sociedad Bíblica
Británica y Extranjera; Andrés Murray Milne, Francisco Penzotti
de la Sociedad Bíblica Americana, y en Guayaquil el Cónsul
Norteamericano William Wheelwright. W. Padilla, op.cit., pp. 101-
164.
11. Ibid., pp. 165-190.
12. Ibid., pp. 191-302. La vinculación del francmasonismo,
liberalismo y protestantismo fue un fenómeno general en
Latinoamérica. Cfr., Varios, Protestantismo y liberalismo en
América Latina (San José: DEI, 1983) y Hans Jurgen-Prien, La
historia del cristianismo en América Latina (Salamanca:
Sigúeme, 1985), pp. 614-621.
13. Gustavo Larrea Cabrera, Hacia una nueva educación (Quito:
Abya Yala-Macac, 1990), pp. 26-29.
14. John Maust, Un canto nuevo en los Andes (Traducido del
Inglés). (Kansas City: Gospel Missionary Union, 1995), p. 160.
15. W. Padilla, op.cit., pp. 397-398 y 402-406.
16. Mario Rosales, "Crecimiento económico, urbanización y
pobreza" en Alberto Acosta y otros, op.cit., pp. 131-156.
17. Cfr., Wayne C. Weld, An Ecuadorian Impasse (Chicago, III.:
Departament of World Missions Evangelical Covenant Church
of America, 1968), pp. 50-73., y W. Padilla, op.cit., pp. 394 y
417.
28
vida y pensamiento 16,2
18. Erika Silva, Los mitos de la ecuatorianidad (Quito: Abya
Yala, 1992), pp. 11-18 y 25-34.
19. En la cosmovisión indígena el concepto de lo sagrado está
vinculado con la realidad cotidiana y comunitaria. Consulte mi
tesis de licenciatura, Teología y espiritualidad runa, San José:
Seminario Bíblico Latinoamericano, 1994, pp.48-79. (inédito)
20. Un ejemplo es la publicación del Nuevo Testamento Quichua
en 1954. J. Maust, op.cit., p. 160.
21. Joyce Benston, Dios runata cuyanmi. Quichuacunapurapi
Dios imallata rurashcamanta (Quito: Gospel Missionary Union,
1993), pp. 42-45, 66-69.
22. Véase el testimonio sobre el significado del protestantismo
en la vida de un quichua. Héctor Laporta, "Protestantismo y
cultura", en Tomás Gutiérrez (Compilador),
Protestantismo y cultura en América Latina. Aporte y
proyecciones. (Quito: CLAI-CEHILA, 1994), p. 29-30.
23. David Stoll, "Visión Mundial en el Ecuador", América Latina
se vuelve protestante? Las políticas del crecimiento evangélico.
(Traducido del Inglés) (Quito: Abya Yala, 1990), pp. 319-362.
24. Weld, por ejemplo, en su estudio siempre usa "indios
tribales" para referirse a los quichuas y otros grupos indígenas
del país. W. Weld, op.cit., pp. 76-87.
25. B. Muratorio, op.cit., pp. 85-98
26. La FEINE abarca a iglesias de las nacionalidades Quichua,
Shuar, Achuar, Siona, Secoya, Huaorani, Cofán, Tsáchila,
Chachi y Awa. Cosulte, Julián Guamán, "Proceso organizativo
de la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos
(FEINE)". Monografía, Quito, 1992, pp. 10-16. (inédito).
27. En cuanto al proyecto indígena compare, "Proyecto político
de la CONAIE", Consejo de Gobierno, Quito 1994, "Memoria
delTaller Nacional del Comité Nacional del Decenio de los Pueb-
los Indígenas", Cayambe 6 al 9 de mayo de 1996. Y sobre el
desarrollo solidario consulte, Vladimir Serrano (Compilador),
Economía de solidaridad y cosmovisión indígena. (Quito: Abya
Yala, 1993).
28. Sobre el sentido y significado de las Nacionalidades
Indígenas G. Ramón propone acercamientos muy concordes con
la propuesta indígena. Para su indagación remitimos a Galo
Ramón Valarezo, El regreso de los runas (Quito: Comunidec,
1993), pp. 5-27.
vida y pensamiento 16,2
29
Fe cristiana y sistemas
religiosos ancestrales:
urgencia de diálogo
interreligioso
M. Ismael León Limache
Introducción
El presente artículo es parte de una reflexión actual que se viene
dando sobre el tema "fe cristiana y diálogo con la religión aymara".
Hablamos de religión aymara porque es la que más conocemos,
en comparación con otras expresiones religiosas autóctonas. El
Centro de Teología Popular (CTP), de la Paz, Bolivia, ha venido
promoviendo una discusión al respecto a través de encuentros
ecuménicos. Con este ensayo nos proponemos levantar nuevas
inquietudes para seguir fortaleciendo el diálogo y la convivencia
entre cristianismo protestante y la religión ancestral".1
Ismael León es boliviano, graduaddo del programa de
Licenciatura en Teología del SBL y cursa actualmente la
Maestría en la misma área.
30
vida y pensamiento 16,2
1. Tensión entre dos amores
La realidad nos muestra que es absurdo acentuar una tensión
entre la experiencia religiosa de nuestros antepasados y la vivencia
de los cristianos. Un gran sector de indígenas ha logrado integrar
ambas expresiones en sus vidas, no sin reconocer lo difícil que es
vivir entre dos amores. Eleazar López ha descrito esto así:
El asunto nos conmociona, porque nosotros estamos divididos
interiormente por un doble amor que no nos deja vivir
tranquilos: amamos a nuestro pueblo y creemos en su
proyecto de vida, pero también amamos a la Iglesia y creemos
en su proyecto de salvación. Dos amores que han convivido
en nosotros y que han convertido nuestros corazones y
nuestras conciencias en campos de batalla. Donde el último
con mejores armas, bombardea constantemente al primero.
Nosotros somos hijos de pueblos que para sobrevivir han
tenido que cavar fosas profundas donde guardan sus tesoros
y han tenido que usar máscaras que esconden su identidad.
Somos hijos también de Iglesias cuya práctica misionera ha
sido, con bastante frecuencia, sumamente intolerante frente
a las creencias de nuestros pueblos, tildándolas de diabólicas,
bestiales y simplemente primitivas. Esta es la tragedia
existencia! de los Indios cristianizados; tragedia que nos
empuja constantemente a la tentación de superar el problema
con una polarización extrema: o estamos con la Iglesia o
estamos con nuestro pueblo.2
El doble amor de los originarios, del cual habla Eleazar López
se manifiesta en la tensión entre el mundo mítico-simbólico, por un
lado, y el mundo racional-cognoscitivo, por otro lado; una tensión
entre sujeto colectivo (la comunidad) y el sujeto personal (el
individuo); entre la religión autóctona y la religión foránea. De esta
dialéctica, sin embargo, surge el desafío de reconciliación, porque
ambas religiones tienen al Dios de la vida como factor común que
las acerca. Por eso es que las bases del diálogo teológico ya están
echadas:
vida y pensamiento 16,2
31
...no hay contradicción insuperable entre los planteamientos
fundamentales de la Iglesia, que son los mismos de Cristo, y
los planteamientos teológicos de nuestros pueblos. Los
anhelos más profundos de nuestra gente son también los
anhelos más profundos de Cristo. Las diferencias son
superficiales, de forma, no de contenido. Más aún, muchos
de estos contenidos están mejor conservados en nuestros
pueblos, por la limpieza de corazón de los pobres...3
Lo que López nos da a entender es que los anhelos de
convivencia fraternal entre los pueblos originarios, caracterizados
por la práctica de la justicia y solidaridad, están también presentes
en el cristianismo, en cuyo centro está el amor de Dios, que envió
a Cristo al mundo a morir en la cruz por ellos. De ahí que las
diferencias de forma (sistemas religiosos) no alteran el contenido
esencial (calidades de vida). Lo que se tiene que evitar es la
hegemonización de diálogo por cualquiera de las corrientes.
2. Amarás a tu prójimo
como a tí mismo
El protestantismo tradicional ha dirigido esta exhortación bíblica
principalmente a los que componen la iglesia local. Es decir que, el
amor consiste en sentirse parte del cuerpo de Cristo junto a los
demás "salvados"4 que son los prójimos a quienes hay que amar.
El ser prójimo se define como consecuencia de su conversión per-
sonal a Cristo. Esto sociológicamente contribuye a la formación de
una institución en la que los miembros en plena comunión son los
que forman el círculo de los que se sienten prójimos unos de los
otros. Esto puede limitar los resultados de un encuentro
interreligioso. Con miras a un diálogo fraterno, y a la luz de la
exhortación bíblica, el protestantismo evangélico debe amar a su
prójimo -que no es única y exclusivamente el "otro como yo", sino
el "otro distinto a mi" a través del reconocimiento y el respeto a las
diferencias.
32
vida y pensamiento 16,2
3. Reconociendo las diferencias
Es importante tomar en cuenta que ambas expresiones de fe, la
aymara y la protestante son diferentes. No se puede entablar un
diálogo que pase por alto las diferencias. El principio de que todos
somos iguales ante Dios no debe negar el mundo objetivo con sus
diferencias concretas de clase, de color y de religión. Lo importante
es acercarse al diálogo en una actitud transparente sin el peso de
los prejuicios. Se reconoce entonces que existen grandes diferencias
no sólo en el sistema religioso, sino en los modos de pensar, de
entender y de ver la vida misma. Por eso, el camino a recorrer es
"largo y doloroso, pero purificante".5
Tendremos que reconocer que no todo lo que buscamos está
en nuestra propia tradición, porque la fuerza de la vida trasciende
todas las fronteras. La vida es un don para toda la humanidad, y
por eso no puede atarse a un solo lugar. Ella se expresa en la
diversidad, y la Iglesia, promotora y defensora de la vida, ha de
estar consciente de que los signos de la vida perviven no sólo en
las páginas de la Biblia como promesa o en los espacios
reconocidos por la Iglesia, sino en otras partes de la creación donde
Dios decide actuar. A pesar del abuso que se ha hecho de la idea
de la "unidad en la diversidad", no deja de tener su importancia en
el diálogo interreligioso. En tal sentido son oportunas estas palabras
del Dr. Conrad Raiser:
El testimonio de Jesucristo sólo se convierte en buena nueva
cuando es proclamado concretamente, cuando entra siempre
de nuevo en la historia humana, en la cultura y en todas
situaciones de la vida. Sólo así prueba ser un verdadero poder
de vida y una protesta liberadora contra la autodestrucción
de la historia humana. La diversidad de credos, teologías y
estructuras eclesiales en los tiempos del Nuevo Testamento
y de la iglesia primitiva no significaron una negación de la
unidad en Cristo. Esta misma diversidad es la que se espera
hoy día, dondequiera que el Evangelio es proclamado y
expresado.6
vida y pensamiento 16,2
33
Desde una perspectiva evangélica, según Raiser, el mensaje
de unidad expresado en la buena nueva de salvación en Cristo
cobra sentido cuando éste entra en relación con la historia, las
culturas y las situaciones existenciales de los seres humanos. La
diversidad es condición necesaria para que el evangelio se encarne
en la vida concreta de las personas. La diversidad expresa su
riqueza porque contribuye a abrir los depósitos milenarios, y permite
la manifestación de los manantiales y fuentes de sabiduría ances-
tral cultivados a lo largo de mucho tiempo. El protestantismo no
puede negar esa gran riqueza cultural de otras tradiciones religiosas.
Ante esta realidad el protestantismo es desafiado a cuestionarse
la pretensión que a veces se asume de creerse poseedor único de
la verdad o de considerarse fuente exclusivas de la verdad. En
esto las palabras de Michael Kinnamon nos ayudan:
Una iglesia que realmente desea encontrar unidad con otras
iglesias debe ser amante y seguidora de la verdad,
completamente devota a la verdad, debe ser una iglesia que
reconoce con toda humildad que ella no es la manifestación
de toda la verdad, que no ha cumplido toda la verdad, una
iglesia que sabe que debe dejarse conducir nuevamente por
el espíritu de la verdad hacia toda la verdad.7
Aunque esta cita tiene que ver más con el reconocimiento de
otras iglesias, como espacios en donde también se manifiesta la
verdad, no deja de tener sentido para nuestro propósito de diálogo
con la religión ancestral, ya que ella es también una expresión que
afirma su identidad a partir de una opción por la vida.
El interés protestante en el diálogo con religiones originarias se
mostrará en las repuestas que pueda dar a preguntas como estas:
¿Hay disposición de reconocer la expresión religiosa que poseen
los pueblos autóctonos? ¿Se reconoce que el Espíritu del creador
ha estado y aún está presente en la religión originaria? ¿ Se puede
aceptar que el pueblo indígena tenga sus propias ideas, opiniones
y objetivos para el desarrollo de sus creyentes? ¿ Se puede aceptar
que los valores del evangelio cobran también vigencia en el seno
de la religión ancestral? ¿Pueden los misioneros evangélicos
34
vida y pensamiento 16,2
sentirse obreros del Señor y no instrumentos de dominación y
destrucción de la cultura autóctona?
4. Respetando las diferencias
El respeto es un paso concreto para amar al prójimo como a
uno mismo, por eso tiene que ser verdadero, radical y constructivo.
No consiste sólo en reconocer otra expresión de fe como hecho
dado, sino en desear experimentar la verdad de otra forma. Para
esto es imperativo un encuentro sincero en el cual haya una
predisposición total para vivir nuevas experiencias, nuevos
descubrimientos y nuevos retos. La percepción de Raimon Panikkar
sobre el diálogo interreligioso nos da pistas al respecto:
El encuentro desencadena una doble reacción: cada uno
suscita en el otro una nueva toma de conciencia de sí mismo
y viceversa. Dicho de otro modo, además del diálogo dialéctico
está el diálogo dialogal. Este último implica el descubrimiento
del otro como ser que habla y actúa en nombre propio; es
decir, de otro que es fuente propia de intelección y que crea
un campo propio de inteligibilidad. Se descubre al otro como
a un tú y no solo como a un no -yo. Uno se da cuenta de que
el otro es un sujeto y no únicamente un objeto.8
El diálogo dialogal es un instrumento creativo para afirmar el
don de la vida en medio de circunstancias adversas y para descubrir
al "otro" como sujeto con potenciales de vida. La fe cristiana
liberadora valora entonces el aprendizaje de otras expresiones
religiosas:
La fe no es apenas una opción antropológica orientada a la
satisfacción de ciertas necesidades; es asimismo (sobretodo
en una perspectiva protestante) confianza y acogida,
respuesta. La fe cristiana es una apertura que permite acoger
otra dimensión, la cual hace entrar al creyente en crisis y le
abre a una radicalidad distinta. El aprender a aprender está
vida y pensamiento 16,2
35
hecho de esta acogida-respuesta, de esa continuidad-
discontinuidad.9
La fe cristiana está abierta a la búsqueda de la verdad, y en ese
proceso respeta, comparte y dialoga con el otro sistema religioso.
Esto puede que le produzca crisis porque descubrirá un mundo
nuevo en el cual están también presentes las huellas del Señor de
la historia. Esta crisis, sin embargo, no será para desfallecer o para
perder la fe, sino más bien para afirmar con más fuerza su vigencia
y radicalidad los tiempos de hoy. El diálogo interreligioso hará que
las iglesias protestantes se percaten del factor divisionista que
representa la descalificación de los valores de las culturas
originarias. Reflexiones profundas como la siguiente surgen de ese
contexto:
Somos fruto de un pasado. Nos cuesta identificarnos porque
tenemos una formación occidental. A veces yo me siento
como que me han quitado mi madre nativa y me han impuesto
una madrastra. Tengo una madre que no es mi propia madre.
Esa madre impuesta nunca será como una madre propia,
llena de afecto profundo; la madrastra siempre será ajena,
porque no tiene la misma vivencia, se me sacó de mi
cosmovisión, de lo aymara.
Existen dos vidas en nuestro medio: una vida aymara que
queremos vivir y otra vida estilo occidental que se nos impone
desde la tierra de los esquimales hasta la Tierra del Fuego.
Las religiones hablan de amor, misericordia, ayuda mutua.
Todas ellas lo dicen. Algunas iglesias, sí, cumplen con lo que
predican. Pero otras iglesias se contradicen y, sobre todo en
sus hechos, traen odio. Incluso dicen: "¿Para qué luchar?,
¿para qué gritar?, ¿para qué trabajar la tierra, si en el cielo
tenemos preparada la tierra eterna donde siempre estaremos
alegres?" Esto d/cen.10
El pueblo aymara vive actualmente, como lo decía Eleazar López,
entre dos amores: la cultura y la iglesia. Muchos aymarás se sienten
divididos no porque ellos lo hayan querido, sino porque éste es un
36
vida y pensamiento 16,2
fenómeno que data desde tiempos de la conquista. Uno de los
participantes en un taller de reflexión aymara lo expresó así:
El mundo aymara está dividido no porque los aymarás lo
hayan dividido. Históricamente viene del hombre blanco. Los
cambios que hemos heredado dentro del sistema también
vienen de los gobiernos que han fragmentado la territorialidad,
el sistema de posesión y producción de la tierra. Los que han
fundado Solivia y Perú son los que nos han dividido; no
nosotros. También ellos son los que han traído división en la
Iglesia con el nombre de católicos, metodistas y adventistas,
etc. Ahora es triste ver cómo en los últimos años van
desapareciendo nuestras tradiciones y costumbres, porque
la sociedad que nos envuelve, traída del exterior, las va
ahogando. La gente aymara nos quedamos confusos. Incluso
nosotros mismos a veces despreciamos nuestros propios
valores culturales.^
En tales circunstancias, el respeto constructivo, por parte de la
iglesia evangélica, tiene la gran tarea de vendar heridas y de hacer
que no se repitan los absolutismos religiosos que tanto la han
separado de las tradiciones indígenas y autóctonas.
5. Derecho de celebrar a Dios
Por más de 500 años, el pueblo aymara, al igual que las demás
naciones originarias de América Latina, no han podido celebrar
abiertamente la presencia de Dios en su modo ancestral. Como
consecuencia de eso se han visto obligados a practicar y a
desarrollar su sistema religiosos de manera reservada. Algunos
incluso hablan de una celebración en la clandestinidad, a pesar de
que están en su propio territorio.
El pueblo aymara ha sido capaz de integrar muchos de los
elementos cristianos en su propio ritual, no sólo como un medio de
sobrevivencia, sino como un instrumento de re-interpretación y
vida y pensamiento 16,2
37
apropiación de ellos. Por ejemplo, el Cristo de la conquista que
legitimó las campañas de extirpación de idolatrías, hoy está presente
en otro sentido en la vida diaria del pueblo. Por eso los pueblos
originarios continúan hoy rechazando los términos de paganos y
herejes que se les han dado sólo por celebrar a Dios a partir de
sus propios cánones ancestrales. Documentos religiosos han sido
muy explícitos en este respecto:
Al interior de la Iglesia, los Indígenas rechazamos que se
nos siga considerando como paganos e idólatras, a quienes
hay que conquistar para la fe. No somos enemigos de la Iglesia
ni contrarios a la fe cristiana. Nosotros creemos en Dios, en
el único Dios verdadero que existe. Aquél a quien nuestros
pueblos, en milenios de historia, fueron descubriendo. El es
Padre y Madre de todos los pueblos, y por lo que hemos
visto y oído, es también el Padre de Nuestro Señor Jesucristo.
Por eso para ser cristianos y para ejercer algún ministerio en
la Iglesia no deben obligarnos a renunciar a la experiencia
religiosa de nuestros pueblos porque con una presión así lo
que se logra es quitarnos toda posibilidad de autoafirmación
personal, hacernos esquizofrénicos u obligarnos a usar
máscaras, que encubren nuestra verdadera identidad. Esto
lo hemos denunciado religiosas, sacerdotes y pastores
indígenas católicos y protestantes. Hay que poner en práctica
ya lo que a nivel de documentos se sostiene en las iglesias:
que la conversión a la fe cristiana no significa una destrucción
de la identidad cultural y religiosa del evangelizado sino una
plenificación de la misma con el Evangelio (Cfr. Juan Pablo
II, Redemptor Hominis, 12).™
38
vida y pensamiento 16,2
6. Derecho a desarrollar
su proyecto histórico
El pueblo aymara, así como todos los pueblos de la tierra tienen
su proyecto histórico de vida, el cual hasta el momento no ha podido
desarrollar por las condiciones adversas en las que se mueve. Ellos
reclaman espacios de participación social y eclesial, porque están
consciente del rol protagónico que puede jugar. La sociedad y la
iglesia, los han tratado hasta ahora con esquemas paternalistas
que minimizan todo su potencial transformador. Pero, en su afán
de lucha, los indígenas son críticos a todo esto:
Los pueblos indígenas, aunque empobrecidos y desvalidos
por causa de la opresión que pesa por siglos sobre nuestros
hombros, no deseamos ser tratados con paternalismos
degradantes que nos reducen a la categoría de niños
incapaces de valerse por sí mismos. Somos adultos y como
tales exigimos ser tratados en la sociedad y en las iglesias.
En consecuencia, requerimos de nuestros pastores que nos
tomen en cuenta en las decisiones eclesiales que afectan a
nuestra vida de fe; que nos consideren verdaderos
interlocutores eclesiales. Quitemos de una vez por todas en
las iglesias la ignominia de seguir considerando, en los
hechos, a los pueblos indígenas como seres incapaces de la
fe y de la conducción de nuestra vida cristiana. No es justo
que en la relación eclesiástica con los indígenas prevalezca
el prejuicio de considerarnos, por principio, como creyentes
de segunda categoría, sospechosos de herejía, apostas ¡a o
cisma, por el simple hecho de defender nuestro derecho de
ser diferentes en la cultura y en la expresión de nuestra fe.13
La iglesia evangélica está desafiada a crear espacios para el
desarrollo del proyecto de vida de los pueblos originarios. Ellos no
tienen el deseo de subvertir el orden injusto para pasar de
dominados a dominadores, lo más que anhelan es moverse dentro
de sus ejes vitales de armonía y equilibrio, buscando siempre lo
vida y pensamiento 16,2
39
mejor para la comunidad. Su exhortación a la Iglesia es entonces
justificada:
Curemos ya las heridas del pasado. Los pueblos indígenas
no queremos cargar por siempre en nuestro espíritu el dolor
de los crímenes cometidos contra nuestros antepasados. Es
urgente hoy una reconciliación social y eclesial, que nos
hermane profundamente en el compromiso de construir un
futuro, donde erradiquemos definitivamente las causas
estructurales que dieron origen a los crímenes del pasado y
garanticemos a todos, pero especialmente a los pobres, la
certeza de que tales situaciones no se repetirán.™
Conclusión
Esperamos que estas inquietudes y reflexiones puedan contribuir
al dialogo entre la religión ancestral y el cristianismo protestante.
Seguimos afirmando que la única manera de dar sentido de nuestra
fe evangélica es por medio de la opción del encuentro fraternal con
el prójimo que es el otro distinto a nosotros. Las circunstancias del
contexto político, económico y social de nuestro continente
demandan de nosotros una respuesta de fe, una vocación de
servicio y de compromiso histórico con nuestros pueblos, los cuales
se debaten entre la vida y la muerte. Más que seguir dividiéndonos
por creer que solo un lado tiene la verdad, lo que se necesita es
una integración desde nuestras diversidades, mancomunando
esfuerzos, en procura de consolidar el don de la vida aquí y ahora.
40
vida y pensamiento 16,2
Notas
1. Religión ancestral o religión originaria, es parte del patrimonio
cultural de los pueblos originarios. Con ello se resume la visión
de mundo, el imaginario religioso, los rituales, los mitos, las
leyendas y la sabiduría ancestral.
2. Eleazar López. "¿Qué es la Teología India?" en Memoria del
II Encuentro Ecuménico de Cultura Andina y Teología (Ecua-
dor: Ediciones Abya-Yala, 1992), p. 89. El autor de esta cita es
Sacerdote Zapoteca del Istmo de Tehuantepec y trabaja en el
CENAMI de México.
3. Idem.
4. En la convicción protestante los "salvados" son los creyentes
que han reconocido en Jesucristo a su salvador, y que como
testimonio público de su conversión pasan por las aguas del
bautismo.
5. Raimon Panikkar. "Religión (Diálogo intrareligioso)" en
Conceptos Fundamentales del Cristianismo. Editores: Casiano
Floristán y Juan José Tamayo. Madrid: Editorial Trotta, 1 993, p.
1145
6. Konrad Raiser. Ecumenism in Transition (Geneva-Switzer-
land: World Council of Churches Publications, 1991), p. 75. En
esta cita la traducción del inglés al español es nuestra.
7. Michael Kinnamon. Truth and Community (Geneva-Switzer-
land: World Council of Churches Publications, 1 988), p.8 En esta
cita la traducción del inglés al español es nuestra.
8. Raimon Panikkar, op. cit., p. 1145
9. Matías Preiswerk, Educación Popular, San José: DEI, 1994,
p.306.
CHEQUEAR ESTO EN ORIGINAL
10. Xavier Albó y Calixto Quispe, (recopiladores) "Historia de
Opresión: Testimonio y reflexión aymara", Fe y Pueblo (La Paz-
Bolivia: Revista ecuménica de reflexión, Año IV, número 18,
diciembre 1987), pp. 6 y 8
1 1 . Xavier Albó y Calixto Quispe, op. cit., p.8
12. Memoria del II Encuentro ecuménico de cultura andina y
teología. Aportes de los Indígenas a las Iglesias (Quito-Ecua-
dor: Ediciones Abya-Yala, 1992), p.64. El subrayado es nuestro.
13. Ibid., p. 71
14. Idem.
vida y pensamiento 16,2
41
Análisis de la relación
Iglesia-Estado en Guatemala
(La cuestión jurídica protestante)
Hermenegildo Méndez. García
Introducción
La vida de Guatemala se ha regido por constituciones escritas
(sistema latino). En su lapso colonial, pre-independiente estuvo
bajo los reyes de España, inclusive bajo Napoleón, específicamente
bajo su hermano José Bonaparte. De esa época destacan fuentes
como las leyes de indias, cédulas reales, la Constitución deVallona
(1808) y la promulgada por las Cortes de Cádiz (1812). Por lo
que, para tener una perspectiva de su posición como Estado en
relación con la Iglesia y su incidencia jurídica en la cuestión
protestante, es necesario un vistazo analítico a tales fuentes
constitucionales tanto del período colonial como del independiente,
hasta nuestros días.
Hermenegildo Méndez es abogado y destacado laico de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de Guatemala.
42
vida y pensamiento 16,2
Este estudio revelará una unión sólida entre el Estado y la Iglesia
Católica Romana, tanto en la etapa pre-independiente como en la
época independiente conservadora, hasta la llegada del liberalismo
al poder en 1 871 . Después se percibe una progresiva separación y
apertura a otras corrientes hasta 1944; se ve persistencia de tal
separación en el lapso revolucionario; y una tendencia proteccionista
a la Iglesia Católica Romana en la última etapa hasta hoy, pero
manteniéndose la separación formal y la paridad de condiciones
para todos los cultos. La alternativa protestante, ha tenido
franqueada la puerta en las dos últimas fases (puntos 2 y 3).
El análisis parecerá tedioso por las abundantes citas legales
que se hacen imprescindibles por fidelidad a la fuente. Pero
tratándose de fuente legal, hay mayor consistencia en cuanto a las
diferentes posturas que el Estado ha asumido en el curso de su
historia.
1. La puerta cerrada
1.1 Epoca colonial, pre-independiente
Cuando el español llega a América, entra con la espada en una
mano y la cruz en la otra. El jurisconsulto castellano Palacios Rubios
provee la institución jurídica del Requerimiento. Usando este
instrumento jurídico el conquistador exhorta a los indios a
convertirse a la fe católica. "Si no lo hiciereis, o en ello dilación
maliciosamente pusiereis, certificóos que con la ayuda de Dios yo
entraré poderosamente contra vosotros y os haré guerra por todas
las partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré el yugo y
obediencia de la Iglesia y de Su Majestad y tomaré vuestras mujeres
y hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé, y dispondré
de ellos como Su Majestad mandare, y os tomaré vuestros bienes
y os haré todos los males y daños que pudiere....1 Original manera
de hacer misión. Esta mezcla del elemento político, religioso y
económico ilustra de por sí la íntima relación estado-iglesia, que
ya se daba en la Península, cuando el conquistador irrumpe por
vida y pensamiento 16,2
43
estas tierras. Díaz del Castillo lo pone en forma lapidaria al escribir
que han llegado a América "para servir a Dios y a Su Majestad y
también para hacer riquezas".
Lo que fue la Capitanía General o Reino de Guatemala (desde
Chiapas hasta Costa Rica) estuvo bajo el dominio de los reyes
españoles con sus leyes de indias y cédulas reales. Pero también
fue regida por la Constitución de Vallona (julio de 1808) y por la
emitida por las Cortes de Cádiz (marzo de 1812). La primera fue
promulgada por José Bonaparte (hermano de Napoleón) a quien
los españoles apodaron "Pepe Botella". En su primer artículo
establece que "La Religión católica, apostólica, romana, en España
y en todas las posesiones españolas, será la religión del Rey y no
permitirá ninguna otra". El rey, al subir al trono prestará juramento
"sobre los Evangelios bajo la fórmula de "Juro sobre los Santos
Evangelios respetar y hacer respetar nuestra santa religión..."
(artículos 5 y 6). 2 Las Cortes de Cádiz (donde Guatemala estuvo
representada por Antonio Larrazábal) promulgan la suya "En el
nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor
y supremo legislador de la sociedad" (preámbulo) prescribiendo
que "La religión de la Nación Española (en cuyos dominios "no se
pone el sol") es y será perpetuamente la católica, apostólica,
romana, única verdadera... y prohibe el ejercicio de cualquiera otra"
(artículo 12). Además, que"la persona del Rey es sagrada" (artículo
168).3
1.2 Epoca independiente, conservadora
Declarada la independencia política por los pueblos
centroamericanos, aunque con influencias de la Revolución
Francesa y las ideas liberales, el bando pro-eclesiástico,
conservador, prevalece. El acta que la declara, en su punto 10
establece "Que la religión católica que hemos profesado en los
siglos anteriores y profesaremos en los siglos sucesivos, se con-
serve pura e inalterable, manteniendo vivo el espíritu de religiosidad
que ha distinguido siempre a Guatemala, respetando a los ministros
eclesiásticos, seculares y regulares, y protegiéndoles en sus per-
44
vida y pensamiento 16,2
sonas y propiedades".4 Las bases constitucionales de 1823,
establecen para los Estados Federados del Centro de América como
"Su religión: la católica, apostólica, romana, con exclusión del
ejercicio público de cualquiera otra" (artículos 4 y 5). 5 Y la
Constitución para toda el área, del 22 de noviembre de 1824, que
fue promulgada "en el nombre del Ser Supremo, autor de las
sociedades y legislador del Universo", repite lo mismo, en su artículo
11.6
Dentro del mismo esquema federativo se da la primera
Constitución del Estado de Guatemala (octubre 1825). Esta corre
parejas con la Constitución federal. "La religión del Estado es, la
católica, apostólica, romana, con exclusión del ejercicio público
de cualquiera otra" (Artículo 45). 7
Una variante se produce al decretarse las reformas a la
Constitución Federal de Centro América en 1835. El artículo 11
que establecía como la religión del Estado a la católica romana,
con exclusión de cualquiera otra, cambia: "Los habitantes de la
república pueden adorar a Dios según su conciencia. El gobierno
general les protege en la libertad del culto religioso. Mas los Estados
cuidarán de la actual religión en sus pueblos y mantendrán todo
culto en armonía con las leyes".8 De 1831 a 1838 se da en el
Estado de Guatemala el gobierno del Dr. Mariano Gálvez que se
sale de la serie de gobernantes católico-conservadores. En el
artículo 1 28 de las reformas mentadas arriba se afirma que el poder
ejecutivo "concederá o negará el pase a las bulas y breves pontificios
cuando traten de asuntos particulares..."9
La situación vuelve a su estado anterior con la Ley de Garantías
de diciembre de 1 829 (decreto 65), que en el artículo 1 1 , encarga
al poder ejecutivo "la protección del culto de la religión católica,
que es la del Estado, la de sus establecimientos y ministros,
"dará el pase a las bulas y rescriptos pontificios, que hayan de
tener efecto en el Estado y tendrá conocimiento de los
nombramientos de párrocos en propiedad, que hará el ordinario
eclesiástico, a quien cuando haya motivos fundados contra alguno
por faltas en el desempeño de sus deberes, se pasarán los
vida y pensamiento 16,2
45
documentos que lo acrediten, para que provea lo que haya lugar"
(artículo 13).10 La declaración de los derechos del Estado y sus
habitantes, decreto 76 de la Asamblea Constituyente (diciembre
de 1839) prescribe que "la religión católica apostólica romana,
es la del Estado; será protegida por las leyes, y respetados
sus establecimientos y sus ministros" (artículo 3o.). No serán
molestados los que sean de otra creencia.11
La hegemonía romano católica no sólo se recupera sino se
solidifica a partir del Acta Constitutiva de la República de Guate-
mala, decretada por la Asamblea Constituyente en octubre de 1851 .
Estará ya en el poder el ex-guerrillero, general Carrera y Turcios.
La cuestión de la intimidad estado-iglesia no se disimula. "El
Presidente de la República al tomar posesión, prestará en manos
del M R. Arzobispo Metropolitano, quien para este acto presidirá
la Cámara, el juramento siguiente: Prometéis, conservar la
integridad e independencia de la República?... Prometéis, mantener
con todo vuestro poder las leyes de Dios y hacer que la religión
católica se conserve pura e inalterable y proteger a sus ministros?"
(artículo 16).12 Hay una reforma de 1855, de la propia Ley
Constitutiva decretada por el propio Carrera. El decreto lo identifica
como Capitán General del Ejército, caballero gran cruz de la orden
pontificia de San Gregorio Magno en la clase militar, gran cruz de
la de Guadalupe de México, comendador de la de Leopoldo de
Bélgica, Presidente de la República y tres etcéteras. La primera
reforma califica la autoridad del Presidente (o se autocalifica) de
vitalicia; la segunda la confiere poderes omnímodos en los tres
ramos del Estado.13 El artículo 5o. del Acta Constitutiva estipula
que el Presidente lo elegirá una Asamblea General compuesta de
la Cámara de Representantes, del M.R. Arzobispo Metropolitano,
de la Corte de Justicia y del Consejo de Estado, y que podrá ser
reelecto.14 Carrera se mantuvo 30 años en el poder.
1.3 El Concordato
46
vida y pensamiento 16,2
Una luna de miel tan prolongada entre el Estado de Guatemala
y la iglesia romano-católica tenía que agenciarse un mejor cerrojo.
Así, el 7 de octubre de 1852 se concluye en Roma la convención
suscrita por don Jacobo Antoneli, cardenal, Secretario de Estado
del Sumo Pontífice, representando a Pío IX (al estado vaticano) y
por don Fernando Lorenzana, marqués de Belmonte y
plenipotenciario nombrado, representando a Carrera (la República
de Guatemala). Se da en latín y castellano. Hay bastantes
concesiones para la Iglesia entre los que destacan los siguientes:
que la religión católica, apostólica, romana continuará siendo
la religión de la República de Guatemala y se conservará siempre
con todos los derechos y prerrogativas que debe gozar, según la
ley de Dios y las disposiciones de los sagrados cánones (artículo
1) ; que la enseñanza en las universidades, escuelas, públicas y
privadas, será conforme a la doctrina de la religión católica (artículo
2) ; el derecho de censura sobre libros y escritos en relación al
dogma, a la disciplina de la iglesia y a la moral pública (artículo 3);
el gobierno se obliga, además de las leyes que ya ha dado, a dar
sus medios de autoridad para sostener las disposiciones que ellos
tomaren para proteger la religión y evitar todo lo que pudiera serles
contrario; el gobierno guatemalteco se compromete a conservar
el pago del diezmo y a obligar autoritativamente a él; esta
contribución será sin la menor reserva; y como (a la sazón) no es
una renta suficiente, el gobierno suministrará de los fondos del
Tesoro Nacional una asignación anual que mantendrá aún
después de haberse mejorado los productos del diezmo; esto
se considera como un "verdadero crédito de la iglesia contra el
Estado", hasta por el monto de cuatro mil pesos (artículo 5); los
párrocos continuarán percibiendo las preseas y emolumentos de
estola, hasta que el gobierno "les asigne segura independencia"
(artículo 6o.). Al Presidente se le concede El Patronato", privilegio
que le autoriza a presentar para cualesquiera vacantes de iglesias
arzobispales o episcopales, a eclesiásticos dignos e idóneos, a los
que el pontífice dará la institución canónica; por cuestiones penales
o civiles los eclesiásticos pueden ser llevados a los tribunales
seculares, las causas mayores se reservan a la Santa Sede, según
el Concilio de Trento; se conservarán los monasterios regulares
vida y pensamiento 16,2
47
de ambos sexos y no se impedirá el establecimiento de otros
(artículo 21). El gobierno suministrará los medios adecuados
para la propagación de la fe y para la conversión de los infieles,
dentro del territorio; favorecerá el establecimiento y progreso de
las misiones. En todas las iglesias se orará al final del culto así:
domine salvam fac republicam, domine salvum fac praesidem ejus;
se conceden al ejército privilegios castrenses.15
2. El período liberal
y la oportunidad protestante
2.1 Cambio de la situación
El 30 de junio de 1871 triunfa el movimiento llamado de la
Reforma Liberal por sus mismos actores. A la sólida posición de la
Iglesia Católica Romano este nuevo régimen va a oponer el laicismo:
el Estado laico. Surge la enseñanza primaria obligatoria, laica y
gratuita; se crea el Registro Civil, el matrimonio civil, se secularizan
los cementerios; se hablará de la libre asociación, de la libertad de
emisión del pensamiento sin previa censura, etc. Sin embargo,
estos avances fueron progresivos. Con este movimiento se da la
expulsión del país de las órdenes monásticas. Justo Rufino Bar-
rios realiza esta expulsión y la de los jesuítas.
2.2 Libertad de cultos - libertad de conciencia
El 15 de marzo de 1873, el Jefe del Gobierno (Justo Rufino
Barrios), emite el decreto 93. Considera que"una de las libertades
más preciosas del hombre es la de adorar a Dios de la manera que
a cada uno le dicte su conciencia; que esta libertad es irrisoria si
no se le acompaña del derecho de tributar homenaje al Creador,
según la creencia de cada uno, que tal derecho ha sido conquistado
con sangre y aceptado por todos los pueblos civilizados, que su
restricción ha obstaculizado en la República la inmigración de
48
vida y pensamiento 16,2
extranjeros, al no garantizárseles el libre ejercicio de su religión
(motivación económica), que tal determinación no ataca a la religión
católica, apostólica, romana sino que la favorece, puesto que tal
libertad de cultos la tienen las naciones más católicas de la tierra,
que su práctica será más pura en competencia con otros cultos, en
el ejercicio de las facultades de que me "hallo" investido
(personalísimo), decreta: que es inviolable en la República de
Guatemala la libertad de conciencia (artículo 1o.), que es libre el
ejercicio de todas las religiones y en consecuencia, los que las
profesen podrán edificar templos y tener servicios del culto externo
(artículo 2o.); y que el gobierno no concede a los cultos que no
sean la religión católica, más protección que la de garantizar la
libertad religiosa; quedando la religión católica, apostólica, romana,
bajo el mismo pie que guarda ahora en virtud de las leyes vigentes
y el Concordato celebrado con la Santa Sede.16 Como se ve, tal
concordato no fue denunciado (derogado) en esta ocasión pero sí
lo fue posteriormente, por el mismo reformador.
2.3 La puerta abierta a la penetración protestante
Con los cambios dados con el movimiento de reforma liberal,
aunque como una especie de estrategia política frente a la
dominación romano-católica anterior, se abre la oportunidad para
la presencia, sin temores, de otros cultos u otras formas de
evangelización. La Constitución sancionada el 1 1 de diciembre de
1879 establece la plena separación de poderes, que la instrucción
primaria es obligatoria; la sostenida por la nación es laica y gratuita
(artículo 18), "Todos pueden libremente disponer de sus bienes,
siempre que al hacerlo no contravengan la ley, "las vinculaciones,
sin embargo, quedan absolutamente prohibidas y toda
institución a favor de manos muertas, exceptuándose solamente
las que se destinen a favor de establecimientos de beneficencia"
(artículo 21 ).17 La Iglesia era una de las más grandes terratenientes.
"El ejercicio de todas las religiones, sin preeminencia alguna, queda
garantizado en el interior de los templos; pero ese libre ejercicio no
podrá extenderse hasta ejecutar actos subversivos o prácticas in-
vida y pensamiento 16,2
49
compatibles con la paz y el orden público, ni da derecho para
oponerse al cumplimiento de las obligaciones civiles y políticas
(artículo 24), se garantiza el derecho de asociación y reunión
pacífica. Pero "se prohibe el establecimiento de congregaciones
conventuales y de toda especie de institución o asociación
monásticas" (artículo 26). Ya hay libertad de emisión del
pensamiento por la palabra, por escrito y también por la prensa,
sin previa censura (artículo 26).
El artículo 66 de esta Constitución que estableció el período
presidencial en seis años, se convirtió en el blanco, casi único, de
reformas posteriores.18 La reforma de octubre de 1885, lo reduce
a cuatro años.19 La de noviembre de 1 887, lo alarga a seis años.20
La de agosto de 1897 fija la terminación del período de José María
Reina Barrios el 15 de marzo de 1902. 21 (Fue asesinado antes de
esa fecha); la reforma decretada en julio de 1 903, alarga el período
a seis años.22 Y así, según la habilidad del gobernante (liberal) de
turno. Eso permitirá la dictadura de 22 años de Manuel Estrada
Cabrera. La reforma decretada en marzo de 1921 (artículo 4o.)23
reitera la libre emisión del pensamiento por la palabra, por escrito y
también por la prensa sin previa censura. Establece que no podrán
ser diputados los ministros de los cultos y reduce a cuatro años el
período presidencial.
Por simpatía o por interés político esa apertura liberal facilitó el
asentamiento en el país de la primera iglesia protestante (Misión
Presbiteriana). Eso explica por qué a la altura de septiembre de
1892, se hable de la adquisición a nombre de la misión del predio
donde se erige el templo de la primera iglesia evangélica
(Presbiteriana "Central") en Guatemala, más de tres décadas an-
tes de la construcción del actual Palacio Nacional. Este templo
flanqueó por el norte la plaza mayor, conjuntamente con la Catedral
Metropolitana, por el este. (Cfr. "El Señor Presidente" de Miguel
Angel Asturias). Hoy está incrustado en la manzana misma de la
Casa Presidencial.
En septiembre de 1 921 , posterior al derrocamiento del dictador
50
vida y pensamiento 16,2
Estrada Cabrera (1920) se da la Constitución de la República de
Centroamérica, configurada por los estados de Honduras, El Sal-
vador y Guatemala. Se volvió al ideal de la unión, aunque por
breve tiempo. Se garantiza en ella la libertad de pensamiento y de
conciencia (artículo 33), la enseñanza laica, que ningún acto
religioso servirá para establecer el estado civil de las personas. En
años anteriores a 1871 los nacimientos y defunciones sólo se
registraban en la iglesia católica. Se garantiza la libertad de reunión
pacífica, de asociación, para objeto lícito ya sea religioso, moral,
científico, etc. Pero se prohibe el establecimiento de
congregaciones conventuales o asociaciones monásticas
(artículo 38). Hay libre disposición de los bienes pero quedan
prohibidas las vinculaciones (artículo 42). El escudo de armas
de la federación llevará, entre otras características, un triángulo
equilátero, y en su base, en letras de oro, las palabras "DIOS, UNION,
LIBERTAD" (artículo 1 80), y para ser electo jefe de estado, ministro,
senador, etc., es necesario pertenecer al estado seglar (artículo
196). 24
Una serie de reformas constitucionales se producen en diciembre
de 1927, 25 julio de 1935, 26 septiembre de 1941, 27 reiterando la
libertad de expresión, el derecho de asociación y reunión pacífica,
la pertenencia al estado seglar para ser electo presidente,
prohibición de congregaciones conventuales y asociaciones
monásticas, y tocando el consabido artículo 66 en favor del
mandatario de turno. Esto prohijó la dictadura de 14 años de Jorge
Ubico cuya última reforma le fijaba su finalización de mandato en
marzo de 1 949.
2.4 Las vinculaciones y las manos muertas
La prohibición absoluta de las "vinculaciones" y de toda institución
a favor de las llamadas "manos muertas", se habrá notado, viene
apareciendo desde la Constitución (liberal) de 1879 y aún se reitera
en la de 1 956. Esto tiene sus raíces desde la Edad Media, cuando
el dominio de la Iglesia era enorme; especialmente sobre el poder
político. Controlaba todo. Tiene mucho que ver con los bienes y
vida y pensamiento 16,2
51
con las capellanías.^ Había bienes muebles, incluyendo dinero,
inmuebles, mostrencos, (sin dueño), bienes gananciales, herencias
vacantes, donaciones en vida o mortis causa en favor de la Iglesia,
confiscaciones a condenados a muerte por'Tierejes". Para atender
el manejo de tales bienes que llegaban a"sus manos" por la Iglesia,
se dio la institución de las capellanías. Se encarga a los capellanes
tal manejo, su administración, su disposición. Tales funciones
vinieron cambiando con el devenir del tiempo, al grado que los
capellanes, cuya dedicatoria inicial fue para los bienes de las
llamadas "manos muertas", hoy tienen una connotación distinta.
Barrios vio que los bienes de la Iglesia, que a esa altura era una
de las más grandes terratenientes, no servían para nada, ni a la
Iglesia. Se sabe, por ejemplo de una orden (La de San Felipe de
Neri), compuesta por apenas cuatro personas, pero con un
acaparamiento de bienes escandaloso.29 Muchos de esos bienes
expropiados tras la supresión y expulsión de órdenes y
congregaciones monásticas pasaron a fortalecer una élite que sería
la base de una economía basada en la exportación del café.
Por supuesto, hay que ser claros, que esas vinculaciones y
donaciones en favor de la Iglesia eran producto de la relación del
ministerio de la Iglesia con los donantes. Un ejemplo, el área donde
se encuentra la actual terminal aérea, fue comprada a la Iglesia en
tiempos del Arzobispo Rosell y Arellano.
3. De octubre de 1944 hasta hoy
3.1 El giro revolucionario
Los gobiernos del período anterior, aunque calificándose de
liberales, habían producido dictaduras. No obstante, la separación
estado-iglesia formalmente se mantuvo. Eso permitió el ascenso
de las denominaciones protestantes, aunque ya no se dieron tal
nombre. La revolución urbano-ladina de octubre de 1944 estableció
52
vida y pensamiento 16,2
sus principios democráticos que orientarían la próxima constitución,
que mantuvo la separación de poderes.29
El cuerpo constitucional fue emitido en marzo de 1 945. Declara
punible cualquier discriminación por motivo de sexo, raza, filiación,
creencias religiosas o ideas políticas (artículo 21); a nadie se le
puede impedir lo que no prohibe la ley (artículo 23). Todos pueden
disponer libremente de sus bienes. Sin embargo, "las vinculaciones
quedan absolutamente prohibidas, así como toda institución a
favor de manos muertas..." (artículo 28). Se autoriza el fideicomiso
pero no se extiende a congregaciones religiosas o monásticas, ni a
sacerdotes o ministros de cualquier culto o religión (artículo 28).
Es libre la profesión de todas las religiones, así como el ejercicio
de todos los ocultos, sin preeminencia alguna y en el interior de los
templos. Tal derecho no se extiende a ejecutar actos subversivos
incompatibles con la paz y el orden público, ni exime del
cumplimiento de obligaciones civiles, sociales y políticas. Las
sociedades y agrupaciones religiosas o sus miembros como tales
y los ministros de los cultos no pueden intervenir en
política. ..(artículo 29). Se prohibe el establecimiento de
congregaciones conventuales y de toda especie de instituciones o
asociaciones monásticas" (artículo 32). Los magistrados y jueces
deben ser del estado seglar.
Pese a que ya no se trata de un Estado de tinte liberal, la actitud
anticlerical se mantiene. Hay libertad de profesar todas las religiones
pero hay alergia por las congregaciones monásticas y toda
institución patrimonial en favor de "manos muertas".30
3.2 La intervención norteamericana
El período revolucionario fue interrumpido en 1 954 con la invasión
de Carlos Castillo Armas apoyado por USA. Fue una reacción ya
no anti-liberal sino anti-comunista. Esto produce la constitución de
febrero de 1956. En su preámbulo se enuncia que se emite "En
nombre y representación del pueblo de Guatemala e invocando la
protección de Dios...". Se dan todos los derechos típicos de las
vida y pensamiento 16,2
53
constituciones anteriores. Otra vez "las vinculaciones quedan
absolutamente prohibidas, así como toda institución a favor de
entidades que no puedan disponer de sus bienes, como las
llamadas manos muertas" (artículo 49). Se garantiza el ejercicio
de todas las religiones. Estas pueden adquirir, poseer bienes y
disponer de ellos, si los destinan a fines religiosos, asistencia so-
cial o educativos. Su personería (representación) se determinará
por las reglas de su institución o bases constitutivas. Hay derecho
a exteriorizar su religión o creencia individual o colectivamente, en
público como en privado. Las asociaciones religiosas y ministros
de cultos no pueden intervenir en política. Hay libertad de
enseñanza y de criterio docente. Podrá darse enseñanza religiosa
en locales oficiales. El Estado no la impartirá y la declara optativa.
Para ser presidente, ministro o magistrado, hay que ser del estado
seglar.31
Por lo menos formalmente pervive el principio de separación
estado-iglesia y la aparente paridad de "todas las religiones".
Aunque el contexto en que se da este movimiento tuvo todos los
signos de una influencia de la Iglesia Católica, la norma
constitucional no lo revela.
3.3 Las últimas dos constituciones
Tras el golpe de estado de 1963 se produce una nueva
Constitución. Entra en vigencia en mayo de 1 966. en su preámbulo
comienza "invocando la protección de Dios...". Garantiza la
libertad para el ejercicio de todas las religiones. Hay derecho a
practicarlas tanto en público como en privado, por la enseñanza, el
culto y la observancia, con las solas limitaciones que indica la
constitución anterior, agregando "el respeto a los símbolos patrios".
Prohibe la intervención en "política partidista" (esto es más
novedoso) a los ministros de los cultos.
Hay un giro muy claro en protección de la Iglesia Católica. "Se
54
vida y pensamiento 16,2
reconocen como personas jurídicas la Iglesia Católica y la de
los otros cultos, y podrán adquirir y poseer bienes y disponer de
ellos siempre que los destinen a fines religiosos, de asistencia so-
cial o de educación. Sus bienes inmuebles gozarán de exención
de impuestos, contribuciones y arbitrios. El Estado extenderá a
la Iglesia Católica títulos de propiedad de los bienes inmuebles
que actualmente y en forma pacífica posee para sus propios fines"
(artículo 67). Pero persiste la tolerancia hacia los demás cultos.32
Y tras el golpe de 1993, se da la Constitución actualmente en
vigencia, a partir del 14 de enero de 1986.
A diferencia de todas las constituciones anteriores esta última
pone su énfasis en la persona humana. La protección de la per-
sona y a la familia como deber del Estado va primero, seguido por
los derechos individuales y luego los sociales. Todo lo relativo al
Estado y al poder público que en las anteriores aparece de entrada
pasa a la segunda parte.33
Protege la vida humana desde su concepción (artículo 3o.), el
derecho a la libertad e igualdad (artículo 4o.), se reconoce el
derecho de reunión pacífica. Las manifestaciones religiosas en el
exterior de los templos son permitidas. Para su ejercicio bastará la
previa notificación de los organizadores a la autoridad competente
(artículo 33). Hay derecho de asociación, de la libre emisión del
pensamiento por cualquier medio de difusión sin censura ni licencia
previa (artículo 35)).
Establece la libertad del ejercicio de todas las religiones, tanto
en público como en privado, por medio de la enseñanza, el culto, la
observancia, sin más límites que el "orden público y el respeto
debido a la dignidad de la jerarquía y a los fieles de otros credos"
(artículo 36). Es decir, la tolerancia mutua.
El artículo 37 evidencia la notoria inclinación de la balanza en
favor de la Iglesia Católica. "Reconoce la personalidad jurídica de
la Iglesia Católica. Las otras iglesias, cultos, entidades y
asociaciones de carácter religioso obtendrán el reconocimiento de
vida y pensamiento 16,2
55
su personalidad jurídica conforme las reglas de su institución y el
Gobierno no podrá negarlo si no fuese por razones de orden público.
Además, "El Estado extenderá a la Iglesia Católica, sin costo alguno,
títulos de propiedad de los bienes inmuebles que actualmente y en
forma pacífica posee para sus propios fines". Se establece (otra
vez) la exención de impuestos, arbitrios y contribuciones para los
bienes inmuebles de todas las entidades religiosas destinados al
culto, a la educación y asistencia social.
La enseñanza religiosa es optativa en los establecimientos
oficiales y podrá impartirse dentro de los horarios ordinarios, sin
discriminación alguna. "El Estado contribuirá al sostenimiento de
la enseñanza religiosa sin discriminación alguna" (artículo 73). Ya
no aparece el imperativo de que para ser presidente, hay que ser
del Estado seglar. Pero sí que no podrán serlo los ministros de
cualquier religión o culto.
Conclusiones
a) En la época colonial pre-independiente hay una definida
posición de un estado (Reino) católico romano. La alternativa
protestante es oficialmente imposible.
b) De la declaratoria de independencia (1821) a 1871 se da
una clara injerencia de la Iglesia Católica Romana sobre el Estado
que se rige por gobiernos conservadores. La expresión más
elocuente es el Concordato de 1852.
c) El período liberal (1871 a 1944), productor de dictaduras,
por estrategia política abre la puerta a la alternativa protestante.
Se da tolerancia religiosa y eso permite la entrada de "las otras
iglesias", bajo protección legal-constitucional.
d) De las siete constituciones emitidas (sin contar las de Vallona
y de Cádiz), las dos últimas mantienen la misma tolerancia, aunque
con una sensible protección hacia la Iglesia Católica. El Estado
56
vida y pensamiento 16,2
laico al menos formalmente se mantiene.
Notas:
1 . Galeano, Eduardo, citado por. Las venas abiertas de América
Latina. México: Siglo XXI, 1 973. pp. 1 9 y 20.
2. Digesto constitucional. Revista del Colegio de Abogados de
Guatemala. Guatemala: Serviprensa Centroamericana. 1978
p. 10 (Adelante sólo Digesto)
3. Ibid. pp. 22 y 23.
4. Pineda de Mont, Don Manuel. Recopilación de las Leyes de
Guatemala, Guatemala: Imprenta La Paz. 1869. p. 13.
5. Digesto. Op. cit. p. 83.
6. Ibid. pp. 68 y 69.
7. Ibid. p. 92.
8. Ibid. p. 116.
9. Ibid. p. 127
10. Ibid. p. 126
11. Ibid. p. 149
12. Ibid. p. 158.
13. Ibid. p. 165.
14. Ibid. p. 155.
15. Pineda de Mont, don Manuel, op. cit. pp. 353 a 360.
16. Iglesia Evangélica Nacional Presbiteriana de Guatemala.
apuntes para la Historia. Guatemala: 1982. pp. 19 y 20.
17. Digesto, op. cit. pp. 168 y 169.
18. Ibid. p. 174.
19. Ibid. p. 181.
20. Ibid. p. 186.
21. Ibid. p. 189.
22. Ibid. p. 191.
23. Ibid. pp. 195, 196 y 200.
24. Ibid. pp. 211, 212, 231.
25. Ibid. pp. 239, 245 y 246.
26. Ibid. pp. 255, 260 y 264.
27. Ibid. p. 267.
28. Galicia Díaz, Lie Julio. Entrevistado por el autor. Actual
Director del Archivo General de Centroamérica.
29. Digesto. Op. cit. p. 293.
30. Op. cit. pp. 305, 306, 307.
31 . Ibid. pp. 342, 349, 356, 363 y 368.
32. Ibid. pp. 383 y 393.
33. Constitución Política de la República de Guatemala.
vida y pensamiento 16,2
57
Publicación de la Corte de Constitucionalidad. Guatemala:
Ediciones Superiores, 1995. pp 5, 9. 15. 16, 17, 22. 54. 64 y 65.
Bibliografía
1 . Digesto Constitucional. Revista del Colegio de Abogados de
Guatemala. Guatemala: Serviprensa Centroamericana. 1978.
2. Constitución Política de la República de Guatemala (en
vigencia). Publicación, con sus reformas de 1993, por la Corte de
Constitucionalidad. Guatemala: Ediciones Superiores. 1995.
3. Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de América Latina.
México: Siglo XXi, 1973.
4. Iglesia Evangélica Nacional Presbiteriana de Guatemala.
Apuntes para la Historia. Guatemala: 1982.
5. OTSCapdequi, ¿M. El Estado español en las Indias. México:
Fondo de Cultura Económica. 4a. edición, 1965.
6. Entrevista al Licenciado Julio Galicia Díaz, actual Director
del Archivo General de Centroamérica.
58
vida y pensamiento 16,2
Relación Estado-Iglesia
y su apertura al
protestantismo en Honduras
Raúl Zaldívar
Introducción
El mover de la Iglesia en estos veinte siglos ha sido trascendental
para la humanidad, pues transformó profundamente la concepción
pagana del ser humano frente a los principios negativos de la
antigüedad. Afirmó la dignidad e igualdad de todos los seres
humanos y la libertad de su consciencia frente a la organización
política. Esta concepción quiérase o no influyó decididamente el
pensamiento político.
La Iglesia protestante hace su aparición en Honduras el 30 de
mayo de 1896 con la llegada de un misionero de la Iglesia
Centroamericana. En el año de 1898 llega la Sala Evangélica a
San Pedro Sula. En 1902 La Iglesia Amigos hace su primera
Raúl Zaldívar es hondureño, teólogo y doctor en Derecho
Internacional. Actualmente es rector del Seminario Teológico de
Honduras y Secretario Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana
de Instituciones de Educación Teológica (ALIET).
vida y pensamiento 16,2
59
incursión en territorio nacional, pero se establece oficialmente en
1914 con los misioneros Heberto y Dorotea Cammack. En el año
de 1921 llega a la Costa Norte la Misión de la Iglesia Evangélica y
Reformada que por muchos años fue una de las organizaciones
protestantes más importantes del país.
De esta manera quedaron establecidas dos iglesias en la región
central y dos en el norte. Estas fueron las misiones que
evangelizaron Honduras hasta que hicieron acto de presencia otros
grupos a finales de los años 30. 1
A mediados de los años 70. se inicia el movimiento carismático
independiente, que rompe con los moldes tradicionales y crea toda
una nueva mística de trabajo que las lleva a convertirse en
megaiglesias con un poder impresionante en todos los niveles de
la sociedad. Es en este momento cuando la Iglesia Protestante se
vuelve beligerante y adquiere el respeto de los poderes seculares
y se inicia una nueva relación Iglesia-Estado, diferente a la que
tradicionalmente se había mantenido.
El presente trabajo esta dividido en dos partes fundamentales,
es a saber, los antecedente históricos de las relaciones Iglesia-
Estado, y el reto de la iglesia actual frente al Estado neoliberal.
L Antecedentes históricos
de las relaciones Iglesia-Estado
Este apartado se ha dividido para su estudio en 4 períodos: 1)
pre-independencia, 2) post-independencia, 3) liberal y de
consolidación del Estado y 4) moderno y contemporáneo.
60
vida y pensamiento 16,2
1.1 Período antes de la independencia (1502-1821)
Las relaciones Iglesia-Estado tienen su génesis aún antes de la
independencia, en la madre patria cuando ésta adopta el catolicismo
como la religión oficial. La conquista de los pueblos indígenas del
nuevo continente se efectuó en nombre de Dios,2 una forma de
legitimizar una masacre inmisericorde producto de la codicia y
ambición de hombres inescrupulosos.3 Una vez sometida la región
se dio inicio a la colonización y fue necesario la creación de todo
un aparato administrativo cuyo máximo órgano era el Supremo
Consejo de Indias.4 En el seno de esta institución surge lo que se
llamó el Derecho Indiano, es decir, el conjunto de leyes que iba a
regular la vida en las indias occidentales y por supuesto las
relaciones Estado-Iglesia quedaron muy bien delineadas en tal
legislación.5
1.2 El período post-independencia (1821-1976)
La independencia de la antiguas colonias arrastró mucho lastre
de antaño; por ejemplo, las nuevas constituciones6 reconocían en
la Iglesia Católica la rectora de la educación, administradora de los
cementerios, y objeto de pago de impuestos. Sin embargo surgió
en esa época una polémica entre una nueva generación de
políticos;7 muy influidos por las nuevas corrientes europeas sobre
la ilustración y democracia, a quienes se les llamó liberales, y los
conservadores, quienes abogaban por el status quo, se opusieron
tenazmente a las nuevas ideas y apoyaron incondicionalmente el
dominio católico.
En este contexto surge la figura de don Francisco Morazán quien
llega a ser Presidente de la República Federal de Centro América
en el año de 1929. Uno de las primeras acciones como Presidente
fue la abolición del Artículo 11 de la Constitución Federal que
proclamaba como única religión permitida la católica, apostólica y
romana y la dejaba bajo la tutela de la República.8
vida y pensamiento 16,2
61
Por virtud de este decreto se establece que todos los habitantes
de Centroamérica son libres para adorar a Dios según su conciencia
y que el gobierno nacional los protege en el ejercicio de esa libertad.9
A pesar de dicho avance, gobiernos conservadores llegaron al poder
y dejaron sin efecto tal disposición constitucional. En el caso
específico de Honduras, la polémica duró 55 años, en los cuales la
Iglesia Católica pudo sobrevivir la investida liberal.
Sin lugar a dudas la influencia católica en Honduras marcó su
historia para siempre, de ahí que la iglesia evangélica haya tenido
que esperar 100 años antes de ver los primeros frutos de su
esfuerzo en su reconocimiento por el Estado.
13 Período liberal y de consolidación del Estado
(1876-1956)
En Honduras este período inicia con la llegada al poder de Marco
Aurelio Soto y Ramón Rosa,10 quienes retoman el pensamiento de
Francisco Morazán y establecen reformas claves en la sociedad,
tales como el registro civil, el matrimonio civil, la secularización de
los cementerios, la abolición de los diezmos y primicias,
expropiación de tierras e inmuebles a la Iglesia, la abolición del
fuero eclesiástico y por supuesto la tolerancia religiosa.
Como es obvio, esto generó una reacción que dio lugar a una
franca guerra entre el Estado liberal y la Iglesia Católica que por
más de 300 años había actuado soberanamente en asuntos
eminentemente temporales. El enfrentamiento fue sin cuartel,
empero, al final los viejos odres se rompieron con el vino nuevo y
una nueva época comenzó en Centroamérica.
A pesar que la Iglesia Católica es relegada a un segundo plano
y que pierde la hegemonía sobre ciertos asuntos temporales, sigue
ejerciendo una influencia moral y espiritual en el pueblo y los
gobernantes. Recuérdese que en esta época no se conoce ninguna
otra forma de religión y que no es sino hasta 1896 que la Iglesia
62
vida y pensamiento 16,2
evangélica incursiona en territorio hondureño, empero como era
obvio tal institución no podía ejercer ningún tipo de influencia ni
competir con una organización eclesiástica consolidada. Los
primeros 50 años del Siglo XX fue una época de formación de la
Iglesia protestante en Honduras, por lo tanto su relación con el
Estado fue intrascendente.
1.4 Período moderno y contemporáneo
A partir de 1957 con la entrada al poder del Dr. José Ramón
Villeda Morales, el Estado hondureño tiene un vuelco sin
precedentes en su historia. La nación experimenta profundos
cambios sociales y económicos. Si bien es cierto la Iglesia Católica
ejerce una influencia moral y espiritual y es tomada en cuenta en
muchos aspectos de la vida nacional, también es cierto que la
Iglesia Evangélica es reconocida legalmente, es decir, se le con-
cede personería jurídica.
La doctrina liberal que contempla la libertad de cultos es puesta
en práctica y crea un clima de confianza en la Iglesia evangélica a
nivel nacional. Tanto la Constitución de la República como otro tipo
de leyes dejaron bien claro su respeto por otros cultos diferentes al
tradicional. Esta ha sido una practica observada en las
Constituciones de 1 957, 1 965 y 1 981 . En esta última el artículo 77
señala lo siguiente:
Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones y cultos
sin preeminencia alguna, siempre que no contravengan las
leyes y el orden público. Los ministros de las diversas
religiones, no podrán ejercer cargos públicos ni hacer en
ninguna forma propaganda política, invocando motivos de
religión o valiéndose, como medio para tal fin, de las creencias
religiosas del pueblo.u
Como consecuencia de esto se garantizan las libertades de
asociación y de reunión siempre que no sean contrarias al orden
público y a las buenas costumbres.
vida y pensamiento 16,2
63
A finales de los años 70 se van formando las megaiglesias a tal
grado que adquieren una notoriedad manifiesta ante la sociedad
secular y la Iglesia protestante ya no pasa desapercibida ante el
gobierno sino que es tomada en cuenta en la discusión de asuntos
menores como el Código de Familia. También los candidatos a la
presidencia de la República han sido oficialmente invitados por la
Iglesia a exponer sus planes de gobiernos y se ha orado por ellos.12
La Iglesia protestante es propietaria de un Canal de Televisión,
más de 20 radioemisoras, un periódico mensual y miembros
diseminados en las diferentes dependencias del gobierno, la banca
y la empresa privada. Dicho en otras palabras, en el período actual
existen las condiciones para que la Iglesia protestante adquiera
mayor beligerancia en materia social, sin embargo, los esfuerzos
efectuados en este sentido son aislados e improvisados, con buenas
intenciones pero nada más.13
2. El reto de la Iglesia actual frente al
Estado neoliberal
Actualmente la Iglesia intenta cumplir su misión profética en fa-
vor de la verdad y la justicia, aunque en el caso específico de la
Iglesia evangélica, ésta necesite trabajar con mayor seriedad y
compromiso sobre este tema y de esta manera orientar no solo a
los creyentes sino también a los hombres que dirigen la política
del Estado.
En este apartado se consideraran tres aspectos fundamentales:
1 ) la realidad social del Estado neoliberal, 2) la actitud que la Iglesia
Evangélica debe tomar y 3) la responsabilidad social de la Iglesia.
2.1 Realidad del Estado Neoliberal
Con el fin de la guerra fría y la caída del bloque socialista, el
mundo ha sufrido un estrepitoso cambio en menos de 10 años. La
economía de mercado ha triunfado frente al sistema de economía
64
vida y pensamiento 16,2
planificada. La iniciativa privada es la clave y los precios del mercado
son determinados por la oferta y la demanda. El mundo se encuentra
dividido en los países ricos y pobres, es decir, norte- sur, como
algunos le han denominado. El grupo de los siete14 son los mayores
accionistas de los organismos financieros internacionales15 y que
en definitiva son los que dictan las pautas económicas
internacionales a los países ubicados en el área sur, es decir los
países en vías de desarrollo.
La política de estos organismos es la de procurar la liquidez
económica de sus afiliados, para lo cual elaboran una "carta de
intenciones" que viene a ser una ley impuesta desde afuera, que
aunque no se quiera, tienen que aceptarse.16 La política hasta ahora
llevada a cabo es la de un ajuste estructural de la economía, que
va acompañada de una serie de medidas que afectan frontalmente
a los pobres del país. El Fondo Monetario Internacional17 declara
elegible a un Estado para ser sujeto de un empréstito únicamente
cuando éste ha satisfecho sus caprichos, entre los que se destacan:
liberalización de la economía, devaluación de la moneda,
privatización de ciertas empresas públicas, reducir el aparato del
Estado, subir el interés bancario, inter alia. Sin embargo, estas
medidas en la mayoría de los casos no han funcionado, sino que
han empobrecido a grados de miseria al pueblo a quien se le ha
impuesto una carga allende a sus fuerzas. A esta política económica
se le ha llamado neo-liberalismo.18
Todo lo anteriormente expuesto se encuentra agravado por el
flagelo de la corrupción, que ha traído un empobrecimiento brutal
a las grandes mayorías. Unos pocos políticos o influyentes
empresarios, valiéndose de su poder han manipulado la ley, la moral
y han delinquido en delitos de defraudación fiscal, soborno,
subvaluación de mercaderías, tráficos de influencias, hurto
descarado del erario público, etc. Esto conjugado con el
neoliberalismo inmisericorde han hundido al país a las grandes
mayorías en un profundo pozo cenagoso, violando la ley humana y
sobre todo los preceptos divinos de solidaridad.
Ante una situación de tal naturaleza no podemos quedar callados,
vida y pensamiento 16,2
65
es menester ejercer un ministerio profético de denuncia, pero sobre
todas las cosas de orientación y si es posible ir aún más allá, es
decir, crear agencias de cooperación que ayude a paliar la situación,
centros de educación superior que formen a hombres y mujeres
más consecuentes con las necesidades. La Iglesia Católica ha sido
beligerante en este sentido.19 La Iglesia Evangélica, por su parte,
pareciera vivir en el cielo, en un silencio cómplice con el cosmos
satánico, porque al predicarse a la gente sumisión irracional so
pretexto de obediencia a Dios se entra en contubernio con las
tinieblas.20 No se está afirmado con esto que la violencia sea el
camino que la Iglesia deba tomar, la vía está más bien en su papel
protagónico en la sociedad a través de los medios de comunicación,
de la participación del cristiano en las instituciones del Estado, la
empresa privada y en la política.
2.2 Hacia una nueva actitud
de la Iglesia Protestante
La Iglesia no puede ni debe quedarse callada ante esta triste
realidad de nuestro país.21 La Biblia nos muestra cómo los profetas
de Dios tomaron una actitud de denuncia ante las injusticias del
poder temporal.22 Empero los tiempos han cambiado y el ministerio
de denuncia debe efectuarse en el marco de un nuevo contexto. En
Honduras ya existe una Confraternidad Evangélica integrada por
las organizaciones eclesiásticas y para-eclesiásticas
representativas de todo el país. Esta institución debe establecer
una relación con el Estado, fundamentada, por ejemplo, en los
siguientes términos:
a. Construir un plan operativo, que señale objetivos y metas
alcanzables, que permita visualizar a la Iglesia un proyecto, de lo
contrario seguiremos improvisando y accionando de forma aislada
y desorganizada, obteniendo muy pocos resultados.
b. Formar un grupo de especialistas cristianos en las áreas como
la económica, política o social inter alfa para interpretar
correctamente el acontecer nacional y para pronunciarse sobre una
66
vida y pensamiento 16,2
base científica y responsable en nombre de la Iglesia a la sociedad
cristiana en particular y al pueblo en general y de esta manera
orientar a la opinión pública con credibilidad y respeto.
c. Crear un órgano informativo escrito que circule en todas las
esferas de la sociedad y que incluya al gobierno, con el objeto de
dar a conocer en esas esferas el pensamiento social de la Iglesia
protestante desde una perspectiva eminentemente bíblica. Este
trabajo deberá efectuarse en una forma científica, racionalmente
estructurada y desde una perspectiva bíblica para que gane
credibilidad y prestigio ante propios y extraños.
d. Establecer un canal de comunicación entre la Iglesia
Evangélica y el gobierno del país para abordar temas que afectan
a la sociedad. La Iglesia evangélica representa un número mayor
al 20% de la población, de ahí que nos hayamos ganado el derecho
de discutir los problemas que nos atañe a todos.
e. Difundir a través de todos los medios masivos de comunicación
cristianos y no cristianos el pensamiento social de la Iglesia. Esto
es clave porque crea una conciencia en el pueblo de como enfrentar
nuestra realidad con responsabilidad y madurez cristiana.
La Iglesia Evangélica de Honduras y de todo América Latina
debe ser una fuerza beligerante, empero respetuosa de las leyes
humanas aunque sean injustas, utilizando el diálogo como el
mecanismo civilizado para llegar a acuerdos. El pueblo necesita
saber que está bien representado y que existe alguien que defiende
sus derechos. La Biblia reclama el respeto a la dignidad humana,
reclama la coexistencia pacífica y los derechos inalienables de las
personas, por lo tanto es hora de dejar a un lado los celos
denominacionales, no obsesionarse por números sino en ser fieles
embajadores de Dios, luminares en medio de una generación
maligna y perversa, sal de una humanidad desabrida. El cometido
impuesto a la Iglesia es grande, tenemos que asumirla o pasar a la
historia como incapaces.
vida y pensamiento 16,2
67
3. Resultados de la participación social y
política del cristiano
El punto a discutir en esta sección son los beneficios concretos
que traería a los creyentes la participación responsable en los
asuntos del Estado tanto en materia social como política. En primer
lugar abordemos lo referente al área social. En este respecto el
beneficio puede bifurcarse en dos vertientes, una teórica y otra
práctica. En la primera tiene que ver la conciencia del creyente
acerca de su responsabilidad frente a su prójimo necesitado, tiene
ver con el compartir sus bienes y tiempo con los desposeídos y
que a su vez sirva como un ente concientizador de otros. Esta
conciencia se adquiere a través de lo mencionado anteriormente,
campañas publicitarias, un boletín formativo e informativo, ínter alia,
pero sobre todas las cosas con el testimonio e influencia del líder
religioso.
La segunda, tiene que ver con el involucramiento directo con las
obras de desarrollo social en materia de educación, salud, desarrollo
de programas agrícolas, etc. Para esto se requiere fundar una
organización, captar recursos usualmente en el exterior y desarrollar
programas en este sentido. Existen ya iglesias que apoyan
abiertamente este tipo de participación en favor de los necesitados,23
sin mencionar por supuesto a las agencias norteamericanas como
Visión Mundial y World Relief o Caritas en la Iglesia Católica.
Este trabajo debe coordinarse con el gobierno para que tenga
mayor efectividad, es ahí precisamente donde la Iglesia evangélica
se conecta con el Estado para beneficios a la comunidad. En este
respecto se puede afirmar que existe una apertura del gobierno y
del sector privado en colaborar en proyectos conjuntos con la Iglesia
evangélica. Un paradigma de lo anterior es el famoso Proyecto
Victoria24 en el cual ha habido una colaboración abierta del Estado
para el funcionamiento del mismo.
Finalmente, el área política, la cual ha sido ampliamente
cuestionada en casi todos los círculos de la Iglesia evangélica en
el pasado está levantando una serie de objeciones. Quizás la más
68
vida y pensamiento 16,2
común de ellas es a la que se refiere Jaime Ortíz25 cuando expresa:
Se objeta la participación del cristiano en política diciendo
que esta es cosa sucia ... imaginémonos, en respuesta a tal
posición, que el Dios santo hubiera resuelto no enviar a su
hijo a asumir la humanidad nuestra por la suciedad y maldad
del hombre. Su grandeza moral sería tan bella como inútil...26
Esta es una de las objeciones más comunes que la Iglesia ha
levantado, empero, la respuesta de Jaime Ortíz parece muy
acertada. En el caso de Honduras, existe una apertura por parte
de la legislación para cualquier ciudadano sin importar su credo, a
que participe en política.
Las ventajas de la Iglesia sería participar directamente en las
esferas de poder con el objeto fundamental de influir con la Palabra
de Dios en la toma de decisiones, y crear así un clima propicio
para la expansión del reino de Dios.
En la actualidad hay muchos critianos dentro del engranaje del
Estado, quizás el cargo más alto que han desempeñado hasta el
momento es el de diputado y desde allí se ha hecho contribuciones
muy importantes como la de lograr que el Congreso de la República
decretara el último domingo de setiembre como día nacional de la
Biblia e introducir el pensamiento cristiano en las leyes que aprueba
el Congreso Nacional, ya sea en forma directa o solicitando una
opinión a los representantes de la Iglesia.
A pesar de contar con muchas personas en el sector público no
ha habido dentro de la Iglesia protestante un ente que coordine
esfuerzos en las más altas esferas y que opere bajo un plan
operativo previamente diseñado que obedezca a políticas concretas
que redunden en beneficio de la Iglesia en General.
Para finalizar, es importante decir que el Estado realmente
necesita el concurso de cristianos y cristianas de estatura espiritual
que influyan en las tinieblas con el mensaje de Cristo, pues quien
necesita el médico es el enfermo y la luz no se pone debajo del
vida y pensamiento 16*2
69
almud. El riesgo que se corre es grande, la tentación es atractiva,
pero el que no se atreve no tiene postoidades, de ahí que se
necesite personas de profundas convicciones y, sobre todo con
conciencia de su papel como ente transformador.
Conclusiones generales
1 . La relación Iglesia - Estado ha sido una constante en la historia
de Centioamérica desde épocas pretéritas a la independencia. En
el descubrimiento, para definir los derechos de propiedad de la
Corona a través de la Bula ínter cohetera de Alejandro VI. En la
conquista, para legrbmizar un genocidio brutal de indos so pretexto
de ser salvajes y herejes. En la colonia, para avasalar moral y
espiritual mente a todo un pueblo y de esta manera consolidar el
poder del imperio.
2. Los hijos de los españoles, llamados criollos, no pudieron
sacudirse el yugo de la tradición y plasmaron en la carta magna de
la República Federal de Centro América en su Art 1 1 una única
religión y le dieron el control de la educación, registro de las perso-
nas, cementerios y se les hizo sujeto de pago de impuestos bajo el
nombre de diezmos y primicias.
3. Surgió en América Central una nueva generación de políticos,
que, influenciados por el Hberaltsmo que estaba en boga en Europa,
reaccionaron en contra del poder de la Iglesia Catófca, iniciándose
de esta forma una tremenda lucha que duró varias décadas.
4. Al final, los odres viejos se rompieron con el nuevo vino y la
reforma liberal triunfa, primero en Guatemala con Justo Rufino
Barrios y luego en Honduras con Marco Aureio Soto en 1876. Con
la victoria del liberalismo, le son retirados todos tos privilegios a la
Iglesia Católica y se siembra el germen del capitalismo que i» a
consolidarse a principio del siglo XX con la legada de las compañía
bananeras.
70
vida y pensamiento 16,2
5. En 1896 la Iglesia protestante incursiona en territorio
hondureño y se inicia una controversia con la Iglesia tradicional
que iba a desembocar en persecución e injusticia. Iban a pasar
muchos años antes que el gobierno reconociera jurídicamente a la
Iglesia evangélica.
6. Los primeros 75 años de la Iglesia Católica en Honduras,
pueden considerarse como formativos en los cuales si bien es cierto
es reconocida, ésta no tiene mayor presencia en la sociedad
hondureña y su participación en los asuntos del Estado es casi
nula.
7. A finales de los años 70 la Iglesia protestante experimenta un
crecimiento espectacular y como consecuencia adquiere
radioemisoras, televisoras, periódicos, construye edificios
importantes, funda instituciones de educación primaria y secundaria
que adquieren prestigio en la sociedad y como aparejada
consecuencia gana credibilidad y comienza a ser tomada en cuenta
por el Estado.
8. Jurídicamente existe una apertura del Estado hondureño hacia
la Iglesia protestante, el mismo hecho de autorizar más de 30
frecuencias de radio y otras tantas de televisión es un testimonio
muy elocuente.
9. Resulta insuficiente la labor que la Iglesia Protestante ha
efectuado en materia de concientización y de orientación a los
creyentes y al pueblo en general. No existe todavía una postura
oficial de la Iglesia sobre la realidad del Estado Neoliberal que afecta
a toda la sociedad. Esto denota un vacío de liderazgo que a la
postre perjudica a toda la comunidad de fe.
10. La participación de la Iglesia protestante en los asuntos del
Estado, ha sido hasta la fecha desorganizada y aún muy débil debido
a la falta de un plan operativo y de una organización que entienda
la trascendencia de dicha participación.
vida y pensamiento 16,2
71
1 1 . Existe la plataforma y las condiciones para que la Iglesia de
Honduras consolide una fluida relación con el Estado y convertirse
en sal de la tierra y luz del mundo, sólo se necesita voluntad política
e inversión de recursos humanos y económicos que ya existen.
Notas
1. Para mayor información sobre la formación de la Iglesia
evangélica en Honduras, Vide. López, Mario. Historia y Misión
del Protestantismo Hondureno. (Visión Mundial, Costa Rica,
1993), p. 47 y ss.
2. Historiadores como Lewis Hanke sostiene que la conquista
española fue mucho más que una extraordinaria hazaña militar,
observa que fue uno de los mayores intentos que ha presenciado
el mundo para que prevalezcan los criterios cristianos en las
relaciones entre las gentes. Vide. Hanke, Lewis., La lucha
española por la juticia en la conquista de América. (Madrid: Ed.
Aguilar, S.A., 1967), 2da. edición.
3. En este sentido Enrique Dussel se pronunció en los siguientes
términos: "The Spanish invasión and conquest led to the total
desintegration of the indian world ... the hispanic concept of life
destroyed the basic foundation of the indigigenous
cosmology ..." Vide. Dussel, Enrique., A History oí the Church
in Latín America. (USA: William Eerdmans Publishing Co.), p.
41-42.
4. El Consejo Supremo de Indias era un órgano consultivo, una
asamblea, un tribunal, un órgano administrativo y una academia
de estudios. Estaba compuesto de tres departamentos: dos
departamentos de gobierno de 11 miembros cada uno y un
departamento de justicia con 7 magistrados. Para mayor
información Vide. Schafer, Ernesto., El Consejo Real y Supremo
de Indias. (Tomo I, Sevilla. 1935); Gildas, Bernard., Le Secréta-
riat d'Etat et le Conseil Espagnol des Indes. (Genéve: Libraire
Droz, 1972).
5. Según el Derecho Indiano la jurisdicción eclesiástica del
Obispo tenía estrictamente que coincidir con los límites del
funcionario político nombrado por España, de ahí que, en
muchos problemas territoriales de América Latina se
presentaron pruebas de jurisdicción eclesiástica para comprobar
la jurisdicción política.
72
vida y pensamiento 16,2
6. El Acta de independencia de C.A. de 15 de septiembre de
1821 dejaba claro ínter alia que la religión oficial del Estado
era la Católica. La primera Constitución del Estado federal se
promulgó el 22 de noviembre de 1824 donde se consagraba
jurídicamente la hegemonía de la Iglesia romana. Honduras
como Estado afiliado a la federación adoptó su primera
Constitución en 1824 siguiendo la misma línea que la federal
en lo que ha materia religiosa se refiere. En 1838 se desmembra
la unión y Honduras adopta en 1839 una nueva Constitución
como Estado unitario la que sigue la misma tendencia que las
anteriores y asi sucesivamente en \as Constituciones de 1848
y 1865. Fue en la Constitución de 1873 que dejo bien claro lo
de la libertad de cultos. Vide. Mariñas Oterio, Las Constituciones
de Honduras. (Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica, 1962).
7. Entre los que destaca Francisco Morazán. Vide. Montes,
Arturo., Morazán y la Federación Centroamericana.
(Tegucigalpa: Alin Editora, 1992), 2da. edición.
8. Decreto citado por Ortega, Ramón, Morazán, Laurel sin
Ocaso. (Tegucigalpa: Litográfico Hondupack), p. 350.
9. Es importante destacar que hubo una reacción muy fuerte
del grupo denominado los conservadores, de ahí que esta
libertad se vió reducida al culto privado. Ibid., p. 350.
10. El aparato institucional del Estado capitalista en Honduras
experimenta un movimiento fundamental en su proceso de
consolidación a partir de la gestión política de estos dos
hombres, quienes son los portavoces de la ideología liberal y
de la modernización capitalista de la estructura económica y
social del país, de ahí que este período puede ser considerado
como un buen punto de partida para trazar la evolución del
aparato estatal hondureño. Para mayor información Vide. Posas,
Mario y Del Cid, Rafael., La Construcción del Sector Público y
del Estado Nacional en Honduras. 1876 - 1979. (Costa Rica:
Edit. Universitaria Centroamericana -EDUCA- 1981), p. 9 yss.
1 1 . Art. 77 y 78 de la Const. de 1982.
12. La Iglesia Cristiana Vida Abundante ha llevado a los
aspirantes presidenciales a su auditorian en las dos últimas
elecciones.
13. Algunos de los esfuerzo aislados que se pueden mencionar
entre es otros es el de la FTL, que dió sus primeros pinimos al
auspiciar una conferencia sobre la participación del cristiano
en la política en 1993, ésta conferencia se llevó a cabo con el
concurso de varios cristianos que participaban en política. En
este mismo sentido, el SeminarioTeológico de Honduras realizó
un simposio sobre este mismo tema en 1995. En esta ocasión
el invitado era un diputado al Congreso Nacional de influencia
cristiana y un teólogo hondureño. El diputado desafio a los
vida y pensamiento 16,2
73
cristianos a participar activamente en polítca y sentar un
precedente de honestidad y justicia.
14. El grupo de los 7 esta formado por los Estados Unidos,
Canadá, Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Japón.
15. El sistema utilizado por estos organismos es el de voto
ponderado, es decir, que el país que tiene mayor acciones, tiene
mayor poder de decisión, de ahí que, los países del grupo de
los 7 sean aquellos que dicten las pautas económicas del
mundo.
16. Ha habido una nutrida discusión en el sentido de si la carta
de intensiones lesiona o no la soberanía de los Estados. En tal
sentido, se puede aseverar que jurídicamente no lo hace aunque
técnicamente si la lesiona.
17. El F.M.I. se configura como una institución capaz de prestar
liquidez internacional a los países que precisaren solucionar
desequilibrios coyunturales de la balanza de pagos y como
institución que hace cumplir lo que se establece como código
monetario internacional. Vide. Zaldívar, Raúl. El Orden
Económico Internacional y El Sistema Monetario y Financiero
Internacional. (Trabajo no publicado. Universidad de Barcelona,
1990). p. 4 y ss.
18. La idea fundamental del liberalismo es la libertad, pero que
como muy bien asevera la Conferencia Episcopal de Honduras,
es una concepción del hombre en la cual él se basta a sí mismo
y como corolorio es independiente de Dios. Como móvil de la
actividad económica no reconoce otro que la utilidad personal,
de ahí nació el capitalismo. El Neo liberalismo mitigó mucho de
los principios del liberalismo clásico, admitiendo cierta
intervención del Estado en lo económico, pero en el fondo se
fundamenta en la falsa concepción del hombre; su
independencia de Dios. León XIII condenó el Liberalismo en su
encíclica "libertas" y en su célebre "Rerum Novarum" publicada
el 15 de mayo de 1891. 40 años después Pió XI se encuentra
con que el capitalismo liberal ha avanzado enormemente y de-
cide orientar a la Iglesia con su encíclica "Quadragessimo Anno"
pronunciándose en el mismo sentido que León XIII. Sobre este
interesante tema Vide. Conferencia Episcopal de Honduras ...
Op.cit., p. 83 y ss. Las aseveraciones efectuadas por la Iglesia
Católica se consideran muy acertadas, pues analizando los
desafios del neo liberalismo para el siglo XXI, como ser, (1)
adecuada gestión macroeconómica y promoción del crecimiento,
(2) Competitividad e inserción en los mercados internacionales,
(3) Desarrollo productivo y tecnológico, (4) Promoción de
competencia y calidad de gobiernos, se concluye, que es un
sistema humanista, donde lo que importa es el lucro. Vide.
Rosales, Osvaldo., "América Latina: Temas de la Agenda
74
vida y pensamiento 16,2
Económica. 1990", Una mirada hacia el siglo XXI. (Venezuela:
Nueva Sociedad/UNESCO, 1995), p. 31 y ss.
19. Como es obvio, hay que pagar un precio y a veces es un
precio muy alto por efectuar un ministerio de tal naturaleza. Con
el advenimiento del gobierno militar de López Arellano en 1972
creció en el país una inconformidad , especialmente en región
de Olancho. El Padre Ivan Betancourt, de origen colombiano,
lideraba el movimiento social de la Iglesia en el área. Los
terratenientes y militares se sintieron amenazados ante el
ministerio de denuncia de la Iglesia, de ahí que se originó una
matanza sin cuartel que cegó la vida a muchos dirigentes
campesinos y a líderes religiosos como el mismo Betancourt y
el Padre Casimiro que fueron masacrados sin misericordia en
1975 en el célebre crimen de los Horcones. La radio católica de
la ciudad de Progreso fue cerrada temporalmente en 1979, el
Padre Guadalupe Carney fue expulsado del país y la Iglesia fue
perseguida. En esa época la doctrina de la seguridad nacional
importada de la Argentina era el pan nuestro de cada día en el
seno de las fuerzas armadas y todo esto se vió agrabado con
el triunfo del sadinismo en Nicaragua y la guerra civil en El
Salvador, lo que género un miedo en el sentido que Honduras
sufriera una revuelta, de ahí que, castigó cualquier voz de
protesta que se levantará contra el régimen. Para mayor
información sobre este período Vide. Tojeira, José María,
Panorama histórico de la Iglesia en Honduras. (Tegucigalpa:
CEDOH, 1990), 2da. ed., p. 193 y ss.
20. La Iglesia evangélica dividida en denominaciones y
enfrascada en un delirio numerológico y el poder que todo eso
engendra parece haber olvidado una de las sagradas funciones
de su misión, cayendo de esta manera en acto de
irresponsabilidad social contrario a todas luces al modelo bíblico,
especialmente veterotestamentario. Los intentos hasta ahora
llevados a cabo han sido por parte de instituciones para -
eclesiásticas como la Fraternidad Teológica Latinoamericana
(FTL) o Visión Mundial Internacional que ha publicado una serie
de libros con alto contenido social desde una perspectiva bíblica
- latinoamericana. Las organizaciones de pastores poco o nada
han hecho al respecto y el pueblo no ha sido orientado
debidamente.
21. Es menester reconocer que la Iglesia protestante no ha
estado callada totalmente. Ha sido llamada a participar en
aspectos periféricos como dar su opinión sobre Código de la
Niñez, lo cual nos parece muy importante y un buen comienzo.
También ha habido una aproximación con el Ministerio de
Gobernación y Justicia con el objeto de inquirir sobre las razones
del gobierno por no conceder personoría jurídica a las
vida y pensamiento 16,2
75
instituciones eclesiásticas. También se han organizado
desayunos donde se les ha predicado el evangelio a personeros
del gobierno. Todo estos intentos nos parece excelentes, pero
todavía muy rudimentarios y desaorganizados. Es necesario
construir el plan político de la Iglesia frente al gobierno y
ejecutarlo para lograr metas concretas y sobre todo darlo a
conocer al pueblo para que ore y lo apoye económicamente.
22. Sobre la participación del Profeta Jeremías en los asuntos
del Estado judío Vide. Janse, A., Qué es la Política Cristiana
Frente al Mundo. (Barcelona: FELIRE, 1990), 2da. ed, p. 23. Aquí
se menciona los pasajes del específicos.
23. En el caso de Honduras, una de la Iglesias que ha
sobresalido en este sentido ha sido la Iglesia de Santidad en
Transformación, quienes han desarrollado un ministerio social
a través de una institución que han fundado y que le han llamado
INTEGRA en donde brindan servicios médicos, consejería y
desarrollo integral. A nivel de miembros, estos se han
involucrados en programas sociales como ser el programa de
prevención del SIDA, o creando agencias de desarrollo. El pas-
tor Guillermo Jiménez ha sido clave en la concientización de
esta Iglesia.
24. Este es un proyecto fundado por Mario Fumero cuyo objetivo
fundamental es la recuperación del alcohólico y drogadicto en
un ambiente cristiano. El mismo ha adquirido un prestigio a nivel
de todas las esferas del país.
25. Jaime Ortíz fue por muchos años Rector del Seminario
Bautista de Medellín y Presidente de la ALIET. También uno de
los primeros evangélicos en participar con éxito en política
llegando a ser Senador de la República de Colombia con buen
suceso.
26. Existen otras objeciones que menciona el Prof. Ortíz como
ser los riesgos éticos que implica el compromiso de participar
en política, otro que señala es la de interpretar erróneamente
la doctrina de la separación entre el Estado y la Iglesia. Para
mayor información Vide. Ortíz, Jaime., "Perspectiva Bíblica del
Estado, la Democracia y el Poder Político", Boletín de la ALIET.
p. 8-10.
76
vida y pensamiento 16,2
Matices históricos del
protestantismo en el Perú
Catalina Santos
Introducción
Para entender los cambios que se dan en el país y la relación
entre el Perú legal y el real, tenemos que diferenciar el aspecto
privado de la religión y su función pública. Hasta 1933 el Perú
funcionó como un Estado Confesional; la condición para ser
ciudadano era ser católico. De esta forma las mayorías se sintieron
incorporadas a través de la propuesta del nacional catolicismo: si
somos católicos somos peruanos. Tal configuración estatal
respondió a una visión aristocrática de la sociedad que jerarquiza
a sus integrantes en función de sus orígenes raciales, familiares y
ocupacionales. Una de las consecuencias de este ordenamiento
institucional es la exclusión del acceso a la educación que tienen
los estamentos subalternos.
Catalina Santos es ecuatoriana, graduada del progrma de
Licenciatura en Teología del SBL y actualmente profesora en la
Comunidad Bíblica Teológica (CBT) de Perú.
vida y pensamiento 16,2
77
1. Las disidencias religiosas
Entre las disidencias que se dan en esta época están los
protestantes o evangélicos1 que son grupos pertenecientes a los
estamentos subalternos insatisfechos con su condición social y
que buscan por todos los medios el acceso a una mayor educación.
Estos sectores se fueron conformando lentamente desde finales
del siglo pasado, en respuesta a la inicial invitación proveniente
principalmente de misioneros anglosajones.
Fruto de ello es el origen de una red de "obreros nacionales"2
que van desarrollando un liderazgo entre los sectores migrantes y
marginales de las grandes ciudades y del campo. Entre ellos están
los que recorren el territorio nacional como colportores3 de las
Sociedades Bíblicas Británica y Americana o simplemente como
obreros nacionales. Su trabajo se realiza en las peores condiciones,
en la mayoría de los casos sin garantía de ingreso económico
estable, y en medio de un contexto adverso, caracterizado por la
hostilidad a menudo violenta de grupos azuzados por sacerdotes
católicos. (Cf. Kessler 1993: 150; Barrera 1993: 50,51, 130-132;
Paredes 1 980: 1 1 4). 4 La evangelización del Perú y la hostilidad del
adversario, es decir la Iglesia Católica que actuaba desde el poder,
hizo que estos obreros dieran poca importancia a sus
contradicciones con los misioneros.
La propuesta evangelizadora de los protestantes abre la
posibilidad de que sectores subalternos rompan con el orden
tradicional. De esta forma perciben la conversión como el comienzo
de una nueva vida, lo que va a dar un sentido distinto a la existencia,
asumiéndose un nuevo rol en una sociedad caracterizada por su
carácter excluyente y agobiante para los sectores pobres.
Los misioneros protestantes
La presencia formal de misiones y misioneros anglosajones se
da a partir de 1880,5 y desde un principio se presentó como un
78
vida y pensamiento 16,2
fenómeno diverso y heterogéneo.6 Sus variantes se relacionan
con sus distintos contextos de origen así como sus referentes
externos y las diferentes estrategias que utilizan. También se
diferencias en sus énfasis doctrinales, sus identidades de género y
su actitud respecto a la modernidad.7
Existen distintas interpretaciones sobre la presencia misionera
entre las que destacan los enfoques que los presentan de manera
positiva. Esto se ve generalmente en los enfoques apologéticos de
las denominaciones que ellos fundaron o en los escritos de los
mismos misioneros. Están también las teorías conspiratorias que
ven en ellos a simples instrumentos de la penetración capitalista.
Esta perspectiva adquiere relevancia en este siglo a partir de la
década del 60 en un contexto de polarización ideológica. Las raíces
de esta crítica, como menciona Bastían, "raras veces se pregunta
por que los sectores... (subalternos)... optan por la disidencia
religiosa y qué es lo que hacen con ella" (Bastían 1990: 12).
2. Periodización del protestantismo
Primer Período: 1880 a 1930. Va desde la llegada de los
misioneros y la constitución de redes de respuesta formadas por
un liderazgo nacional. Son intentos por establecer el protestantismo
en un contexto de implacable persecución. Uno de los énfasis
mayores se dio a la lucha por el reconocimiento de la tolerancia
religiosa.
Segundo Período: 1930 a 1945. Es un tiempo de crisis
misionera y búsqueda de institucionalización del protestantismo.
El período termina al finalizar la segunda guerra mundial, que es
cuando se da un nuevo auge misionero y la proscripción de la
expresión pública evangélica.
vida y pensamiento 16,2
79
Tercer período: 1945 a 1967. Se inicia con la inauguración de
un nuevo modelo misionero más moderno. Se pone énfasis en un
proyecto de unificación del protestantismo que no prosperó.
Caracterización del protestantismo emergente
1880-1945
(Primer y segundo períodos)
relación red educar relación
denomi- campo Pastor
nacional ciudad Laico
Metodistas
Iglesia Libre
de Escocia
Peregrino
Nazarenos Pastor
Misiones
colaboradoras
de la IEP
Asambleas
de Dios * ? * Pastor
Adventistas ? *
Con respecto a la relación denominacional las misiones tienden
a reproducir, con pocas variantes, los estilos organizativos de sus
denominaciones de origen. La red campo ciudad ubica a los grupos
evangélicos que logran articular grupos de referencia entre las zo-
nas periféricas de la sierra y los centros urbanos de la costa. En
este grupo sobresale la Iglesia Evangélica Peruana que partiendo
de un grupo de convertidos de origen provinciano congregados en
la calle Negreiros de Lima, establece vínculos con los asientos
mineros de todo el país y de estos hacia los pueblitos de los
80
vida y pensamiento 16,2
trabajadores mineros-campesinos a lo largo del Ferrocarril Cen-
tral. (Paredes 1980: 126 citando a Ritchie 1946: 36-37, Kessler
1993: 151).
En el caso de los adventistas la articulación campo ciudad se
da paulatinamente primero en las zonas aymarás más alejadas
hacia Juliaca con la creación del Colegio Normal (Kessler 1993:
236) y a partir de 1955 hacia Arequipa y Lima con la migración de
los aymarás. Entre los nazarenos se nota en la articulación Jaén,
Cajamarca, Chiclayo. Respecto a las Asambleas de Dios hacen
falta estudios que profundicen si esto se dio entre la alta serranía
ancashina y Trujillo (Zabala 1989: 74). Llama la atención, sin em-
bargo, la labor que tienen los predicadores quechuistas ancashinos
en la propagación de la fe evangélica entre sectores quechuas de
Junín, Huancavelica y Ayacucho (Zabala 1989: 78). A pesar de las
diferencias un elemento común de todos es su relativo éxito entre
sectores marginales de la sierra.
El asunto de la Educación fue muy importante para las
sociedades protestantes. Los metodistas y presbiterianos buscaron
con ello llegar mayormente a los grandes centros de población y a
los estratos ascendentes con tendencias modernizantes. Se
intentaba crear una mentalidad protestante. Sus máximos
representantes fueron Wood y Mackay. El modelo encuentra sus
límites en el disloque colegio-iglesia y en el limitado desarrollo de
un liderazgo religioso. La otra tendencia fue la que ligó la labor
educativa al trabajo evangelístico y exclusivamente eclesial. Entre
ellos están las misiones Nazarena, Asambleas de Dios y
Adventistas. Su ubicación en estratos marginados hizo que la
educación ministerial formara parte de un proyecto alfabetizador.
En este grupo el trabajo educativo de los adventistas con la
población de la zona del lago es incomparable, ya que en realidad
los misioneros abrazaron un proyecto de los mismos aymarás (Teel:
1 989: 256). Los adventistas van a su vez configurándose como el
contra modelo, en tanto que integran la vertiente urbana con la
fundación del Colegio Unión en 1919 (Kessler 1993: 242).
vida y pensamiento 16,2
SI
Un tercer grupo puso un mayor énfasis en la educación informal
o popular mediante impresos, folletos, revistas y hojas volantes tal
como es el caso de Ritchie, líder misionero fundador de la IER
Esta variante tiene éxito en sectores que si bien eran alfabetos
(Valle del Mantaro), querían "aprender más" de lo que el
ordenamiento social les ofrecía.
En cuanto a la relación laico-pastor las iglesias impulsan la
formación ministerial, como es el caso de los nazarenos y de las
Asambleas de Dios y los adventistas. Los otros grupos ven con
desconfianza la promoción masiva de líderes religiosos nacionales.
El ejemplo típico es la Iglesia Evangélica Peruana. (Kessler 1993:
164-166)
3. Segundo período 1930-1945
Estos modelos eclesiales entran en una crisis económica y de
legitimidad alrededor de 1930. La crisis financiera se origina en la
depresión económica mundial. Los metodistas por ejemplo se vieron
obligados a recortar la financiación del trabajo eclesial y no el
educativo (Kessler 1993: 94). La crisis de legitimidad está
relacionada a las primeras manifestaciones internas de ideas
nacionalistas en diferentes iglesias.
El reto de la crisis económica y el cuestionamiento de legitimidad
se asume a través de la preparación ministerial y la
institucionalización de iglesias nacionales, aunque todavía bajo el
control de los misioneros.9 Tenemos como ejemplo el caso de la
creación del Instituto Bíblico Peregrino en 1 936, y el Instituto Bíblico
Rural de las Asambleas de Dios en Huaraz en 1933 y el Instituto
Bíblico Pentecostal en Lima en 1935 (Zabala 1989: 77) Es
importante subrayar el carácter andino que el movimiento evangélico
va adquiriendo y que se hace público en la inauguración del primer
templo evangélico de la IEP en Lima en 1930, con la llegada de
una representación de 33 delegaciones en "su mayoría de gente
serrana" (Barrera 1993: 259).
82
vida y pensamiento 16,2
En 1933 se logra el reconocimiento de la libertad religiosa que
facilitó la creación de un movimiento evangelizador liderado por la
juventud de la IEP en los principales parques de la ciudad de Lima:
el Parque Universitario, la Plaza Dos de Mayo, la Plazuela de la
Municipalidad del Rímac y la Plazuela de Miraflores, Plaza de Acho,
Paseo de la República Parque de la Reserva y Parque Universitario
(Barrera 1993: 125 y 133). Estas reuniones se denominan Aires
Libres y ejemplifican el afán de un grupo de migrantes andinos de
fuertes vínculos rurales por saltar al escenario público. Dicha
presencia fue considerada como una amenaza por parte de la
Acción Católica, que desató una presión organizada que concluye
con el Decreto del Presidente Pardo con el que se prohibió el
ejercicio público de todo culto que no sea católico. Sin embargo
algunos evangélicos retaron tal disposición por lo que fueron
encarcelados y hasta golpeados (Barrera 1993: 134). 10 De esta
forma a escasos 8 años del reconocimiento de la libertad religiosa
un grupo de creyentes de raíces sociales subalternas son obligados
a limitarse al ejercicio privado de la religión, cortándose así su
intención de alcanzar una presencia visible.
Paralelamente a esta situación se crea el Concilio Nacional
Evangélico en 1940 por iniciativa misionera como una manera de
hacer frente común a lo que creían iba a ser su inminente salida
del Perú (Kessler 1 993: 1 99). Pero las motivaciones para tal iniciativa
tenían que ver también con la toma de conciencia de los misioneros
extranjeros sobre la vulnerabilidad de su posición. El recurso a las
ideas nacionalistas no estaba únicamente fuera de sus espacios
eclesiales sino dentro de ellos. Sus esfuerzos por dar organicidad
funcional a las nacientes iglesias, la preparación de un liderazgo
que asumiera el trabajo pero que al mismo tiempo se sujetara bajo
el control misionero y la desconfianza de promocionar a los
nacionales capacitados, reflejaban las contradicciones de los
extranjeros que proponían un modelo democrático bajo su control.
En eso los adventistas aparecen nuevamente como el contra
modelo. Ellos no se distraen en la contradicción misionero-nacional,
ya que están imbuidos en la reivindicación de un significativo grupo
étnico donde todos tenían espacio.
vida y pensamiento 16,2
83
A manera de conclusión
A pesar de la diversidad de grupos protestantes que emergen a
partir de las propuestas misioneras, son varias las cosas que los
identificaron. Son sectores mayoritariamente marginales del campo
y migrantes de la ciudad; son a la vez sectores ascendentes que el
orden aristocrático había excluido; tuvieron que hacer frente a la
hostilidad de la Iglesia Católica y estuvieron subordinados al con-
trol misionero, en cuanto a la toma de decisiones y al aspecto
económico, aunque con el tiempo fueron explotando el potencial
democrático del protestantismo que ayudó a enfrentar los mismos
misioneros y a fortalecer un liderazgo nacional.
Notas
1. En el presente trabajo usaremos estos términos como
sinónimos.
2. Término que designa a los más entusiastas de entre los
primeros convertidos a la fe evangélica en América Latina y que
se dedican a la labor evangelizadora al lado de los misioneros
anglosajones. Parece ser que la expresión tiene ciertas
connotaciones artesanales de raíces agrarias: la obra que se
realiza con empeño, exige grandes sacrificios, no tiene horario,
pero al mismo tiempo se pueden observar los frutos como en
una cosecha.
3. Agentes vendedores de Biblias que desempeñaron su labor
mayormente a fines de mes, en la época de pago de los sectores
asalariados (Paredes 1980:103). No todo fue intercambio
mercantil, ya que en ocasiones también donaban Biblias. Más
tarde recurrieron a los pequeños impresos evangelizadores y
posteriormente a las revistas (cf. Paredes 1980: 107-108).
4. Se ha dicho que el 95% de los colportores pertenecían a la
IEP. (Barrera 1993: 132)
5. Entre ellas están la Iglesia Metodista, Iglesia Libre de
Escocia con sede en Edimburgo, la Unión Evangélica en
Sudamérica, Unión Misionera para Regiones Lejanas, Alianza
84
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Cristiana y Misionera, Asambleas de Dios, Adventistas, entre
otros, (cd. Kessler 1993: 13)
6. En términos generales se ha usado la clasificación que los
ubica en dos grupos: Misiones con base Eclesiástica y las
Misiones de Fe. Las primeras tendrían base diversa. Así mismo
se identificó a las primeras con las Iglesias históricas y a las
segundas con las llamadas fundamentalistas. Sin embargo, esta
tipología peca de esquematismo ya que no todas las misiones
que dependen de iglesias constituidas son históricas, como
tampoco da cuenta de las contradicciones y variantes dentro
de un mismo tipo en el transcurso del tiempo. En síntesis esta
clasificación dualiza un fenómeno diverso y plural (Bastían 14).
7. Para entender esta diversidad es importante la contrucción
de una tipología que dé cuenta de las diferencias existentes
entre los misioneros. Por ejemplo atendiendo al lugar de
procedencia, Estados Unidos (variando según la zona),
Inglaterra y Escocia, además de las otras variables en juego.
8. La periodización y caracterización pertenecen a la autora.
9. Hacen falta estudios que analicen comparativamente los
procesos de institucionalización de las iglesias evangélicas en
el Perú. Ello nos daría luz respecto a la complejidad de las
negociaciones nacionales/extranjeros y laicos/pastores. El caso
de la IEP es interesante, en donde se evidencia la creatividad y
visión de Ritchie, quien promovió una organización capaz de
neutralizar tanto el control misionero como el del liderazgo
religioso, (cf. Kessler 1993: 162-165).
10. Este decreto tienen una vigencia formal de 23 años
lográndose su anulación por la iniciativa del Senador Ferreira,
representante evangélico por Cerro de Pasco en 1 968. Vigésima
Octava Asamblea Informe Anual de la Asamblea del Concilio
Nacional Evangélico del Perú Huampaní. Enero de 1968, pp.
27 a 30.
Bibliografía
Barrera, Saúl. Orígenes y desarrollo de la Iglesia Evangélica
peruana. (Lima: CBT, CEDEPP, 1993).
González, Eloy. Presencia Misionera en el norte del Perú, Iglesias
Santidad de Peregrinos, tomo II. Iglesia del Nazareno, s/c. s/e 1 987.
vida y pensamiento 16,2
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González, Eloy. Presencia Misionera en el norte del Perú. Lima:
Universo, 1986.
Jeter, Luisa. Siembra y Cosecha, reseña histórica de las
Asambleas de Dios. Florida: Editorial Vida, 1992.
Kessler, Juan. Historia de la Evangelización en el Perú. Lima:
Ediciones Puma, 1993.
Paredes, Rubén. El protestantismo en Ecuador y Perú.
Universidad de California, 1980.
Zabala, Rubén. Historia de las Asambleas de Dios del Perú.
Lima: Ediciones Dios es Amor, 1989.
86
vida y pensamiento 16,2
Incidencias de la guerra
de El Salvador
en el protestantismo
Roberto A. Saravia Cruz
Introducción
La lucha social y militar que experimentó El Salvador en los
últimos años inspiró una gran batalla ideológica que generó una
cultura confrontativa que logró invadir todas las esferas de la
sociedad, de la que las iglesias protestantes no escaparon.
El trabajo de las organizaciones e iglesias cristianas fue
influenciado por factores ideológico-políticos provenientes tanto de
las fuerzas de derecha como de las organizaciones de izquierda.
No pudieron evitar verse enfrentadas por corrientes antagónicas
de pensamiento religioso: por un lado, la teología tradicional de
corte espiritualista impulsada por las dirigencias evangélicas
conservadoras y por los tele-evangelistas, y por otro lado, la teología
de la liberación asumida por líderes y sectores progresistas de las
iglesias protestantes.
Roberto Saravia es salvadoreño, graduado del programa de
Licenciatura en Teología y estudiante de Maestría en el SBL.
vida y pensamiento 16,2
87
En este artículo presentamos algunos rasgos de la relación en-
tre lo religioso y lo político en el caso salvadoreño, particularmente
en aquellas iglesias protestantes históricas que se vincularon
orgánicamente con las opciones de izquierda. Nos interesa también
ver en qué medida esta relación perjudicó el papel y la identidad
propia de la Iglesia. La temática sobre la relación entre lo político y
lo religioso desde una perspectiva protestante es un terreno de
investigación que aún se encuentra poco explorado en El Salvador.
Esperamos contribuir en alguna medida con este acercamiento.
1. Crisis socio-político y guerra civil
La búsqueda de solución de los conflictos sociales en El Salva-
dor ha sido prácticamente forzada. El golpe de estado ha sido la
respuesta de los grupos de derecha y de la oligarquía cafetalera.
El pueblo por su parte ha tenido que pelearle sus derechos a estos
dos sectores. Hacia principios de los años 60, los conflictos sociales
internos de El Salvador se enmarcaron en la llamada guerra fría.1
En ese marco destacaron a nivel regional propuestas
económicas norteamericanas como la Alianza para el Progreso,
articuladas con claros tintes ideológicos para contrarrestar la
Revolución Cubana e impulsar medidas de modernización del
aparato de Estado, capaces de brindar mecanismos de protección
social a los sectores populares. En el caso salvadoreño, la oligarquía
se opuso a esta iniciativa norteamericana.
En El Salvador la disputa por el control del Estado no fue evidente
para la población, ya que se dio entre los grandes gremios
empresariales. Para algunos, esta guerra oculta fue la verdadera
lucha de la época pues lo que estaba en juego era "el reparto del
excedente económico, por la vía del control del crédito, del manejo
de la política fiscal en favor de los intereses de unos pocos, por la
vía de la asociación o no con los capitalistas extranjeros".2
88
vida y pensamiento 16,i
La lucha por el poder del Estado y por el poder económico en el
país se fue agudizando. Un elemento que incidió en la crisis
salvadoreña fue el fracaso del proceso integrador regional cuando
los capitalistas hondureños no quisieron subordinarse al papel que
les obligaba a asumir el mercado común centroamericano. "El
desarrollo desigual de estas economías provocó que la salvadoreña
extrajera excedentes de su contraparte hondureña. Este es un
elemento explicativo del conflicto militar entre ambas naciones".3
La guerra entre El Salvador y Honduras estalló en 1969, lo que
provocó una gran inmigración a su tierra natal de salvadoreños
que estaban en Honduras, agravándose con ello la situación social
del país.4
En los años 70, en América Latina se generalizaba la imposición
de dictaduras militares. En El Salvador, la lucha popular y de
izquierda se expresaba en lo político-gremial, en el movimiento de
masas y en lo electoral.5 En 1 972 la Unión Nacional Opositora (UNO)
representó la principal fuerza política-electoral del país; sin em-
bargo los militares y la clase dominante, representados en el
oficialista Partido de Conciliación Nacional (PCN), impusieron el
fraude electoral. El gobierno de Molina, apoyado por los Estados
Unidos, propuso la transformación agraria como una salida viable
al proceso de acumulación capitalista en el país y para legitimarse
ante la oposición. El cierre de la vía formal generó el surgimiento
de una nueva izquierda y los inicios de la lucha político-militar del
movimiento organizado. Por su parte, la oligarquía se opuso y frenó
la reforma agraria y creó el Frente Amplio de la Región Oriental y
Occidental(FARO), que fue base de los grupos paramilitares
ORDEN, escuadrones de la muerte y del partido ARENA. Este
sector provocó otro fraude electoral en 1977, eligiéndose como
presidente al general Romero.
En la región centroamericana, el triunfo de la revolución
Sandinista en Nicaragua en julio de 1979 preocupó a la
administración de los Estados Unidos, creyendo que luego seguiría
El Salvador y después Guatemala (teoría del dominó). Ante tal
posibilidad se diseñó una estrategia contrainsurgente para el área,
en particular hacia El Salvador, que se tradujo en una mayor
vida y pensamiento 16,2
89
intervención política y militar y un incremento de la represión que
culminó con el golpe de Estado del 15 de octubre de 1979. Este
golpe fue caracterizado como una insurrección militar. "Ya no se
trataba de dirimir las contradicciones entre dos tendencias del capital
(agraria-cafetalera/industriales), sino de detener el surgimiento de
un proyecto alternativo y nuevo, desde lo popular hacia lo industrial
modernizador".6
En el aspecto eclesial, la teología de la liberación estaba en su
apogeo. La Iglesia Católica, particularmente, después de la Tercera
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada
en puebla el año de 1979, asumía la opción preferencial por los
pobres. La máxima expresión de este lineamiento teológico en El
Salvador estuvo representada por la pastoral que inspiró el
Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Romero mantuvo una posición crítica a las extremas tanto de la
derecha como de la izquierda, sin renunciar a su posición profética
de denuncia de las injusticia. El 24 de marzo de 1 980 es asesinado
por la derecha, lo que agudizó la situación social del país. En este
contexto hubo también, aunque en menor escala, una presencia
protestante profética.
En los años 80 se inicia la lucha guerrillera en núcleos
clandestinos, potenciando la reacción del pueblo fundamentalmente
en la zona urbana. La izquierda combinó la lucha sectorial
(educadores, campesinos, estudiantes) con el trabajo en barrios,
zonas marginales y el trabajo cristiano en zonas rurales y urbanas.
Por su parte, los Estados Unidos, el Partido Democracia Cristiano
y la Fuerza Armada hicieron una alianza para contrarrestar al
movimiento popular. Finalmente la conducción del proceso bélico
fue controlado por los norteamericanos.7 Para 1981, el gobierno
de los Estados Unidos había definido su política de
contrainsurgencia, la cual fue aplicada por los militares
salvadoreños. En enero de ese mismo año la izquierda realizó una
ofensiva armada en todo el país con el objetivo de concretizar una
insurrección popular generalizada. Esta no se logró. De esta manera
se pasó del conflicto socio-político a la guerra civil. El factor militar
fue determinante durante los años 80. 8
90
vida y pensamiento 16,2
2. Incidencias políticas en el
protestantismo
Durante los años de la guerra (1980-1992), la confrontación
ideológica y política se profundizó al grado de incidir en varios
sectores sociales, uno de ellos fue el sector evangélico del país.
En esta situación de represión y muerte, la Iglesia no podía eludir
su respuesta ético-cristiana. Tal era la radicalización del conflicto
que se estaba a favor de uno u otro proyecto político: el de derecha,
representado por el gobierno y los militares, o el de la izquierda,
aglutinados en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
(FMLN).9 Aunque nos centraremos en las incidencias de este último
proyecto político en una minoría de las iglesias protestantes, también
mencionaremos algunas incidencias de la derecha en otras iglesias,
sectas y proyectos evangélicos nacionales.
Desde una óptica sociológica se percibe que algunas iglesias y
movimientos evangélicos fueron manipulados ideológicamente por
la oligarquía, con fines políticos antipopulares, con la intención de
debilitar el poder simbólico y movilizador de grupos cristianos
identificados con los pobres, particularmente de la Iglesia Católica
y de la figura de Mons. Romero. Es de suponer que las iglesias
evangélicas, a raíz de todo esto, absorbieron a muchos feligreses
católicos que buscaban seguridad ante la persecución desatada
contra la Iglesia Católica después del asesinato de Mons. Romero.
En este período sobraron campañas masivas de evangelización
por predicadores foráneos promovidas y financiadas por grupos
en el poder y por entidades eclesiásticas de los Estados Unidos.10
Se incrementó la presencia de la llamada"iglesia electrónica"11 que
pareció que era parte del plan contrainsurgente que el gobierno y
el ejército puso en marcha en el país.
Es incuestionable el señalamiento que se hace a aquellas iglesias
fundamentalistas y conservadoras que durante esos años
cumplieron un papel alienador, deshumanizador y legitimador del
sistema imperante. Se guardó silencio, por ejemplo, ante hechos
tan graves como la masacre de los jesuítas de la UCA. Ello sin
vida y pensamiento 16,2
91
embargo no le quita mérito a la función positiva que sectores de
estas mismas iglesias cumplieron a nivel privado en lo que respecta
el fortalecimiento de la vida familiar en un medio de completa
descomposición.12
Hay que reconocer, sin embargo, que algunas iglesias
pentecostales y aún "sectores de la derecha religiosa fueron más
sensibles a escuchar y a acompañar a la gente en sus necesidades
espirituales".13 Hace falta investigar la participación de líderes y
bases de la iglesia pentecostal, así como de otra congregaciones
que optaron desde sus convicciones propiamente cristianas por
un proyecto de justicia social o de los que fueron acusados
injustamente de colaborar con la guerrilla. De esto dio testimonio la
entonces guerrillera, comandante Nidia Díaz, quien compartió la
cárcel con algunos evangélicos en abril de 1985:
Entre los detenidos de la celda 16, hay unos evangélicos, a
quienes les puse "los cantores". Todo el día se la pasaban
cantando salmos. Eran campesinos de oriente. No les habían
podido comprobar nada. Fueron arbitrariamente detenidos
por el destacamento Militar No. 4, en Morazán. Los golpearon
salvajemente durante 8 días, ahora llevan 15 días en
interrogatorios. Los acusaban como siempre de colaborar con
el FMLN. Ellos se la pasaban cantándome el "Salmo de las
cien ovejas". ...Cristo, tú que la viste sufrir, ayúdala, no la
dejes que desfallezca. Decían que me la dedicaban.u
No hay duda que la participación y el crecimiento de las Iglesia
pentecostales es notable: Asambleas de Dios, Elim, Príncipe de
Paz, Apóstoles y Profetas, y otro gran número de iglesias
independientes y nacionales que constituían la mayoría de la
población protestante en El Salvador. El período de guerra civil (80s)
le significó a las iglesias evangélicas un gran crecimiento. Según
datos de la Confraternidad Evangélica Salvadoreña el crecimiento
durante 1978 a 1982 fue del 22.04%. Para 1987 los protestante
constituía el 22% de la población salvadoreña. Los resultados del
Instituto de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA indican que para
1988 se trataba del 16.4%.15
92
vida y pensamiento 16,2
3. Protestantes
y el movimiento ecuménico
Las "iglesias protestantes históricas"16 jugaron un papel
importante en el marco de esa crisis, aunque se sabe que eran
una pequeña expresión religiosa progresista dentro de una gran
minoría protestante. Estas iglesias rompieron con la"apoliticidad"y
con la tradicional participación política legal, al iniciar y mantener
relaciones, entonces clandestinas, con la izquierda salvadoreña.
Algunos consideran que la asociación entre estas iglesias y la
izquierda mostró una abierta identificación más con el proyecto del
cambio estructural, la justicia y la paz.17 Estas incidencias políticas
e ideológicas de las organizaciones populares y posteriormente
del FMLN se gestaron en el proceso social y ecuménico.
Hablar de los primeros esfuerzos de unidad eclesial en El Sal-
vador es referirse a la década del '70. La construcción del
movimiento ecuménico buscó generar una nueva lectura del
compromiso y la fe que interpelara al mundo cristiano hacia un
protagonismo, que dejando atrás las actitudes pasivas, respondiera
a las exigencias de los nuevos tiempos. Esto se sintetizó en las
palabras y acciones del Arzobispo de San Salvador, Monseñor
Oscar Arnulfo Romero, quien convocó a una primera reunión
ecuménica en 1977. 18
Entre las iglesias protestantes, la Iglesia Bautista Emmanuel
(IBE), miembro de la Asociación Bautista de El Salvador (AVES),
fue la que más profundizó una pastoral social ecuménica de
acompañamiento al pueblo salvadoreño. Esto les llevó a relacionarse
con el movimiento popular, la Iglesia Católica y organizaciones de
izquierda. Precisamente por este compromiso social que asumió
esta iglesia, no faltó quien dijera que la IBE era una organización
del FMLN, como lo expresa Pedro Henriquez:
Esa Iglesia en particular siguió un proceso similar al de la
constitución de las comunidades de base católicas. Su
ministro por muchos años, Augusto Coto, muerto en un oscuro
vida y pensamiento 16,2
93
accidente aéreo en septiembre de 1980, era uno de los
principales dirigentes de la Resistencia Nacional.'19
Es esta sospecha de vinculación de la izquierda con la IBE lo
que hace que el gobierno persiguiera y hasta asesinara a miembros
de esta iglesia.20 Estas incidencias políticas infieren de forma clara
la vinculación orgánica de la Iglesia Bautista Emmanuel con la
Resistencia Nacional.
4. Proceso y conformación
de DIACONIA
La Iglesia Católica organizó en 1978 el Comité Ecuménico
Salvadoreño (CES) impulsado por la Federación de Colegios
Católicos y Organismos No Gubernamentales (ONGs) vinculados
a las comunidades eclesiales de base. En 1979 algunas Iglesias
protestantes, entre ellas la IBE, junto con ONGs, crearon el Comité
Ecuménico de Ayuda Humanitaria (CEAH) relacionados con las
organizaciones populares de base. En 1980 estas instancias se
fusionan en la Asociación Ecuménica Salvadoreña de Ayuda
Humanitaria (ASESAH) con el objetivo de superar las dificultades
presentadas en los primeros esfuerzos. Este organismo duró poco
debido a la situación de efervescencia política en el país.
En el marco de la ofensiva guerrillera de 1981 los miembros de
esta organización humanitaria fueron objeto de persecución por
parte del gobierno, obligando a trasladar las oficinas a México.
Diferencias en cuanto a concepción de trabajo entre los equipos
que laboraban en México y en El Salvador, llevaron a una histórica
reunión en noviembre de 1982, en donde la ASESAH se convirtió
en la coordinación ecuménica DIACONIA-EI Salvador.21
DIACONIA recibió un nuevo impulso con la participación definitiva
de la Iglesia Luterana, la Iglesia Bautista Emmanuel, la Iglesia Epis-
copal de San Juan (CREDO), las Iglesias Católicas (Secretariado
Social Arquidiocesano-SSA), y varias ONGs. En medio de esta
94
vida y pensamiento 16,2
organización fueron creciendo las tensiones políticas debido a la
relación orgánica de algunas de sus bases con el movimiento popu-
lar salvadoreño. Su ayuda se fue orientando hacia aquella población
que había sido perjudicada directa o indirectamente por el conflicto
armado del país. Con el tiempo DIACONIA fue ganando
reconocimiento y legitimidad ante la población y las agencias
europeas de cooperación y solidaridad humanitaria.
El 11 de noviembre de 1989 comenzó "la ofensiva" del FMLN
denominada "Todos al tope contra ARENA y la Tandona".22 El
esfuerzo militar se centró en las principales ciudades del país. Esta
acción fue la más fuerte de todo el conflicto, generando una reacción
de violencia sin precedentes. Es durante la ofensiva que se asesina
el 16 de noviembre, a los jesuítas y a dos mujeres que se
encontraban en el plantel de la universidad.23 Poco después de
estos acontecimientos, en diciembre de 1989, se dio la invasión
norteamericana a Panamá y en febrero de 1 990, el Frente Sandinista
de Liberación Nacional perdió las elecciones en Nicaragua.24 Se
va viendo entonces un nuevo cuadro político a nivel
centroamericano.
Después de la ofensiva del FMLN en 1989, DIACONIA se vio
envuelta en una serie de tensiones internas y externas que alteraron
significativamente su trabajo. La salida del Secretariado Social
Arquidiocesano (SSA) en 1 991 creó en DIACONIA un vacío debido
al peso que representaba esta instancia católica.25 Esta realidad
hizo que se buscara la incorporación de nuevos miembros
provenientes del sector de las iglesias, aspecto que se logró con la
participación activa de las iglesias Luterana, Episcopal, Reformada
e Iglesias Bautistas como la "Shalom" y "Sembradores del Reino",
agrupadas en el Consejo Nacional de Iglesias de El Salvador (CNI).
DIACONIA se disolvió en diciembre de 1 993, debido, según uno
de los líderes a la falta de voluntad política por mantener unido un
testimonio ecuménico valioso y a que las incidencias políticas
jugaron un rol determinante, junto al hecho de que esta instancia
había ya perdido su rol.26
vida y pensamiento 16,2
95
5. Discusiones en el FMLN
y repercusiones en las iglesias
El conflicto armado de 12 años terminó en 1991 con lo que se
abre el proceso de pacificación del país. Esto se dio en medio de
reacomodos y discusiones a nivel nacional. La firma del Gobierno
y el FMLN ante la Naciones Unidas, y luego los acuerdos de Paz
en Chapultepec, México, el 16 de enero de 1992 marcaron la
esperanza de una nueva era. Para la historia reciente de El Salva-
dor el año 1993 es muy importante. Se esperaban los resultados
del cumplimiento de los acuerdos de paz; fue el año en el que se
conoció la verdad de los hechos de violaciones más sobresalientes
sobre la violencia del pasado.27 También fue cuando el FMLN se
convirtió en partido político, y el tiempo en que se inició la reinserción
de los ex-combatientes y ex-soldados a la vida productiva de la
sociedad civil y cuando se prepararon las llamadas "elecciones del
siglo" de marzo de 1 994. A pesar de todo eso y de que fue llamado
año de la paz y la reconciliación, 1993 fue un año cruento. La
secretaría de Derechos Humanos del FMLN informó que 33 de 36
miembros de su partido habían sido asesinados entre setiembre y
diciembre de 1993.28
En este período de transición, el FMLN fue una entre otras
fuerzas que entraron en discusiones ideológico-políticas de cara a
la nueva realidad socio-política que presentaba el país.29 Dos fueron
los temas fundamentales en los cuales giraron las discusiones en
el FMLN, a saber: a) El proyecto ideológico político. Dos de sus
organizaciones, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y la
Resistencia Nacional (RN), optaron por el socialismo democrático.
Las otras tres organizaciones: el Partido Comunista (PC), las
Fuerzas Populares de Liberación (FPL) y el Partido Revolucionario
de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) se mantuvieron en
los lineamientos socialistas de cuño marxista.30
b) El otro tema se centró en las posiciones de alianzas y en la
postulación de candidatos para la campaña electoral de 1994.
Mientras el ERP y la RN "se pronunciaron por un proyecto de
96
vida y pensamiento 16,2
concertación, en alianza con otros sectores del quehacer político y
económico y no necesariamente vanguardizado por la izquierda";
por el otro lado, las FPL, el PC y en menor medida el PRTC "se
mostraron un poco partidarios de un proyecto de izquierda no
excluyente, con una participación preponderante de la sociedad
civil".31 Lo últimos creyeron que era la "hora de la izquierda".
Este debate en el FMLN fue para algunos una cuestión de
principios; para otros no era más que resabios de viejas rencillas
históricas. Lo indiscutible de todo esto es que el mito de la unidad
de la izquierda, como alguien ha dicho, se resquebrajó en la
posguerra.32
Era obvio que las discusiones partidistas repercutieron en alguna
medida en los sectores cristianos más progresistas, ya que el
encuentro entre los cristianos progresistas y la izquierda política
había sido un hecho. El cristianismo contribuyó mucho al proceso
revolucionario salvadoreño. Teniendo en cuenta estas relaciones
entre la izquierda y el cristianismo, no es de extrañar que las pugnas
de la izquierda incidieran en algunos sectores cristianos católicos
y protestantes más progresistas de El Salvador. Un ejemplo de
esto se vio en la reacción que generó el pronunciamiento que emitió
el Consejo Superior de la UCA, en el que hizo ver la importancia
de que el gobierno cumpliera estrictamente la depuración del
ejército, además de que cuestionaba el apoyo que la ERP y la RN
habían dado a una negociación con el presidente Cristiani.33
"Fermán Cienfuegos, jefe de la RN, respondió a eso criticando a la
UCA de estar alineándose con la posición de las FPL".34
Comentarios como el siguiente revelan el grado de tensión que a
este nivel se dio:
... el "sector cristiano" del Partido Comunista, nada ecuménico
y sin espíritu unitario, acusa de ser infiltrado de izquierda a
todo aquél que no se le subordina. Sólo cambian las
acusaciones pero se pretende lo mismo, impulsar el
verticalismo del "poder sagrado" eliminando y depurando a
los que no están de acuerdo. No es casualidad que a los
expulsados del anterior Centro Pastoral de la Universidad
vida y pensamiento 16,2
97
Luterana, como al Rev. Carlos Sánchez, Ex-Secretario
Ejecutivo de la Asociación Bautista, les hayan acusado, ¡como
motivo de expulsión! de ser infiltrados de izquierda. De estar
a favor del pueblo. Y esta acusación procedió del mismo grupo
en los dos casos.35
Este constituyó el delicado y complejo contexto socio-político y
religioso de 1993, y que repercutió en el movimiento ecuménico y
en particular en la división de la Asociación Bautista de El Salva-
dor (AVES) entre 1992 y 1993.36
La división de la obra bautista salvadoreña se dio entre 1992 y
1 993. Sus causas fueron tanto internas como externas, abonadas
por condiciones externas propias de un contexto de posguerra. El
pluralismo bautista fomentó en el plano político la existencia de
diferentes posiciones de acción social entre sus miembros. Eso
ayudó en parte a la crítica permanente que algunos sectores
sostuvieron con la conducción organizativa y administrativa de la
Iglesia. Desde 1990 se va a ver una fuerte confrontación interna
que culminó en 1993. Influyó en esto los lazos que un grupo de
pastores tenía con la Iglesia Luterana de El Salvador. Es de esta
relación que surge el Consejo Nacional de Iglesias (CNI), cuyo
principal objetivo era la atracción de recursos económicos.
Otro hecho que destaca es que algunos pastores bautistas, como
líderes luteranos y otros miembros del CNI, tenían un fuerte nexo
con el Partido Comunista. Es definitivo que estas opciones
partidistas alimentaron el conflicto interno de la AVES. Todo esto
se hizo manifiesto en las declaraciones del diputado Mario Valiente,
del Partido ARENA, en la que acusaba a la Iglesia Bautista de
recibir furgones de donaciones y enviarlos posteriormente al FMLN
para usarlos en el "entrenamiento y formación de líderes" vincula-
dos al FMLN.37 Esto acentuó las contradicciones internas de la
AVES, toda vez que un sector buscó indagarse sobre este asunto
en la Asamblea Legislativa. En este contexto varios miembros de
la junta directiva de la AVES denunciaron a colegas suyos por
involucrar la institución en los afanes políticos del país tendientes a
apoyar a la Resistencia Nacional. La división de la AVES se
98
vida y pensamiento 16,2
consumó, a pesar de que ninguna de las acusaciones fueron
comprobadas. Esto trajo gran consternación, y como expresara
alguien, es lamentable que la izquierda política y los líderes
protestantes progresistas no pudieron visualizar que "lo peor que
podría pasar es que los partidos políticos pusieran frente a frente a
las iglesias, y que la nueva realidad de la participación política de
los evangélicos en El Salvador se volviera otro objeto de división y
no de contribución".38
Conclusión
Hay que aprender de las experiencias pasadas, y tener presente
que las iglesias no pueden ser nunca instrumentos de opciones
políticas, cualesquiera que estas sean. Ahora se requiere una
voluntad firme de parte de las iglesias para acompañar a la gente
en esta etapa neoliberal de posguerra que vive El Salvador. Se
vive un momento histórico, caracterizado por nuevas condiciones
socio-políticas que llaman a los sectores a renovarse y estar atentos.
A pesar de todo lo sucedido hoy también se hace necesario el
fortalecimiento del espíritu ecuménico en el marco del proceso de
reconciliación del que cada vez más se sumerge El Salvador. En
este sentido, la iglesia tendría que ser un espacio reconciliador,
donde el humanismo cristiano, como ha dicho Panikkar, opere como
la base ética del quehacer político.39
Notas
1. Véase: Arturo Piedra, "El protestantismo latinoamericano en
tiempos de pos-guerra fría", en Vida y Pensamiento. (San José)
No. 2, Vol. 15, noviembre 1995. p. 62ss.
2. Joaquín Arrióla y David Mena, "La Transición: los proyectos
en disputa", ECA. (San Salvador) No. 536, junio 1993, p. 532.
3. /b/d., p. 533.
vida y pensamiento 16,2
99
4. Véase: Rafaél Antonio Pleitez, "Por qué ocurrió una guerra
civil en El Salvador y no en Honduras", en Revista Realidad.
(San Salvador) No. 45, mayo-junio 1995. pp. 439-462. También
Ignacio Ellacuría, Veinte Años de historia en El Salvador (1 969-
1989). Escritos políticos. (San Salvador: UCA Editores, 1991).
Tomo I. pp. 501-520.
5. Cfr. Mario Lungo U., La lucha de las masas en El Salvador.
(San Salvador: UCA Editores, 1987).
6. Arrióla y Mena, "La Transición: los proyectos en disputa", Art.
Cit. p. 534. También Cfr. Ignacio Ellacuría, Veinte Años de historia
en El Salvador (1969-1989). Escritos políticos. (San Salvador:
UCA Editores, 1991). Tomo II Capítulo 6.
7. Cfr., Juan Ramón Medrano, Estrategia integral del FMLN para
un nuevo país. (San Salvador: Comité Político del FMLN, 1 992),
Documento, pp. 3-4. También Arrióla y Mena, "La Transición:
los proyectos en disputa", Art. Cit. p. 534s.
8. Cfr. Mario Lungo Ucles, El Salvador 1981 -1984: la dimensión
política de la guerra. (San Salvador: UCA Editores, 1986); El
Salvador en los 80: contrainsurgencia y revolución. (San Salva-
dor: Editorial Universitaria, 1991).
9. El FMLN fue constituido por cinco organizaciones político-
militares de ideología Marxista Leninista, con diferentes
concepciones militares y políticas, entre ellas estaban: el
Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), las Fuerzas Populares
de Liberación (FPL), el Partido Comunista de El Salvador (PC),
el Partido Revolucionario de losTrabajadores Centroamericanos
(PRTC), y la Resistencia Nacional (RN).
1 0. Cfr. Abelino Martínez Rocha, "Los protestantismos en la cri-
sis salvadoreña", en Luis E. Samandú (Comp), Protestantismos
y procesos sociales en Centroamérica. (San José, C.R.: EDUCA,
1991). pp. 120ss; A. Piedra, "Evaluación crítica de la actual
coyuntura evangélica centroamericana", en Vida y Pensamiento.
(San José) No. 1 y 2 . Vol 4. 1984. pp. 3-20.; Juan Luis Recio
Adrados, "Incidencia política de las sectas religiosas: en el caso
de Centroamérica", ECA. (San Salvador) Nos. 531-532. Enero-
Febrero 1993. p. 77s.
1 1 . Para ampliar sobre este fenómeno de la iglesia electrónica,
véase: Hugo Assmann, La Iglesia Electrónica y su impacto en
América Latina. (San José: DEI, 1988). 2a. Edición.
12. Cfr. Juan Luis Recio, "Las iglesias evangélicas en El Salva-
dor", ECA. (San Salvador) No. 512. Junio 1991. pp. 583-591.
13. Arturo Piedra, Art. Cit., p. 69.
1 4. Nidia Díaz, Nunca estuve sola. (San Salvador: UCA Editores,
1988), p. 118-119.
15. Cfr., Byron Hugo López (Coord.) Confraternidad Evangélica
Salvadoreña, Despertar '93: el desarrollo de la Iglesia evangélica
100
vida y pensamiento 16,2
1982-1993 y los desafíos para el año 2000. (San Salvador:
Mimeografiado, 1 993). p. 49ss; Cfr., Instituto de Opinión Pública-
IUDOP, La religión para los salvadoreños. (San Salvador: UCA
Editores, 1 988), p. 4; también en Ignacio Martín-Baró, La opinión
pública salvadoreña (1987-1988). (San Salvador: UCA Editores,
1989). p. 31.
16. Se conoce como "iglesias históricas" a aquellas
denominaciones que tienen sus raíces en el movimiento
protestante de la Reforma del Siglo XVI, que se dió en Alemania
por medio de Martín Lutero y otros reformadores europeos. Entre
ellas están las iglesias: Luterana, Presbiteriana, Reformada,
Episcopal, Bautista y Menonita. Dichas denominaciones se
caracterizaron por cierta rigidez doctrinal y litúrgica, con una
actitud vigilante hacia la penetración de doctrinas exóticas. Cfr.
Identidad Bautista. Serie 1 adultos y jóvenes (San Salvador:
ABES, s.f.), p. 58; Identidad Bautista. Serie 2. p. 62; A. Piedra,
"Protestantismo y Sociedad en Centroamérica", en Luis E.
Samandú (Cop.), Protestantismo y procesos sociales en
Centroamérica. (San José: Editoria EDUCA, 1991) p. 279.
17. Cfr. Mardoqueo Carranza Monterrosa, "El Salvador: ingreso
a un mundo desconocido", en C. René Padilla (Comp.) De la
marginación al compromiso. Los evangélicos y la política en
América Latina. (Ecuador: Fraternidad Teológica
Latinoamericana, 1991), pp. 53-60.
1 8. Véase el testimonio del pastor Miguel Tomás Castro en María
López Vigil Piezas para un retrato. (San Salvador: UCA Editores,
1993), pp. 125, 126.
19. El Salvador: iglesia profética y cambio social. (San José:
DEI, 1988), p. 49. Nota 67. Véase también "Combatieron 176
mexicanos en el frente, 25 perecieron", en Revista CRIE.
(México) No. 301. Enero 20 1993. p. 9.
20. Véase el incidente del pastor de la IBE, MiguelTomás Castro,
capturado por un cuerpo de seguridad del gobierno, en
noviembre de 1984, a acusándole de colaborar con la guerrilla.
Este fue liberado gracias a una campaña nacional e
internacional, que como resultado se le permitió salir al exilio.
Cfr., Iván Santiago G., "Protestantes Salvadoreños ayudan a
víctimas de guerra", Noticias Aliadas. (Perú), No. 1 , Vol. 23. Enero
16, 1986. p. 2, 8. Jorge Pixley (Edit.), Hacia una fe evangélica
latinoamericanista: una perspectiva bautista. (San José: DEI,
1988), p. 139. También, el caso de la profesora María Cristina
Gómez, secuestrada, torturada y asesinada en abril de 1989.
Cfr. "Crónica del mes de Abril" en ECA. (San Salvador) Nos.
486-487. Abril-Mayo 1989. p. 380.
21. Véase Comisión Mixta, Documento de trabajo: versión
preliminar del Informe. (San Salvador, 28 de junio de 1993),
Mimeografiado. pp. 4, 5.
vida y pensamiento 16,2
101
22. La Tandona es una promoción de oficiales (46), la mayor
que ha salido de la Escuela Militar, gozaban de ciertos
privilegios dentro de la institución armada, así como dentro de
ciertas familias pudientes. Su líder el Coronel René Emilio Ponce
y muchos de este grupo de militares estaban en puestos claves,
pero habían sido acusados de ser violadores de los derechos
humanos. Véase: Mena Sandoval, Del Ejército Nacional al
Ejército Guerrillero. (San Salvador: Ediciones Arcoiris, 1991),
Capítulo IV "La Tandona", pp. 59-66.
23. Véase: Revista ECA (San Salvador) Nos. 493-494.
Noviembre-Diciembre 1989). Todo el número habla sobre el
asesinato en la UCA, para los acontecimiento consultar"Crónica
del Mes" p. 1 133-1 152. Cfr. María Cortina, El Salvador: Memo-
ria intacta. (San Salvador: Editorial Génesis, 1992) pp. 193-220.
24. Gabriel Gaspar Tapia, "La derrota sandinista y el nuevo
cuadro regional", Realidad económico-social. (San Salvador) No.
13. Enero-Febrero 1990. pp. 45-61.
25. Comisión Mixta, Documento de trabajo: versión preliminar
del Informe. Doc. Cit. p. 16.
26. Entrevista al Rev. Carlos Sánchez. (San Salvador, 3 de
febrero de 1994). Subrayado nuestro.
27. Véase: Informe de la Comisión de la Verdad 1 992-1 993. De
la locura a la esperanza: la guerra de 12 años en El Salvador.
(San Salvador: Editorial Arcoiris, 1993).
28. Cfr. Comisión de Derechos Humanos de El Salvador
(CDHES), Informe sobre la situación de los derechos humanos
en El Salvador 1993. (San Salvador: CDHES, Enero 1994)
Capítulo II; "La guerra sucia persiste", ECA. (San Salvador) Nos.
541- 542. Noviembre-Diciembre 1993. pp. 1182-1188.
29. Cfr. Varios, Visiones alternativas sobre la transición. (San
Salvador: Editorial Sombrero Azul, 1993); Horacio Castellanos
Moya, Recuento de incertidumbres: cultura y transición en El
Salvador. (San Salvador: Ediciones Tendencias, 1993), pp. 13-
35; Yvon Grenier, "Una clase política en transición" y Breny
Cuenca, "Fuerzas culturales en el orden post-bélico",
Tendencias. (San Salvador) No. 14. Octubre de 1993. pp. 9-10 y
28-29. También: "La transición en El Salvador", Proceso. (San
Salvador) No. 578. 8 de septiembre de 1993. pp. 4-5; "La
liberalización de la izquierda", Proceso. (San Salvador) No. 597.
1 de febrero de 1993. pp. 11-12.
30. Para abundar sobre este tema véase: Rafael Guido Vejar,
"El imaginario político de la nueva izquierda", Tendencias. (San
Salvador) No. 15. Noviembre 1992. pp. 8-1 1 ; Horacio Castellano
Moya, "Pugna dentro de la izquierda, ¿desarrollo democrático
o rezagos de sectarismo?", Tendencias. (San Salvador) No. 17.
Febrero 1993. pp. 8-9; Rubén Zamora, "Divergencias en la
102
vida y pensamiento 16,2
izquierda", Tendencias. (San Salvador) No. 20. Mayo 1993. p.
12; "El ERP se convierte a la socialdemocracia", ECA. (San
Salvador) No. 539. Septiembre 1993. pp. 884-885.
31. Sobre este aspecto véase el excelente artículo de Any
Cabrera, "Los debates en el FMLN", Tendencias. (San Salva-
dor) No. 21. Junio de 1993. pp. 5-8; también consultar "La
izquierda en la encrucijada, hay que cambiar 200 años de
ejercicio excluyente del poder: Rubén Zamora" Tendencias. (San
Salvador) No. 15. Noviembre de 1992, pp. 21-25; Guillermo
Mejía, "La carrera hacia las elecciones" Tendencias. (San Sal-
vador) No. 18. Marzo de 1993. pp. 3-7; "La precandidatura del
Dr. Abraham Rodríguez", Informativo semanal Proceso. (San
Salvador) No. 561. 5 de mayo de 1993. pp. 6-8.
32. "Izquierda y democracia", Proceso. (San Salvador) No. 720.
7 agosto de 1996. p. 3.
33. UCA, "Pronunciamiento del Consejo Superior Universitario:
La depuración de la Fuerza Armada no es negociable", ECA.
No. 529-539. Noviembre-Diciembre 1992. pp. 955-961. El
señalamiento se hace en la p. 960.
34. Horacio Castellanos Moya, "Pugna dentro de la izquierda...",
Rev. Cit., p. 8.
35. Francisco Calles (Editor), Boletín En el camino. (San Salva-
dor) No. 7. 8 de junio de 1993. p. 2.
36. Sobre este tema ver mi trabajo Conflicto en la obra bautista
de El Salvador: Un análisis histórico-coyuntural 1992-1993.
(Costa Rica: Seminario Bíblico Latinoamericano, 1994). Tesina
para optar al grado de bachillerato en Teología. 173 pp.
37. El Diario de Hoy. Jueves 25 de marzo de 1993. p. 11.
38. M. Carranza Monterrosa, Art. Cit., p. 60.
39. Joaquín Villalobos, Una revolución en la izquierda para una
revolución democrática. (San Salvador: Arcoiris, 1992) p. 63.
vida y pensamiento 16,2
103
Iglesias Menonitas
en América Central:
Memoria de las CAMCAs
1974-1978
Jaime Prieto Valladares
Introducción
Este ensayo tiene como eje central las Consultas Anabautistas-
Menonitas (CAMCAS) que se realizaron en Centroamérica y
Panamá desde su inició en Honduras en 1 974 hasta la de Managua,
Nicaragua en 1988. El artículo contiene dos partes principales: la
primera se refiere al surgimiento de la CAMCA durante la gestación
del movimiento popularen Centroamérica y Panamá (1974-1978)
y la segunda a las reflexiones teológico-pastorales que se suscitaron
en las CAMCAs durante el período revolucionario (1979-1988).
Jaime Prieto es profesor del SBL.
104
vida y pensamiento 16,2
1. Surgimiento de CAMCA y
movimiento popular (1974-1978)
Los intentos de una nueva integración económica y social de
los países centroamericanos durante la década de los sesenta
dieron al traste con programas como Alianza para el Progreso y el
Mercado Común Centroamericano,2 e incidieron en la guerra entre
Honduras y el Salvador en 1 969, que dejó como saldo la muerte de
3.000 personas y cerca de 38.000 familias salvadoreñas refugiadas
en la frontera hondureña.3
Algo característico de esta década en la región fue el proceso
de ascenso de los militares y su control del poder civil, no sólo para
proteger los grupos de la oligárquicos sino también para defender
sus propios intereses económicos. En Nicaragua puede decirse
que los militares continuaron sosteniendo la dinastía somocista.
Los pueblos por su parte respondieron a ello con organización popu-
lar y oposición armada.4 En Costa Rica la experiencia fue otra toda
vez que no se crearon estructuras militares como se dieron en los
demás países. Todo esto fue parte del contexto general que rodeó
el origen de las CAMCAs.
Con la apertura de la obra misionera en Puerto Rico en 1943, 5
la Junta de Misiones Menonitas (Mennonite Board Of Missions)
inició el trabajo misionero en el área de el Caribe, Centroamérica y
Panamá. Desde entonces se fue estableciendo trabajo en la
República Dominicana, Honduras, Jamaica, Cuba, Panamá, Haití,
Belice, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua. En octubre de 1 973 el
Concilio General de la Iglesia Evangélica Menonita Hondureña
decide convocar a una consulta a varios de los líderes menonitas
de Centroamérica, encargándose la coordinación a James Sauder,
de la Eastern Mennonite Board Of Missions. El evento se realizó
en julio de 1 974. 6 La CAMCA se creó como un espacio de diálogo
entre misioneros/as y representantes de Iglesias menonitas del área
centroamericana, a fin de coordinar los institutos bíblicos menonitas
del área, compartir los avances y dificultades del trabajo misionero
y fomentar la identidad pastoral y teológica anabautista.
vida y pensamiento 16,2
105
James Sauder quien trabajaba para el Instituto Bíblico Menonita
de Honduras en la Ceiba fue definitivamente una persona de fun-
damental importancia en los inicios de las conferencias anabautistas
centroamericanas.7 Sin duda alguna el fue uno de los pioneros en
la creación de CAMCA debido a su gran interés en coordinar los
institutos bíblicos menonitas. Sauder participó activamente en todas
las consultas de este período con excepción de la consulta de 1 976.8
No fue extraño entonces que la primera CAMCA se organizara en
Honduras en 1974. 9
Una de las tareas que falta por hacer es determinar con mayor
exactitud el número y las personas que asistieron a cada una de
las conferencias de las CAMCAs. Sauder informa que un total de
25 personas participaron en la primera CAMCA. El siguiente cuadro
nos puede ayudar a tener una visión en conjunto de las fechas,
lugares y temas de las consultas de CAMCA de este período de
1 974 a 1 978:
FECHA
LUGAR
TEMA
1974
9-12 julio
Honduras,
Academia los
Pinares, Tegucigalpa
Crecimiento de la
Iglesia y la formación
de líderes
1975
3-5 julio
Costa Rica,
Alajuela
Obra pastoral, nuevos
creyentes y manual
ministerial
1976
Guatemala
no se tiene información
1977
6-9 junio
Nicaragua,
Diariamba
Movilización evangélica
y discipulado cristiano
1978
12-15 julio
Belice, Belice
La vida-amor redentivo,
conciencia cristiana,
relaciones Iglesia-
gobierno civil
106
vida y pensamiento 16,2
Las CAMCAs de estos años estuvieron a cargo de misioneros
norteamericanos como Jaime Sauder (Eastern Mennonite Board
Of Missions, Honduras), Elmer y Eileen Lehmann (Conservative
Mennonite Conference, Costa Rica), LesterOlfert (Brethren in Christ
Of Missions, Nicaragua) y Roberto Garber (Belice). No fue sino
hasta 1979 que los centroamericanos asumieron por primera vez
ia dirección de estos eventos.
2. Crecimiento y discipulado
en la pastoral
Los temas y las discusiones de las primeras consultas
respondieron a una"pastoral intraeclesial", con ello queremos decir
que se apuntó a las necesidades propias de la iglesia. La primera
consulta trató precisamente del crecimiento de las iglesias y se
habló de la necesidad de impulsar la formación de líderes a través
de institutos bíblicos por extensión. En la segunda CAMCA (Costa
Rica, 1975) el tema relevante será otra vez el crecimiento y la
formación de nuevos creyentes.10 La cuarta CAMCA (Nicaragua,
1977) abordó asuntos como el crecimiento de la membresía y la
apertura de nuevas congregaciones, dado que se consideraron
como aspectos de vital importancia dentro de sus concepciones
de evangelización. Los delegados de Costa Rica, Nicaragua, Belice,
Guatemala y Honduras dieron a conocer sus metas de crecimiento
numérico y de discipulado.11 El folleto "La Iglesia del Señor frente a
su tarea suprema" del pastor Alberto Barrientos, de las Iglesias
Bíblicas Costarricenses (AIBC), sirvió como base de discusión en
esta conferencia.12
vida y pensamiento 16,2
107
3. La renovación carismática
en la Iglesia
La llegada a Costa Rica en 1 969 del pastor carismático argentino,
Juan Carlos Ortiz, marcó una etapa muy importante en el
protestantismo costarricense.13 El movimiento carismático que se
extendió con mucha fuerza en esta década, a pesar de que ya
existían iglesias pentecostales en el país, vino a renovar tanto a
las llamadas iglesias históricas como a algunos sectores de la
Iglesia Católica.14 La vertiente carismática católica, ampliamente
descrita por el teólogo católico Amando Robles,15 se expandió a
través del Padre MacNutt,16 quien estuvo en Costa Rica en 1973.
Entre los misioneros norteamericanos menonitas en Costa Rica,
los pastores Enrique y Esther Helmuth jugaran un papel muy
importante en todo esto. Después de sus estudios en la Eastern
Mennonite College, los Helmuth regresaron a Costa Rica en 1972
con "una nueva dimensión de la vida en el Espíritu".17 La renovación
carismática tuvo eco en la mayoría de las convenciones menonitas
en Centro América; en Honduras, por ejemplo, tuvo una clara
influencia a través de "Amor Viviente" de la Eastern Mennonite
Board.18 La renovación se va a sentir en la liturgia de la iglesia. Es
en el contexto de la CAMCA de 1975 que los menonitas publican
el himnario "Alabanzas de libertad".19 Esta música que aún hoy se
canta en las iglesias menonitas centroamericanas reflejó muy bien
la influencia de la renovación carismática. Un canto representativo
fue el siguiente:
Fluirá como río; como lluvia caerá;
Cual rocío los montes y valles cubrirá;
y la gloria del Señor por doquier cundirá,
y el Espíritu de Dios vendrá.20
Resumiendo podríamos decir que el movimiento carismático
destacó los siguientes aspectos: a) una necesidad de la llenura o
bautismo del Espíritu Santo; con ello se enfatizaba la práctica de la
oración, el ayuno y el hablar en lenguas, b) la imposición de las
manos para recibir sanidad interna como externa, en caso de que
108
vida y pensamiento 16,2
hubiera algún tipo de enfermedad, c) se acentuó la necesidad del
reconocimiento del señorío de Jesucristo en toda la vida del
creyente, d) promovió la participación del laicado en la renovación
de la iglesia y su misión evangelizadora. El avivamiento y crecimiento
numérico de las iglesias menonitas en Centroamérica estuvo
relacionada con esta renovación que afectó a las CAMCAs.
4. Participación
social de los menonitas
La problemática social y política del área no fue central en los
encuentros de esta primera etapa. La excepción lo constituyó la
reunión de Belice en 1 978). Allí surgieron inquietudes con respecto
a la guerra civil que se vivía en Nicaragua y las tensiones existentes
entre Guatemala y Belice. Sin embargo la manera como se definió
la violencia tendió a obviar los problemas reales que estaban
afectando la región. Todo ello en realidad no reflejó más que la
filosofía de los misioneros menonitas expresada en a través del
Servicio Voluntario Menonita. El punto 4 de la declaración de esa
consulta habla por sí solo:
...rehusamos participar en toda acción que tienda a la
violencia tales como la guerra, huelgas, disturbios políticos o
de otra índole, y ofrecemos servir en programas encaminados
al bienestar humano; tales como programas de alfabetización,
salubridad, reforestación, reconstrucción en tiempo de
catástrofe, y cualquier otra actividad en beneficio de la
comunidad.2^
El valor de esta declaración está, sin embargo, en que fue la
primera en su género. Aunque el punto de partida es el
reconocimiento de las autoridades establecidas por Dios, se admite
también, que la obediencia del cristiano a Dios está por encima de
la obediencia al Estado. El artículo 5 de la misma lo presenta así:
vida y pensamiento 16,2
109
Que el estado es establecido por Dios para mantener el orden
en la sociedad, que como cristianos debemos honrar y
respetar a las autoridades y orar por ellas, y obedecer las
leyes siempre y cuando estas no estén en contra de los
principios bíblicos establecidos por Dios.22
En lo que respecta al tema Iglesia-Estado la declaración
conservó la reserva anabautista de mantener su distancia con
respecto a las autoridades civiles.
5. El desafío de la crisis revolucionaria
(1979-1989)
Julio de 1979 marcó una nueva etapa en la historia de
Centroamérica con el triunfo del Frente Sandinista de Liberación
Nacional sobre la dictadura militar de los Somoza (1 937-1 979). Este
nuevo intento de crear una sociedad alternativa, después de 20
años de la Revolución Cubana, creó grandes esperanzas en las
organizaciones populares de América Central.23 Como veremos
en el cuadro siguiente, las temáticas tratadas en ésta década
responden muy concretamente a la situación revolucionaria que
vivió la región, de ahí que fueron fundamentales en la configuración
de la identidad anabautista de los menonitas, de donde destacó la
doctrina de la "no resistencia".
Las CAMCAs durante la crisis revolucionaria (1979-1988)
FECHA LUGAR TEMA
1979
23-26 julio
1980
25-28 junio
Honduras,
La Ceiba
Costa Rica,
Heredia
Anabautismo, renova-
ción y ministerios
Crecimiento de la
Iglesia, capacitación de
líderes, misión social
de la Iglesia
110 vida y pensamiento 16,2
1981 Guatemala, No resistencia. Cómo
23-27 junio Cd. Guatemala vivir en una sociedad
socialista
1982 Nicaragua, Monte Análisis anabautista de
6-9 julio de los Olivos la Teología de la Libera-
ción
1983 Belice, Orange El Sermón del Monte
5-9 julio WalkTown
1984 Honduras, El papel de la mujer
3-7 julio San Pedro Sula cristiana en la situación
de las iglesias
1984 Guatemala, La Iglesia testifica a
28-30 mayo Antigua Centróamérica con
esperanza
1985 Costa Rica, El ministerio de la mujer
1-7 julio Alajuela
1986 Guatemala, Primera Consulta
setiembre Antigua menonita sobre la
misión de la Iglesia
1987 Guatemala, La espiritualidad en
27-29 agosto Cd. Guatemala Mesoamérica
1988 Nicaragua, Qué significa ser
5-10 julio Managua anabautista hoy
Los temas de las primeras dos consultas se constituyen en un
"continum" de lo que fue la primera época. Tanto en la consulta de
Honduras (1979) como la de Costa Rica (1980) se vuelven a tratar
los temas de renovación, ministerios, crecimiento de la Iglesia y
capacitación de líderes. Con la consulta de Guatemala en 1981 se
inicia una nueva época, donde se refleja claramente un esfuerzo
por responder desde la tradición anabautista a situaciones de
vida y pensamiento 16,2
111
cambio social como la que estaba experimentando Centro América,
específicamente por el rumbo de la Revolución Nicaragüense. Esta
temática estará también presente en Nicaragua en 1 982, donde se
trató el tema del anabautismo y la teología de liberación. Después
del tema del "Sermón del Monte" en Belice en 1983 seguirán dos
conferencias sobre el "Rol de la mujer en la situación de
Centroamérica". Me refiero a las CAMCAs de Honduras en 1984 y
Costa Rica en 1 985. Preocupaciones teológicas y pastorales sobre
la vida y misión de la iglesia y el significado de ser anabautista en
el contexto revolucionario de Centro América van a ser aspectos
muy importantes en los demás eventos.
6. Renovación carismática y teología
La influencia carismática que permeó las convenciones
menonitas en América Central vino a ser muy importante en el
proceso de indigenización de la Iglesia, aunque muy pronto se vio
retada por los cambios sociales imperantes en su medio. La teología
latinoamericana levantó dudas sobre muchos de los fundamentos
de la teología carismática, y su rechazo de los regímenes
dictatoriales, puso en una nueva perspectiva el tema de la relación
Iglesia-Estado.
La Consulta Anabautista de Guatemala en 1 981 puso de relieve
una de las grandes preocupaciones de los menonitas: el papel que
la Iglesia debería jugar en un contexto socialista. Las ponencias de
Amoldo Casas ayudaron mucho por varias razones: 1) porque se
tomó en serio otras experiencias eclesiales en contextos de
cambios revolucionarios como fue el mismo caso de Cuba, 2)
porque se hizo un esfuerzo por interpretar la relación Iglesia-Estado
desde la perspectiva anabautista, 3) porque se asumió
positivamente los cambios políticos y económicos que traía consigo
la revolución socialista en el área, sin llegar por ello a apoyar
incondicionalmente un sistema político determinado.24
112
vida y pensamiento 16,2
A pesar de que en esos años la teología de liberación ya estaba
presente,25 no es sino hasta la CAMCA de Nicaragua en 1982,
cuando se debatió su significado para la teología anabautista.
El material de estudio que se utilizó fueron secciones del módulo
del Seminario Bíblico Latinoamericano del profesor menonita Dr.
LaVerne Rutschman.26 En concordancia con la participación de la
mujer en la situación revolucionaria de la región, las CAMCAS de
1 984 y 1 985 abordaron el tema de la mujer cristiana en la situación
de la iglesia en Centroamérica".27
Las conferencias de 1 984, "La Iglesia testifica a Centroamérica
con Esperanza" como la "I Consulta Menonita Latinoamericana
sobre la Misión de la Iglesia", ambas celebradas en Guatemala,
fueron muy importantes. Ellas reflejaron un esfuerzo de la Iglesia
Evangélica Menonita de Guatemala y del Comité Central Menonita
por responder teológica y pastoralmente, desde la identidad
anabautista de no-resistencia, a un contexto social cargado de
violencia.28
La declaración de la CAMCA de 1987 indicó nuevamente el
carácter profético y el testimonio de paz que fue dándose en las
comunidades menonitas durante los ochentas. La consulta versó
sobre "La espiritualidad en Mesoamérica", en la que no faltó el
anhelo de paz que en ese momento sentían los pueblos
centroamericanos. El artículo cuarto de la declaración de dicha
consulta fue al respecto muy explícito:
Declaramos como apropiado, que los gobiernos de la región
mantengan una disposición de autonomía en el conflicto sin
suscribir acciones basadas en intereses ni agendas externas,
y los instamos a realizar esfuerzos para cumplir con los
acuerdos tomados recientemente en la cumbre de Esquipulas
II, demostrando asi a la comunidad internacional, que somos
capaces de enfrentar nuestros problemas y encontrar vías
pacíficas de solución.29
Ese compromiso por la paz y por los que sufren violencia también
quedó claramente expresado en el artículo sexto:
vida y pensamiento 16,2
113
Declaramos nuestro dolor, acompañamiento y solidaridad con
todos aquellos que experimentan y sufren en nuestros pueb-
los situaciones de injusticia. Elevamos nuestra oración para
ser instrumentos de paz en esta hora de tribulación y hacemos
el llamamiento a todos aquellos que se entregan en el nombre
de Jesucristo a responder a la vocación de ser
CONSTRUCTORES DE LA PAZ (Mateo 5.9). 30
Esa vocación por la paz se hizo manifiesta a través de actos
concretos como la participación amplia de menonitas en solidaridad
con las víctimas del conflicto centroamericano. El Comité Central
Menonita fue fundamental en todo esto a través de del servicio
voluntario de jóvenes canadienses, estadounidenses y
centroamericanos.31
Conclusión
Es necesario trabajar aún más estas etapas de las primeras
consultas menonitas. Se necesita profundizar la percepción que
se tuvo en estas consultas sobre temas como la evangelización y
el discipulado. Se reconoce, sin embargo, que las CAMCAs fueron
verdaderos espacios de reflexión sobre la vida y la misión de la
iglesia en el contexto de la crisis política de América Central. Aunque
es muy grande la tarea de investigación que nos queda por delante,
su importancia es quizás mayor en el fortalecimiento de la identidad
anabautista y de una memoria de fe y esperanza. Conocer nuestro
pasado, los aciertos como desaciertos de quienes nos precedieron,
nos ayuda a responder con mayor claridad al llamado de Dios a
ser testigos de su amor y de su paz en la sociedad que vivimos.
114
vida y pensamiento 16,2
Notas
I. Los contenidos fundamentales de este artículo son parte de
la ponencia, "Methodological Problems and Possibilities on the
Historical Work oí Mennonites in the Caribbean, Central America
and Panamá" presentada en una consulta menonita en Indiana,
abril de 1975.
2.Susanne Bondeheimer, "El Mercado Común Centroamericano
y la ayuda norteamericana", en: Susanne Bodenheimer/Xavier
Gorostiaga et. al, La inversión extranjera en Centroamérica,
(Costa Rica: EDUCA, Tercera Edición, 1981, p. 25-166.
3. Vid. M. V. Carias/D.SIutzky (Coord.), La guerra inútil: Análisis
socio-económico del conflicto entre Honduras y El Salvador,
(San José: EDUCA, 1971.
4. Héctor Pérez, Historia general de Centroamérica. De la
posguerra a la crisis, (San José: FLACSO, 1994).
5. David Powell, "Puerto Rico", en: Cornelius Dyck/Dennis Mar-
tin (Coord.), The Mennonite Enciclopedia. A Comprehensive
Reference Work on the Anabaptist-Mennonite Movement, Vol.
V, A-Z, (Scottdale: Herald Press, 1990), p 737-738.
6. Carta del pastor Jaime Sauder a los "Hermanos menonitas
centroamericanos", La Ceiba, Honduras, 7 enero 1974. (Archivo
del autor, en adelante: (AA).
7. Vid. el documento "El plan de formación". No tiene fecha
aunque menciona la CAMCA de 1974 en Tegucigalpa. El
contenido hace probable que fuera escrito por Jaime Sauder en
1975 (AA).
8. Jaime Sauder, Resumen provisional de las consultas
menonitas centroamericanas (CMCA), La Ceiba, 1982 (AA).
9. Carta de Jaime Sauder, op. cit.
10. Jaime Sauder, "Informe de la formación de líderes en Centro
América dado en la Segunda Consulta Menonita
Centroamericana en Costa Rica del 3-5 de julio de 1975", 3 de
julio, 1975 (AA).
I I . CAMCA IV, Resultados de la evaluación pastoral, crecimiento
de la iglesia y evangelización, 1977 (AA).
1 2. Vid. Alberto Barrientos, La iglesia del Señor frente a su tarea
suprema, (San José: IINDED, Edición corregida y aumentada,
1982).
1 3. Vid. "Centroamérica Cristo es tu solución", en Maráñala, (San
José, Edición No. 24, Año 2, 1983), p 5-8.
14. Guillermo Cook, Análisis socio-teológico del movimiento de
renovación carismática con referencia especial al caso
costarricense, Tesis de Licenciatura, (San José: SBL, 1973).
15. Amando Robles, "Movimientos eclesiales de la Iglesia
Católica en Costa Rica", en Mensajero del Clero, Publicación
vida y pensamiento 16,2
115
oficial d3 la Conferencia Episcopal de Costa Rica, San José,
No. 1 1 , Setiembre 1983.
16. Sobre la teología carismática de este sacerdote vid. Francis
MacNutt, Die Kraft zu heilen. Das fundaméntale Buen uber
Heilen duren Gebet, Verlag Styria Graz Wien Kóln, 5. Auflage,
1986.
17. Henry Helmuth, "If I were starting over en: Brotherhood
Beacon, Ohio, January, 1991, pp 8-9.
18. Janet Breneman, "Honduran Mennonite Church", en:
Cornelius Dyck/Dennis Martin (Coord.), op. cit., pp 391-393.
19. CAMCA, Alabanzas de libertad, Litografía Ambor, 1975. Sin
lugar de impresión.
20. id., Canto No. 436, p 215.
21 . CAMCA, Declaración de Belice, Belice, 1 5 de julio de 1 978,
P 1-
22. Ib id.
23. Orlando Núñez, "La revolución social y la transición en
América Central - El caso de Nicaragua-", en: Daniel Camacho/
Manuel Rojas, La crisis centroamericana (San José: FLACSO-
EDUCA, 1984), pp 95-125.
24. Vid. Amoldo Casas, "Como vivir la Iglesia en una sociedad
socialista", CAMCA, Guatemala, junio 1981. Amoldo Casas,
"Testimonio de paz", CAMCA, Guatemala, junio 1981 (AA).
25. Vid. James Prieto, "Historia y desarrollo de la Teología de la
Liberación (1962-1993)", en: SENDEROS, Revista de Ciencias
Religiosas y Pastorales-, Año XV, No. 43, Enero-Abril 1993, pp
1-35.
26. Laverne Rutschman, Anabautismo Radical y Teología
Latinoamericana de la Liberación (San José: Seminario Bíblico
Latinoamericano, 1982).
27. Vid. Acta de la XI CAMCA, San Pedro Sula, Honduras, 3-7
de julio de 1984.
28. I Consulta Menonita Latinoamericana sobre la misión de la
Iglesia, Antigua Guatemala, Guatemala, 7-10 septiembre 1986
(AA).
29. Declaración de CAMCA 1987. Firmada por los delegados de
las Iglesias Menonitas de Centroamérica, Panamá, Colombia y
Puerto Rico, Guatemala. 27-29 agosto, 1987 (AA).
30. Ib id.
31. Vid. Charlie Geiser/Linda Shelly, History of the Mennonite
Refugee Program in Honduras, 1987. (Tomado del archivo del
Comité Central Menonita en Canadá).
116
vida y pensamiento 16,2
La participación de la mujer
en la Iglesia Apostólica
de la Fe en Cristo Jesús
en México
Concepción León
Introducción
Agradecemos la oportunidad y el privilegio de compartir estas
notas, reconociendo los desafíos que conlleva una reflexión de este
tipo. El artículo es un aporte y no la última palabra sobre la
participación de la mujer en la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo
Jesús (IAFCJ) de México.
Trataré de esbozar algunas ideas que nos permitan tener una
visión general de la contribución de la mujer en el crecimiento de la
IAFCJ. Esta reflexión es el primer intento de sistematizar la
participación de la mujer desde una perspectiva de género.
Concepción León es mexicana, graduada del programa de
Licenciatura en Teología del SBL. Actualmente es profesora en el
Centro Cultural Mexicano (Escuela de Teología) de la Iglesia
Apostólica de la Fe en Cristo Jesús.
vida y pensamiento 16,2
117
Deseo a través de estas líneas reconocer y honrar a todas
aquellas mujeres1 siervas, que han entregado su vida al servicio
abnegado e incondicional de la obra de Dios y exaltar la memoria
de la mujer que Dios usó para levantar el movimiento del nombre
de Jesucristo en México.
Es un enfoque que parte de las estadísticas oficiales de la IAFCJ
y de experiencias de vida de las mujeres, recogidas a través de 20
encuestas realizadas a los coordinadores distritales de educación
cristiana.
1. Origen de la IAFCJ de México
l.l.Contexto histórico
La IAFCJ de México nace en un contexto revolucionario. El año
de 1914 fue el año más violento de la revolución mexicana. Las
tropas constitucionales ocupaban el país para derrocar al ejército
federal, y la situación económica del país iba en declive. La realidad
"política y social que había creado el porfiriato venía desbordándose
inconteniblemente desde principios de siglo con protestas,
insurrecciones y crímenes por todo el país".2 Mientras México
experimentaba esta crisis, el país del Norte vivía un optimismo
industrial y una experiencia espiritual producida por los movimientos
de santidad del siglo pasado.3
1.2 Fundadora de la IAFCJ de México
A raíz de esa angustiosa situación muchos mexicanos cruzaban
las fronteras de los Estados Unidos de Norte América en busca de
trabajo para sostener a su familia que dejaban en su país. Una
pareja de recién casados emigró al estado de California, donde
tendrían en el año de 1 91 2, una experiencia pentecostal en la Misión
Apostólica de la calle Azuza de la ciudad de Los Angeles.4 Esto le
dio a la señora Romana Carvajal de Valenzuela un gran impulso
118
vida y pensamiento 16,2
para llevar el evangelio de Jesucristo a su familia y para testificarles
de su nueva experiencia con el Espíritu Santo en la manifestación
de las lenguas (glosolalia).
Romana Carvajal fue una mujer intrépida que estuvo por dos
años yendo y viniendo de California a su pueblo natal de Villa Aldama
(Chihuahua, México) para instruir a los primeros doce creyentes
apostólicos.5 Debe decirse que en estos dos años (1914-1915)
reinaba el peligro y la pobreza extrema en el país.6 Este fue el
contexto de la decisión que llevó a esta mujer a obedecer la voz del
Espíritu y a cumplir el plan de Dios en el pueblo mexicano.
El 1 de noviembre de 1914 un grupo de doce personas se
encontraba reunido para estudiar la Palabra, orar y pedir la promesa
del Espíritu Santo. Dios no hizo esperar más su promesa y derramó
de su Espíritu en cada persona, dándoles la experiencia de hablar
en otras lenguas. Es a partir de este grupo, con el liderazgo
protagónico de Romana Carvajal, que nace lo que hoy conocemos
como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de México
(IAFCJ).7 Lo curioso es que el protagonismo de esta mujer no
marcó el rumbo de la vida y ministerio de las mujeres en la IAFCJ.
Como sucede en muchos casos, con el tiempo la iglesia va limitando
y controlando las mujeres que Dios usa para propósitos especiales.
1.3. Perfil de la IAFCJ
La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús es un movimiento
pentecostal con 82 años de presencia en México. Tiene 808 iglesias
en el país; 755 pastores; 634 ministros; 608 diáconos y 79.469
miembros de entre los cuales 48.749 son mujeres.8 Con respecto
a su liderazgo, disciplina y economía la IAFCJ es un movimiento
autóctono. Su gobierno es episcopal y su confesión doctrinal se
basa 18 puntos.9 Su finalidad ha sido definida así:
Aspira a repetir en nuestro tiempo sin más variantes que las
impuestas por la cultura y la distancia cronológica, la realidad
vida y pensamiento 16,2
119
de la iglesia primitiva en sus prácticas, creencias y resultados,
con el fin de tener un ministerio dinámico adaptado a las
circunstancias de la iglesia y aspirando siempre a la
superación.''0
2. Contribución de la mujer
en el crecimiento de la IAFCJ
La mayoría de los líderes pastores concuerdan en que la mujer
ha sido importante para el desarrollo de la comunidad eclesial.11
El Dr. Manuel J. Gaxiola afirma que "la aportación de las mujeres al
extendimiento y prosperidad de la IAFCJ, es cosa que no se puede
negar... comenzando por el hecho de que la Iglesia Apostólica de
México es fruto del trabajo inicial de una mujer".12 Son varias las
contribuciones que la mujer da a la iglesia, nos limitaremos a
mencionar sólo cuatro de ellas: en lo económica, en la tarea de
evangelización, a nivel de educación y en el aspecto administrativo.
2.1 Contribución económica
La Biblia registra experiencias de mujeres que contribuyeron en
el aspecto económico. Jesús mismo recibió este tipo de contribución
(Le. 8.3), al igual que Pablo en la iglesia de Filipos, en donde una
mujer comerciante aparece entre las primeras convertidas (Hch
16.14,15; Fil 4.15-16).
En el caso de la IAFCJ las estadísticas hablan por sí solas; ellas
revelan la capacidad de las mujeres de sostener económicamente
los proyectos de becas para los hijos de pastores, misiones, entre
otros. Este aporte de las mujeres representa más del 50% de los
ingresos totales de la iglesia.13
120
vida y pensamiento 16,2
La posición económica de todas las mujeres no es homogénea.
La mayoría son de escasos recursos, pero todas ellas son mujeres
trabajadoras, sacrificadas, esforzadas, obedientes y cumplidas en
todas sus asignaciones y metas que establece la mesa directiva
nacional, distrital, presbiterial y local.
2.2 Contribución en la evangelización
Según las estadísticas, la mujer realiza el 75% de la tarea
evangelizadora de la iglesia. Esta actitud está en línea con el papel
de la mujer en los tiempos bíblicos. La mujer samaritana fue la
primera evangelista de su pueblo; las mujeres que seguían a Jesús
también hicieron su parte desde el momento que recibieron la orden
de anunciar a los apóstoles la resurrección del Señor (Mr 16.9; Le
24.9-10). Vemos al apóstol Pablo con un equipo de mujeres
colaboradoras suyas en la tarea de la proclamación del evangelio
(Ro 16.2,6,12).
Los espacios donde se realiza esta tarea son los mismos donde
predicó Jesús; los hogares, las calles y otros lugares públicos, y
los medios son, entre otros, las células y la evangelización casa
por casa. Es importante señalar que el trabajo femenino en la IAFCJ
está recuperando la historia de las mujeres que en el pasado
desarrollaron un ministerio, especialmente las misioneras o
evangelistas que entregaron su vida en esta tarea, aunque no
figuren en la historia del crecimiento de la iglesia. Con esta actuación
las mujeres heredan a las siguientes generaciones lo que se ha
entendido como el tesoro de un pueblo, su historia. Una historia
que no es no solo de personas sino del Dios que se encarnó y
actuó también a través de las mujeres.
2.3 Contribución educativa
En el área educativa la mujer desempeña el 65% de la actividad
docente en la iglesia,14 especialmente en la escuela bíblica
dominical, grupos familiares, células de estudio y de oración. Aunque
la participación de la mujer en los seminarios no es todavía oficial,
algunas ya están tomando parte en la enseñanza en varios de ellos.
vida y pensamiento 16,2
121
2.4 Contribución administrativa
La IAFCJ tiene organizados a sus miembros en fraternidades
de señores, señoras y jóvenes, cada una con dos líderes que actúan
como responsables de la organización del trabajo del grupo y del
envío de las cuotas señaladas, así como los informes de avance o
retroceso y cualquier detalle de la fraternidad.15 Cada fraternidad
tiene líderes según los niveles jerárquicos de la estructura eclesial.
A nivel local estos líderes son supervisados por el pastor, por el
presbítero a nivel de presbiterio, y a nivel distrital y nacional
respectivamente por el obispo distrital y la mesa directiva de la
iglesia.
En esta área la mujer participa como directora o secretaria y
tesorera de la fraternidad de señora. En el caso de la fraternidad
de jóvenes, las mujeres que llegan a ser directoras son relativamente
pocas. En el mejor de los casos son secretarias y tesoreras. No
obstante, cada año se ve un avance en la participación de la mujer
en la fraternidad de jóvenes.
3. Situación actual
de la mujer en la IAFCJ
La mujer apostólica es parte de la realidad social que vive México;
no puede quedarse pasiva frente a los desafíos que la sociedad
les presenta. Como seguidoras de Jesús son llamadas a participar
en la formación de una sociedad nueva, donde la vida, el respeto al
derecho y la igualdad de individuos sean una realidad en la sociedad
y en la iglesia. Por eso es muy importante la superación secular y
teológica de las mujeres.
3.1 La mujer y la preparación secular
Son varios factores los que están permitiendo que la mujer pueda
avanzar en su preparación secular; una razón muy fuerte es que
doctrinalmente ya no se condena la decisión de estudiar. La mayoría
122
vida y pensamiento 16,2
de los líderes pastorales creyeron por mucho tiempo que el cristiano
no debería estudiar las cosas de este mundo. Esta posición ha ido
cambiando por la realidad educativa y la exigencia laboral del país.
Todavía hace dos décadas una persona podía entrar a trabajar en
una fábrica sin tener la primaria terminada, ahora el requisito mínimo
es la secundaria y dentro de poco el requisito mínimo de estudios
será la preparatoria. ¿Podrá obtener empleo una mujer o un hombre
creyente que no cumpla con este requisito?
Otro factor que ha ayudado es el cambio de mentalidad de los
padres de familia de una o dos generaciones atrás. Ahora existe
entre ellos una mayor preocupación de que sus hijos reciban la
mejor educación. También ha ayudado el ingreso al cuerpo de líderes
y pastores de personas con cierto nivel técnico y profesional, que
no ven limitaciones en promover la educación secular de mujeres y
hombres.
Un dato interesante en la IACFJ es el hecho de que las mujeres
tienen un nivel educativo más elevado que el de los varones.16 Esto
presenta un desafío para los líderes en cuanto a la posición de la
mujer dentro de la iglesia. Por ejemplo, la mujer profesional tiene
un campo de acción y realización más amplio en la sociedad que
en la iglesia. Todo esto levanta algunas preguntas: ¿Tendrán ese
mismo campo de acción y realización en la iglesia las mujeres que
estudian teología? ¿Qué pasará con todas las mujeres apostólicas
preparadas secular y teológicamente? Lo que sí es una realidad
contundente, es que la mujer está superando los obstáculos que
no le permitían avanzar.
3.2 La mujer y la preparación teológica
El avance de la mujer apostólica en la preparación teológica ha
sido muy lenta. En esto ha pesado mucho la visión y convicción de
los líderes, y por supuesto, de quienes están a cargo de la educación
en la iglesia. Unido a ello está la postura de la iglesia respecto al
ministerio de la mujer, y los espacios limitados que ella encuentra
en algunas regiones del país. Pero esta situación también está
vida y pensamiento 16,2
123
cambiando y se observa en algunos líderes encargados de la
educación cristiana y teológica que están actualmente promoviendo
la preparación de la mujer en el área teológica.
En 1987 se abrió en la ciudad de México el Centro Cultural
Mexicano, que es la facultad de teología de la IAFCJ de México,
donde a partir de este año se ha promovido la educación teológica
de la mujer, tanto en la sede central como en sus extensiones
regionales. En la actualidad se tienen 447 mujeres que están
estudiando el programa del diaconado.17 La iglesia cuenta con varias
instancias educativas y con sus modalidades respectivas. Se tienen
34 centros regionales y un Programa de Educación Teológica por
Extensión (PETE). Para 1 997 se pondrá en marcha el proyecto de
una Escuela Bíblica por Correspondencia (EBC), que tiene un
programa específico para las mujeres pentecostales.
El interés de la mujer apostólica por la preparación teológica
está creciendo, producto de su necesidad de conocimiento, sus
inquietudes teológicas, históricas, bíblicas y pastorales, así como
de su deseo de conocer su papel en la comunidad de fe y en la
sociedad. Las mujeres creen que el Espíritu Santo les seguirá
enseñando e iluminando para comprender las realidades que deben
ser transformadas para el engrandecimiento de su reino. Ellas
confían que mientras esperamos la parusía El les guiará a descubrir
o crear esas nuevas formas de vivir el kerigma, la diaconia y el
ágape. Entre tanto que se le espera, las mujeres trabajan y estudian
para cumplir con la misión que se les ha encargado.
3.3 La mujer apostólica y su encuentro con el
Espíritu Santo
Una de las experiencias trascendentales en la mujer apostólica
es su experiencia con el Espíritu Santo, ya sea la glosolalia o la
convicción de que el Espíritu reparte dones a mujeres y hombres.
Esto confirma su fe en el Dios justo e inclusivo. Al mismo tiempo
vemos en esta acción una señal emancipadora que las ubica en un
lugar de valor y dignidad. Es en esta perspectiva que el
124
vida y pensamiento 16,2
pentecostalismo propicia en la mujer una experiencia con el Espíritu
Santo que, al igual que con los hombres, afirma la mujer como
persona y le confirma su ministerio como colaboradora de Dios.
Las mujeres apostólicas han aprendido a convivir y respetar los
dos tipos de liderazgo, el informal y el formal; es decir el que no
tiene un lugar en la jerarquía del gobierno de la iglesia y el que sí lo
tiene. Están conscientes de que el Espíritu Santo usa a mujeres y
hombres independientemente de su preparación y función en la
iglesia.
Las mujeres resuelven a la manera de Jesús los obstáculos que
tienden a limitar su ministerio; para Jesús el ministerio no requiere
de una posición de poder para actuar, sino de un compromiso
incondicional con el proyecto de Dios. Todas las acciones de Jesús
reflejaron esta lógica de servicio. Al igual que Jesús, el Espíritu
Santo también continúa con esta lógica de servicio, usa a mujeres
y hombres que no son parte de la jerarquía ni del gobierno de la
iglesia. En Jesús y el Espíritu Santo se tiene un paradigma y un
fundamento. Se espera en ellos como espera la tierra la lluvia.
3.4 La mujer apostólica es de compromiso y visión
Las mujeres poseen un sentido de compromiso muy fuerte que
está relacionado en gran parte con la formación cultural y religiosa
que recibe. Al igual que en los tiempos de Jesús, la IAFCJ también
tiene mujeres comprometidas que a diario emplean sus fuerzas en
las tareas que les son asignadas y se sacrifican al grado de
minimizar sus otras responsabilidades como mujeres. Viven con
tal compromiso porque creen que así lo hizo Jesús. Se sienten
seguidoras de Jesús y muestran que son capaces de amar a Dios
y al mundo. El compromiso se ve como el camino de los nobles, el
camino a la excelencia y a la lealtad. Las mujeres confirman su
ministerio y perseveran en él por el compromiso que se asume con
Jesús como nuestro Todo (Dios, padre, salvador, señor, sanador,
consolador, maestro, amigo, etc.).
vida y pensamiento 16,2
125
Conclusión
Las mujeres sueñan elaborando proyectos, programas,
actividades entre otras cosas; visionan una realidad diferente;
entregan todo lo que tienen. Las mujeres, sin embargo, están
conscientes de que están remando contra corriente. Pero no se
desaniman ante ello, ni tiran el remo, porque creen en el Dios del
tiempo que las sorprenderá en su tiempo.
Espero que con estas palabras haya logrado presentar un pan-
orama del compromiso y participación de la mujer de la IAFCJ en
México.
Notas
1 Existe un proyecto para rescatar la historia de todas las
mujeres que han tenido un papel protagónico en la formación
de iglesias en todos los distritos.
2 José Bárrales Valladares, La revolución mexicana (México:
Haría, 1989), p. 122.
3 Carmelo E. Alvarez, Santidad y compromiso. (México: CUPSA,
1985), p. 35.
4 Manuel J. Gaxiola. La serpiente y la paloma. (México: Libros
Piros, 2 da. edición, 1994).
5 Ibid., p. 149
6 J. Bárrales, op. cA., p. 157
7 Manuel J. Gaxiola, op. cit., p. 144
8 Informe de la Convención General (México: Guadalajara,
1995).
9 Mesa Directiva Nacional "Puntos Doctrinales" Constitución y
Reglamentos (México: Guadalajara, 1989).
10 Ibid., p. ix.
11 Encuestas realizadas a los Coordinadores de Educación
Cristiana de la IAFCJ, el 7 de junio de 1 996 en la CD. de México.
12 Manuel J. Gaxiola. "Ovejas y Pastores: una guía para el
estudio de Primera de Timoteo". (México, D.F.), inédito, p. 7.
126
vida y pensamiento 16,2
13 Evaluación comparativa de la IAFCJ del segundo semestre
de 1995.
14 Ib id., sp.
15 Constitución y reglamentos, op. cit., pp. 76, 117-122.
16 Este dato es parte de un estudio no concluido, no obstante
los primeros resultados apoyan lo mencionado, 1993.
17 Evaluación comparativa, op. cit., sp.
vida y pensamiento 16,2
127
La realidad de España
como desafío para
misioneros evangélicos
latinoamericanos
Julio Díaz Piñeiro
Introducción
La presencia de organizaciones misioneras y misioneros
latinoamericanos protestantes en España es un fenómeno
relativamente reciente, que se da en el contexto de la Constitución
española aprobada en referéndum el 31 de octubre de 1 978 y de la
Ley Orgánica 7/1980 de Libertad Religiosa, que puso fin a casi
cuarenta años de monopolio religioso de la Iglesia Católica Romana
en la reciente historia de España. Antes de esta fecha histórica, las
Julio Díaz es español, pastor bautista, y está concluyendo el
programa de licenciatura en el Seminario Bíblico
Latinoamericano.
128
vida y pensamiento 16,2
limitaciones impuestas a las confesiones no católicas por el régimen
del general Franco redujo, entre otras cosas, la entrada de agencias
misioneras o personal protestante foráneo. Esto hizo que la
presencia en España de misioneros latinoamericanos durante este
período fuera ínfima.
Con las libertades ideológicas, religiosas y de culto que garantizó
la Constitución de 1 978, España se convierte en objetivo misionero
prioritario para las denominaciones evangélicas de América Latina.
Unido a este hecho está otro factor como es el notable crecimiento
que a partir la década de los setenta experimentaron la iglesias
evangélicas latinoamericanas, lo cual ha fomentado el espíritu
misionero.
Desde finales de esta década hasta la actualidad ha sido
constante la llegada a España de misioneros latinoamericanos -
enviados por iglesias locales o agencias protestantes. Algunas
organizaciones evangélicas latinoamericanas han incluso
establecido delegaciones en suelo español ante las nuevas
posibilidades misioneras de una España que ha experimentado
profundos cambios políticos, sociales y religiosos. Pero, ¿cuál es
la realidad con la que se encuentran? ¿Cómo es, desde el punto
de vista religioso y social, la España de finales del siglo XX? ¿Qué
desafío representa para las iglesias y organizaciones misioneras
protestantes de América Latina ?
1. Contexto histórico
La realidad social y religiosa de la España de hoy debe ser
entendida a la luz de su historia reciente, caracterizada por
diferentes regímenes políticos en los que el elemento religioso jugó
siempre un papel decisivo. La posición hegemónica otorgada a la
Iglesia Católica Romana por la monarquía española y que continuó
con el directorio militar del general Primo de Rivera (1923-1930)
recibió un severo golpe con la proclamación de la República el 12
de abril de 1 931 . El gobierno republicano desde el princip o orientó
vida y pensamiento 16,2
129
su política a la concesión y consolidación de todas las libertades,
incluida la libertad religiosa, y la limitación de los privilegios
seculares de la Iglesia Católica, equiparándola con las demás
confesiones religiosas existentes en España.
La política del gobierno republicano en materia religiosa contó
con una enconada oposición por parte de los sectores más
reaccionarios del país y de la jerarquía católica española, lo que
agudizó las tensiones en la relación Iglesia-Estado y alentó, por
otra parte, los sentimientos anticlericales de facciones republicanas
radicales, que se tradujeron en una ola de saqueos y quema de
conventos e iglesias, aunque
no ha quedado demasiado claro el origen de las instigaciones
a cometer tales desmanes. Ya en su día no faltaron testimonios
según los cuales la incitación procedía del propio clero y de
las fuerzas políticas afines que de este modo buscaban
provocar una amplia reacción contra el Gobierno republicano.'
El 18 de julio de 1936 el general Franco y otros militares de
tendencia fascista se alzaron contra el gobierno republicano, lo que
dio origen a un conflicto bélico fratricida que duró tres años y finalizó
con la derrota de las fuerzas republicanas y la victoria de las
nacionales, leales al general Franco. Desde el primer momento del
alzamiento militar, la jerarquía católica española no ocultó sus
simpatías por los insurgentes, decantándose claramente a favor
de éstos y calificando de "cruzada" la sublevación militar y la
contienda que le siguió. Esta toma de posición de la jerarquía
católica fue contestada en el bando republicano por"el movimiento
popular anticlerical más violento que ha conocido la historia de
España: más de seis mil sacerdotes, monjes y monjas asesinados,
más de mil iglesias totalmente destruidas y muchas más saqueadas
y parcialmente destruidas".2
Tras la victoria del general Franco se instauró en España una
férrea dictadura que supuso una involución con respecto a las
libertades y derechos ciudadanos y concedió a la Iglesia Católica
una gran relevancia socio-política, en detrimento de las minorías
130
vida y pensamiento 16,2
religiosas existentes en España, que fueron primero perseguidas,
y luego sometidas a toda clase de injusticias y vejaciones hasta la
promulgación el 28 de junio de 1 967 de la Ley 44/1 967, que regulaba
el ejercicio del derecho civil a la libertad en materia religiosa, aunque,
en la práctica, no pasaba de ser simple tolerancia.
La Iglesia Católica, a su vez, legitimó el nuevo régimen y
estableció con él una alianza que dio lugar a lo que se ha dado en
llamar el "nacionalcatolicismo", que ha presidido la vida social, cul-
tural y moral de la sociedad civil española desde 1939 hasta la
muerte del general Franco, en 1975. La imposición de la religión
católica no sorprendió en una sociedad tradicionalmente religiosa,
como es la española, pero contribuyó a avivar el anticlericalismo
latente en el espíritu español, más afecto a las tradiciones de la
Iglesia Católica que a sus representantes. La influencia que este
período histórico tuvo en el pueblo español es fundamental para
entender la actual realidad española.
El influjo del Concilio Vaticano II y los indicios del
resquebrajamiento del régimen franquista a finales de la década
de los sesenta llevaron a un sector de la jerarquía católica española
a un prudente distanciamiento del régimen, al tiempo que abogó
por medidas aperturistas y liberalizadoras, lo que provocó serios
enfrentamientos con las filas más conservadoras de la Iglesia
Católica y de la sociedad española. El fin del "nacionalcatolicismo"
llegó, como ya se ha mencionado, con la muerte del general Franco
en 1975, la instauración de una monarquía parlamentaria en la
persona del rey Juan Carlos I y la aprobación en referéndum por
amplia mayoría, en 1978, de una nueva Constitución, que recoge
los principios y derechos fundamentales de un Estado democrático
y reconoce a España como un Estado aconfesional, aunque con
capacidad para establecer acuerdos de cooperación con las
confesiones religiosas de notorio arraigo establecidas en España
(5 de julio de 1980, Ley Orgánica 7/1980 de Libertad Religiosa).
El rol que actualmente desempeña la Iglesia Católica en España
puede resultar contradictorio a la hora de comparar diferentes
valoraciones. Así, en opinión de algunos autores,
vida y pensamiento 16,2
131
superada la etapa de nacionalcatolicismo que caracterizó la
posición de la Iglesia Católica en el régimen franquista,
actualmente encontramos a una Iglesia al margen de las
principales controversias políticas, aunque no silenciosa en
temas que considera centrales, esperando influir en los fieles
más bien que empujándolos a la esfera política. Esta retirada,
que puede no ser permanente, ha hecho que la Iglesia sea
menos relevante para los que no se cuentan entre sus fieles,
permitiéndoles considerarla como algo irrelevante y mantener
una benévola indiferencia hacia ella.3
Sin embargo, resulta más que evidente que la Iglesia Católica -
consciente de que es una de las instituciones más importantes de
España- no ha renunciado a mantener un papel protagónico y
hegemónico en la sociedad española, ni tampoco ha ocultado sus
simpatías por aquellos partidos políticos que le son afines. Esto
como se ha puesto de manifiesto en la última campaña electoral
celebrada en España que, después de trece años de sucesivos
gobiernos socialistas, culminó el 3 de marzo de 1 996 con la victoria
en las urnas del Partido Popular -conservador y adscrito a la
Democracia Cristiana- y que contó con apoyo moral y efectivo del
episcopado español y de extensos sectores del clero católico. En
España es de esperar que el acceso al poder político de un partido
confesional -como es el Partido Popular- tenga sus repercusiones
en las relaciones del Estado con la Iglesia Católica y con las
confesiones religiosas no católicas reconocidas por el Estado
español.
El actual panorama religioso y social de España es, sin duda,
resultado de su historia reciente. A pesar de que España continúa
siendo un país donde la religión ocupa un espacio moderado en la
vida de sus ciudadanos, el desencanto de muchos fieles católicos
con su Iglesia es un hecho. La ausencia de mayor compromiso en
la transformación positiva de la sociedad y el exceso de clericalismo
que ha atravesado la historia de España han generado un bloqueo
de la religiosidad del pueblo español, mientras que el
nacionalcatolicismo ha provocado más desafección que otra cosa.4
132
vida y pensamiento 16,2
La consecuencia inmediata de todo ello es, en opinión de
analistas y sociólogos, el proceso de secularización en que se
hallan inmersos los ciudadanos españoles, que pone en entredicho
la tradicional religiosidad del pueblo español y obliga a un
replanteamiento de la estrategia misionera en una nación como la
española, relativamente próspera, en estado de bienestar,
consumista, ubicada en un contexto europeo y escasamente
preocupada por los temas trascendentes de la religión, a pesar de
confesarse mayoritariamente católica.
2. Transición religiosa
y secularización en España
Hablar hoy de secularización en España no es lo mismo que
hacerlo en los años treinta, cuando la II República española se
propuso secularizar la sociedad española socavando la autoridad
y el control de la Iglesia Católica sobre la población y restándole
protagonismo en los asuntos de Estado.
Hoy la secularización es el resultado de un cambio cultural,
social y económico y de la debilidad de la estructura
eclesiástica -por lo menos debilidad numérica-, y todo el que
esté a favor de la secularización es consciente de que un
ataque frontal sólo activaría la comunidad católica en defensa
de la Iglesia y su campo de influencia.5
Los representantes del laicismo español actual saben que esto
es así, y el recuerdo del fracaso del gobierno republicano en su
política religiosa está demasiado fresco en la memoria como para
volver a repetir la historia. No quiere decir esto que no se produzcan
expresiones de antirreligiosidad desde la clase intelectual o política
-de las que en seguida se ocupan los medios de comunicación
social- pero éstas son esporádicas y denotan más un
antieclesiasticismo que una verdadera antirreligiosidad. Más bien,
el laicismo español pretende reducir pacíficamente los espacios
de influencia de las iglesias -y no sólo de la Iglesia Católica- y
situarlos en los márgenes de la sociedad.6
vida y pensamiento 16,2
133
2.1 Secularización y autodefínición religiosa
de los españoles
El verdadero rostro del proceso de secularización que se está
viviendo en España se aprecia más bien en las actitudes en mate-
ria de religión de los propios españoles. Una encuesta publicada
recientemente por una importante editorial española7 revela que la
religión preocupa poco (36,6%) o nada (23.9%) a un 60,5% de los
españoles, y mucho sólo a un 9,6%. En la encuesta mencionada,
la religión ocupa el último lugar entre los temas de máxima
preocupación de los españoles y obtiene el índice de máxima
despreocupación para la mayoría.
A esta despreocupación por la religión hay que sumar la
espectacular reducción de los españoles que se definen a sí mismos
como "católicos practicantes" y el aumento considerable de los que
de definen como "católicos no practicantes".
Entre 1965 y 1990 los españoles que se autode finen como
católicos con diversos niveles de práctica han descendido
sustancialmente, pasando del 83% al 53%. En el mismo
período, el porcentaje de "católicos no practicantes" se duplica
o casi se triplica, ya que del 15% en 1965 se llega al 40% en
1988, y al 45% en 1989 ... Los que más han aumentado han
sido los indiferentes (del 3% al 21% entre 1970 y 1989) y los
"católicos no practicantes" (del 32% al 45%) ... Los años 1978-
1983 constituyen el espacio temporal en el que se
experimenta el gran cambio de la identidad religiosa de los
españoles, muy marcada por la disociación entre identidad
religiosa y práctica religiosa, el auge de la indiferencia y el
estancamiento del ateísmo en un nivel bajo (5%).a
La transición religiosa de los españoles hacia una sociedad
secularizada parece confirmarse con los datos de una encuesta
de ámbito nacional realizada del 23 al 25 de enero de 1996 y
facilitados por un semanario español.9 Ante la pregunta ¿cómo se
declararía? en materia de religión, las respuestas fueron las
134
vida y pensamiento 16,2
siguientes: católico practicante (35,3%); católico no practicante
(47,5%); de otra religión (1,7%); agnóstico (13,3%); no sabe/no
contesta (2,2%).
La autodefinición del 47,5% de los encuestados como "católicos
no practicantes" resulta interesante para comprender el peso que
la religión ha tenido y tiene en un país como España. Por"católicos
no practicantes" entendemos aquellas personas que, habiendo sido
bautizadas en el seno de la Iglesia Católica, no son miembros
activos de dicha Iglesia, no cumplen con los preceptos enseñados
por ésta, no están de acuerdo con parte o la totalidad de sus
principios y artículos de fe y pisarán en contadas ocasiones un
templo católico, más por compromisos sociales que por verdadera
necesidad de creyentes. Sin embargo, no renuncian a su condición
de católicos porque, después de largos siglos de imposición
religiosa, resulta difícil superar el anacronismo que identifica el ser
español con el ser católico o, quizás porque, en su fuero interno, el
español necesita sentirse parte de algo antes que no ser de nada,
aunque no comulgue plenamente con ello o, simplemente, rehuye
de ser la excepción en medio de su grupo social.
Los jóvenes españoles están siendo los principales protagonistas
del cambio en el panorama religioso español. Si en 1 975 el 75% de
los jóvenes españoles se declaraban católicos practicantes, en 1989
su número se había reducido al 15%.
En 1989, los jóvenes de 22-25 años presentaban la siguiente
autoidentificación religiosa: 14% de "católicos practicantes";
38% de "indiferentes" y "ateos"; 47% de "católicos no
practicantes" (ocasionales y nominales).'10
Si comparamos estos datos con los publicados en 1996
notaremos que el número de "católicos practicantes" es
sensiblemente menor entre la juventud española que entre otros
grupos de edad, aumentando notablemente el de "indiferentes" y
"ateos". El número de jóvenes indecisos o que declara pertenecer
a una confesión religiosa no católica se mantiene dentro de la me-
dia nacional, en torno al 1%.
vida y pensamiento 16,2
135
Como es de esperar, el mayor número de "católicos practicantes"
corresponde a las clases alta y media alta, ideológicamente más
conservadoras e históricamente vinculadas a la Iglesia Católica,
mientras que el mayor número de indiferentes se da entre la clase
trabajadora, mas influida por ideas progresistas. Sin embargo,
sorprende descubrir que en esta clase social el porcentaje de
"católicos practicantes" es similar al de indiferentes y ateos.11
2.2 Secularización y compromiso eclesial
Aparte ya de la autodefinición religiosa de los españoles, que
cuestiona el concepto de España como "nación católica", otras
señales permiten constatar que la secularización de la sociedad
española está teniendo lugar a pasos acelerados. La asistencia de
los españoles a las iglesias es un claro indicativo:
si en 1973 el 75% de los españoles declaraba asistir a la
iglesia alguna vez al mes, todos o casi todos los domingos o
más de una vez a la semana, actualmente la proporción se
ha reducido drásticamente al 29%}2
Significativo es también que en un país como España, donde
las leyes tributarias permiten a los contribuyentes destinar un 0,5%
de sus impuestos declarados a la Iglesia Católica o, en su defecto,
a fines sociales, "en 1988 tan sólo un 35% de los contribuyentes
expresó su voluntad de destinar una parte de sus impuestos al
sostenimiento económico de la Iglesia Católica, mientras que un
12% lo hizo para fines sociales y un 53% no utilizó ninguna de
estas posibilidades".13 Desde 1 988 hasta la fecha las aportaciones
de los españoles a la Iglesia Católica se han mantenido en niveles
similares para preocupación de la jerarquía católica española que,
dada la escasa responsabilidad de su feligresía en el sostenimiento
económico de su Iglesia, por una parte ha desplegado una
imponente campaña publicitaria recordando a los fieles católicos
sus deberes económicos con la Iglesia y, por otra, reclama del
Estado el aumento en 0,5 puntos de la tasa de aportación tributaria
a la Iglesia Católica, situándola en un 1%.
136
vida y pensamiento 16,2
Esta falta de responsabilidad de los fieles católicos con el
sostenimiento de su Iglesia no debiera sorprender en un país como
España, acostumbrado desde siempre a que sea el Estado quien
asume esa responsabilidad, y que es lo que continúa sucediendo
a pesar de que la Constitución española no da privilegios a ninguna
confesión religiosa.
2.3 Impacto de la secularización
La evolución en la moral y las costumbres de la sociedad
española es otra señal de su independencia con respecto al
estamento religioso y reveladora del talante extraordinariamente
laico que ha venido asumiendo durante las últimas dos décadas.
Cerca de las dos terceras partes de los españoles dicen ser
contrarios a las pautas morales defendidas por la Iglesia en
temas tales como las relaciones sexuales prematrimoniales,
la indisolubilidad del matrimonio, la prohibición de los
anticonceptivos o el celibato de los sacerdotes. El alejamiento
de la Iglesia se produce incluso entre quienes se consideran
católicos practicantes, sobre todo en la materia que les afecta
personalmente.14
La liberalización y permisividad de la sociedad española afecta
también a temas cuyo debate permanece abierto en la opinión
pública española. Según los datos publicados de la encuesta "El
Pulso a la Nación",15 la mayoría de los encuestados son partidarios
de la legalización en España de la prostitución, de los matrimonios
entre homosexuales y de la eutanasia, así como del reconocimiento
de los derechos sociales de las parejas no casadas canónica o
civilmente, de la ampliación de la ley del aborto con cargo a la
sanidad pública y de que la violencia y la pornografía en televisión
no sean suprimidas, sino limitadas.
vida y pensamiento 16,2
137
A medida que la sociedad española se ha ido haciendo más
permisiva y materialista, las creencias religiosas han ido perdiendo
terreno en favor del agnosticismo y del escepticismo religioso. Algo
más de la mitad de los españoles afirma creer totalmente en Dios,
pero los niveles de creencia en los artículos de fe de la Iglesia
Católica descienden hasta llegar al de la infalibilidad del Papa,
mantenido sólo por un tercio de la población española.16
A la vista de estos datos, es interesante observar la dicotomía
religiosa del pueblo español, la diferenciación que establece entre
el "ser" y el "hacer". Resulta paradójico que en un pueblo que se
declara católico romano en un 82,9% (si sumamos los católicos
practicantes y los no practicantes) apenas la mitad afirme creer en
Dios y sólo un tercio profese adhesión a dogmas fundamentales
de la Iglesia Católica, como es el de la infalibilidad del obispo de
Roma, o la salvación del alma, o la vida eterna, que preocupa sólo
a un 1 7,4% de los españoles.17 Pero es que ésta es la forma de ser
de los españoles: religiosos por tradición, católicos por definición,
pero también críticos con las instituciones religiosas y escépticos
con sus enseñanzas, particularmente con la Iglesia Católica, que
no ha sido capaz de satisfacer sus aspiraciones espirituales más
profundas. De nuevo es necesario no confundir antieclesiasticismo
-muy arraigado en la mentalidad española- con irreligiosidad, por
más que la religión no sea uno de los temas de mayor preocupación
de los españoles.
Si bien las encuestas realizadas en España revelan una escasa
preocupación de los españoles por la religión,
en 1991, entre los doce países comunitarios, España ocupaba
el quinto lugar con respecto a la proporción de personas que
se consideran religiosas, tras Portugal (86%), Grecia (85%),
Italia (82%) e Irlanda (72%):B
Y, pese a la intensidad del proceso de secularización que se
vive en España, la Iglesia Católica mantiene un buen número de
fieles practicantes, que la sitúan como la institución religiosa más
importante de España.
138
vida y pensamiento 16,2
2.4 Secularización y pluralismo religioso
La España secularizada es también una España más plural y
tolerante con las confesiones religiosas no católicas. Superados ya
los aciagos días del "nacionalcatolicismo", en los que no profesar
la religión católica significaba una estigmatización social, el
pluralismo sociocultural consecuencia del proceso de secularización
ha favorecido la difusión de diversas formas de vida religiosa que
han fragmentado el panorama religioso español: judaismo,
islamismo, budismo, protestantismo, ortodoxos, diversos tipos de
sectas -orientales, esotéricas, filosóficas, mesianistas, etc.
El conjunto de españoles que declara pertenecer a una religión
no católica apenas supera el 1 ,5% de la población total,19 una exigua
minoría que, al amparo de la Ley 7/1980, de Libertad Religiosa, se
esfuerza en ocupar un espacio social en igualdad de derechos y
oportunidades que la religión mayoritaria -la Iglesia Católica- y cuyo
principal enemigo es la secular desconfianza e ignorancia del pueblo
español hacia lo que no conoce.
En febrero de 1990, el Estado español firmó acuerdos de
cooperación con las confesiones no católicas de notorio arraigo en
España -judíos, musulmanes y protestantes- que suponen un paso
importante en el reconocimiento social de las minorías religiosas
más representativas del panorama religioso español. El crecimiento
numérico de las confesiones no católicas en España es lento, pero
constante. Con excepción de los judíos y de la Iglesia Ortodoxa,
que mantienen una presencia discreta, la multiplicación de las
mezquitas musulmanas -la más importante de Europa se encuentra
en Madrid- y la apertura de templos y lugares de reunión
protestantes hablan por sí mismas de ese crecimiento en una
sociedad espiritualmente desencantada de su legado religioso.
Los protestantes o evangélicos españoles son polifacéticos:
bautistas, pentecostales, menonitas, hermanos, Iglesia de Cristo,
reformados, episcopales, Ejército de Salvación, independientes, ...
la mayoría de ellos agrupados en la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), que hace de inter-
vida y pensamiento 16,2
139
locutor en las negociaciones con el gobierno español. En total suman
unos 100 000, aunque su ámbito de influencia es mucho mayor y
casi duplicaría su número. Lourdes Garzón, periodista del diario
español "El Mundo", dice de ellos: "si por algo se distinguen y si
algo los unifica es el afán de crecimiento y la actividad casi
militante".20
La sola pronunciación de la palabra "protestante" todavía pro-
duce algún que otro respingo de sorpresa e inquietud en muchos
españoles, acostumbrados desde el siglo XVI a escuchar desde
pulpitos y confesionarios que los protestantes son la encarnación
del mal y la herejía, "enemigos de Cristo y de la Iglesia". Aunque en
España el antiprotestantismo militante ya es algo del pasado -
reciente, pero pasado- no dejan de producirse manifestaciones
esporádicas de descrédito o que tienden a ridiculizar al colectivo
evangélico español, especialmente de parte de los medios de
comunicación social. Curiosamente, suelen ser los medios
supuestamente más progresistas los que más se prestan a este
juego pero, detrás de esta actitud, hay que discernir los sentimientos
antieclesiasticistas de un sector de la población española que no
distingue entre grupos mayoritarios o minoritarios a la hora de dirigir
sus ataques a la religión o, más concretamente, a las instituciones
religiosas. Es esta otra faceta de la secularización que se está
produciendo en la sociedad española.
El fenómeno de las sectas en España merece mención aparte.
Es difícil calcular el número de españoles adheridos a las
sectas. Las cifras oscilan entre 87.000 miembros
pertenecientes a 46 grupos y 500.000 pertenecientes a 300
grupos. Otras fuentes enumeran 27 sectas con un total de
76. 130 adeptos ... Las más importantes numéricamente son
los Testigos de Jehová (65.000) y los Mormones (15.000)?
Estas cifras corresponden a 1 990 y, desde entonces hasta la
fecha, su número ha aumentado, debido a que despliegan una
intensa actividad proselitista. La cifra de 500.000 españoles
adheridos a una secta resulta un tanto exagerada, a menos que
140
vida y pensamiento 16,2
los que ofrecen estas cifras quieran incluir en este número a otros
grupos no católicos que nada tienen que ver con las sectas, algo
nada extraño en un país en el que existe -más por ignorancia que
por mala intención, al menos, en la mayoría de los casos- la
tendencia a asociar lo no católico con secta.
El origen de la mayoría de las sectas que operan en España es
norteamericano, asiático y latinoamericano,22 de ahí la sospecha
inicial con que el español mira a todo misionero extranjero que
pretende hablarle de sus creencias religiosas. La desconfianza
latente en el espíritu español hacia lo foráneo, trátese de ideas o
de personas, fruto del aislamiento cultural y religioso de España
durante siglos, es un elemento a tener en cuenta a la hora de pensar
en España como campo misionero.
3. Valores dominantes
en la sociedad española
La pérdida de influencia de la religión y de las instituciones
eclesiásticas en una sociedad progresivamente secularizada como
la española ha dado paso a una sociedad más materialista y
preocupada de sí misma, aunque no necesariamente hedonista.
Valores como la familia, la amistad, el trabajo, la felicidad, el orden,
la justicia, la libertad, la paz, la igualdad, el patriotismo, la ecología,
la tolerancia, el civismo, la generosidad, el altruismo, gozan de
mucha estima entre los españoles.23
Sin embargo, aunque el español se declara abiertamente
tolerante con su prójimo, los prejuicios raciales, culturales y sociales
afloran más frecuentemente de lo que cabe esperar en una sociedad
moderna, democrática y progresista como la española. En estas
actitudes tiene mucho que ver la llegada masiva a España de
emigrantes, refugiados y trabajadores de países del Tercer Mundo
en busca de mejores condiciones de vida o en tránsito para otros
países europeos, muchas veces culturalmente incomprendidos y
socialmente marginados en una sociedad tremendamente
competitiva y consumista.
vida y pensamiento 16,2 141
El vacío dejado por las creencias religiosas ha sido ocupado
por otras prioridades y preocupaciones más tangibles y cotidianas:
el paro -que alcanza a un 23% de la población activa española- la
continuidad del sistema público de pensiones, el éxito profesional,
la destrucción del medio ambiente, el recrudecimiento del racismo
y la xenofobia, el papel de España en Europa, la continuidad del
sistema democrático, el paro, el terrorismo, la droga son los temas
que acaparan la opinión pública española y que corroboran su
talante progresista y específicamente laico.
En contra de lo que se esperaba, el fin del tutelaje político-
religioso a que se vio sometido España durante el
nacionalcatolicismo no ha empujado a la sociedad española a un
hedonismo pronunciado. Valores como el placer, la diversión, el
ascenso y el éxito social, la buena comida, el atractivo personal y
otros forman parte de su cotidianidad y son apreciados, pero no se
hallan entre las prioridades absolutas de la mayoría.24 Lo que sí es
evidente es que en España
... nos hallamos ante una creciente escisión entre religión y
algunas dimensiones de la vida social y personal y ante una
sociedad más centrada en aspectos intramundanos tanto en
lo referido a los objetivos vitales como a los comportamientos
ciudadanos.2S
Conclusión
La apertura de la sociedad española, su independencia del
ámbito religioso y su talante secular y permisivo están provocando
reacciones dentro y fuera de España. Mientras la Iglesia Católica
española está hablando de la necesidad de una"re-evangelización"
de la nación y de recuperar su influencia ética y moral sobre la
sociedad española, desde América Latina se contempla a este país
como urgentemente necesitado del evangelio de Jesucristo, lo que
está impulsando iniciativas misioneras de parte de denominaciones
y organizaciones protestantes latinoamericanas. Paradójicamente,
142
vida y pensamiento 16,2
el país que llevó el cristianismo católico a América Latina se ha
convertido a su vez en objetivo misionero de los pueblos que un
día conquistó con la cruz y con la espada, con la diferencia que
estas iniciativas parten ahora del cristianismo protestante que los
sucesores de los Reyes Católicos prometieron erradicar de sus
dominios.
La presencia de misioneros latinoamericanos en suelo español
es vista desde el pueblo evangélico español como expresión de
solidaridad y responsabilidad misionera de los cristianos evangélicos
de América Latina con la "madre patria", en lo que se considera
una oportunidad sin precedentes en la historia de España para
difundir la semilla del evangelio en sus pueblos y ciudades. Pero
España continúa siendo un desafío difícil. Si en épocas pasadas la
intolerancia religiosa era el principal obstáculo para la propagación
del Evangelio, actualmente la indiferencia religiosa de una buena
parte de los españoles es la realidad con la que se van a encontrar
los misioneros llegados de otras tierras.
Esta nueva situación obliga a un cambio de mentalidad por parte
de las iglesias y organizaciones directamente involucradas en la
obra misionera en España. Aunque una porción importante de la
sociedad española permanece fiel a la Iglesia Católica, ya no es
posible diseñar una estrategia misionera cuyo objetivo sea
únicamente predicar el Evangelio en la católica España, sino que
también deberá tenerse en consideración a la secularizada España,
con sus valores, sus actitudes, sus problemas, sus puntos de interés,
... en suma, la España surgida de la crisis de su propia identidad
religiosa.
vida y pensamiento 16,2
143
Notas
I. José María Martínez, La España evangélica ayer y hoy. Esbozo
de una historia para una reflexión (Tarrasa, España:
Publicaciones Andamio-Editorial CLIE, 1994), p. 293.
2.lbid., p. 306.
3. Juan J. Linz, "Religión y política en España" en Religión y
sociedad en España (Madrid: Centro de investigaciones
sociológicas, 1993), p. 45.
4. Rafael Díaz Salazar, "La transición religiosa de los españoles",
en Religión y sociedad en España (Madrid: Centro de
investigaciones sociológicas, 1993), p. 126.
5. Juan J. Linz, op. cit., p. 47.
6. Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit., p. 125.
7. Encuesta "El Pulso de la Nación", de la editora española
Círculo de Lectores. Ambito: nacional. Muestra: 50.000 socios
de Círculo de Lectores. Fecha: primavera de 1996. Realización:
INNER, empresa de estudios sociológicos. Dirección: Luis Martín
de Dios.
8. Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit., p. 94.
9. La Revista de El Mundo (Madrid), Núm. 17, 11 de febrero de
1996, p. 48.
10. Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit. , p. 95.
I I . Ibid.
12. José Ramón Montero, "Las dimensiones de la
secularización", en Religión y sociedad en España (Madrid:
Centro de investigaciones sociológicas, 1993), p. 184.
13. Rafael Díaz-Salazar, "La institución eclesial en la sociedad
civil española", en Religión y sociedad en España (Madrid:
Centro de investigaciones sociológicas, 1993), p. 284.
14. José Ramón Montero, op. cit., p. 194.
15. Encuesta "El Pulso de la Nación" de Círculo de Lectores, p.
52.
16. José Ramón Montero, op. cit., pp. 192-193.
17. Encuesta "El Pulso a la Nación" de Círculo de Lectores, p.
174.
18. José Ramón Montero, op. cit., p. 184.
19 Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit., p. 111.
144
vida y pensamiento 16,2
20. Lourdes Garzón, "La Iglesia de los milagros pequeños", La
Revista de El Mundo (Madrid), Núm. 17. 11 de febrero de 1 996,
p. 44.
21. Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit., p. 112.
22. Ib id.
23. Encuesta "El Pulso de la Nación" de la editora Círculo de
Lectores.
24. Ibid.
25. Rafael Díaz-Salazar, "La transición religiosa de los
españoles", op. cit., p. 110.
vida y pensamiento 16,2
145
Lectura teológica
del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional
Francisco Limón
Introducción
Debo aclarar que este trabajo no es el resultado de una amplia
investigación de campo. Estas ideas son impresiones que he
percibido en alguna literatura y en varias visitas personales al lugar
de acción del movimiento zapatista. Los viajes me confirmaron la
pluralidad religiosa de sus miembros y la fuerte presencia de la
religiosidad maya.
En esta interpretación está basada mayormente en los
comunicados del Sub Comandante Marcos, quien se ha convertido
en uno de los voceros más importantes del EZLN. "Por mi voz
habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional", dijo él
en una ocasión.
Francisco Limón es mexicano, pastor presbiteriano y Licenciado
en Teología. Cursa en la actualidad el programa de maestría en
el SBL. *
146
vida y pensamiento 16,2
1. El EZLN es pluralista
Creo que es necesario empezar diciendo que no existe, que yo
sepa, un documento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
que refleje expresamente una perspectiva religiosa o teológica. Sus
dirigentes han dicho en diversas ocasiones que su movimiento no
es un grupo organizado por ninguna iglesia.1 Cuando me refiero a
la teología lo hago entonces a partir de los referentes de su discurso
que pueden ser leídos como teológicos. Dicho de otra forma, es la
teología que está implícita en sus proclamas. Asumo por teología
lo que algunos grupos indígenas describen como dar razón de su
esperanza milenaria.2
De esta definición se desprenden tres aspectos que en mi opinión
son pertinentes en la teología zapatista. Lo primero es la idea de
dar razón de la esperanza, lo segundo es la fuerte presencia de
teologías indígenas en la "experiencia milenaria" y finalmente está
la idea de una "esperanza" que brota de la fusión de las otras dos
teologías. Esta esperanza se convierte a la vez en resistencia y
surge también como una teología de la liberación. Esta teología es
obviamente plural.
Aunque el EZLN es mayoritariamente indígena, no hay duda de
que sus bases vienen de muy diversas corrientes religiosas: "En el
Ejercito Zapatista militan Presbiterianos, Evangélicos, Testigos de
Jehová, expulsados de San Juan Chamula, o sea no es un
movimiento Católico".3 Diríamos también que no es un movimiento
exclusivamente cristiano. En lo religioso el EZLN es una suerte de
híbrido, donde conviven diversas expresiones religiosas
provenientes de los mayas, los católicos y los protestantes. Esta
diversidad proporciona un soporte y un ambiente que es único,
como ejemplo de tolerancia, desde el cual es posible construir una
nueva sociedad, un nuevo ethos.
vida y pensamiento 16,2
147
2. Inspiración religiosa
en la sublevación social
En México las luchas políticas se han concebido en gran parte
como escenarios donde los dioses intervienen. No es sólo la lucha
de los hombres, sus dioses están con ellos y de alguna manera
son los dioses los que pelean. En el México prehispánico los dioses
siempre estuvieron presentes en las conquistas de uno u otro
pueblo, tanto entre los vencedores como en los vencidos.
Cuando los españoles llegaron a México, nuestros abuelos no
podían ver a esos hombres de barba más que como teteuh.4 Al
principio pensaron que el recién llegado era su príncipe
Quetzalcóatl.5 Pronto descubrirían que aunque no era Quetzalcóatl,
tendría que ser otro dios. Ello explica algunos de los preparativos
que hizo Cuauhtémoc cuando organizó su defensa en el sitio de
Tenochtitlán:
Revestir a un capitán de nombre Opochtzin con las insignias
del rey Ahuízol. Esos atavíos que convertían a aquel hombre
en Tecolote de Quetzal, le daban asimismo fuerza invencible.
Se decía que en estas insignias estaba colocada la voluntad
de Huitzilopochtli.6 Se creía que lanzando el dardo del dios,
"la serpiente de fuego", si lograba ésta alcanzara uno o dos
de los enemigos, era posible aún la victoria.7
De esta manera nuestros abuelos se preparaban para el combate
final entre los dioses. Un ejemplo fue el lamento de los antepasados
ante la caída de Tenochtitlán después de 80 días de sitio: "déjenos
pues ya morir, déjenos ya perecer, puesto que nuestros dioses han
muerto".8
Las luchas por la Independencia se percibieron también en
México como una lucha donde los dioses habrían de jugar un papel
muy importante. Un sacerdote convoca al pueblo a la guerra
independista, quien al iniciar su marcha pasa por Atotonilco y toma
un estandarte de la Virgen de Guadalupe de tez morena y rasgos
indígenas. Esta fue la primera bandera del ejército insurgente. La
148
vida y pensamiento 16,2
guerra entre dioses se afirmó cuando el ejército realista español
adoptó como guía a la Virgen de Los Remedios, de rasgos hispanos
y blancos. Cada uno de los ejércitos estaba identificado con una
diosa distinta. Fue en alguna medida un combate entre la diosa de
los pobres y la diosa de los conquistadores.
En las luchas liberales, que van desde el proceso de
independencia en 1824 hasta después de la guerra cristera 1929,
la religión también va a jugar un papel preponderante. Para 1824
no se cuestiona que México fuera un país católico, aunque se
replantea el concordato que la Nueva España tenía con elVaticano.
Uno de los puntos claves de este concordato era la administración
de ¡os bienes de iglesia. El debate empieza cuando elVaticano no
reconoce al Imperio Mexicano, rompiéndose las relaciones entre
ambos estados.9
La lucha dentro del país se inicia ahora entre liberales y
conservadores. Los primeros promueven la entrada de grupos
protestantes en el país (1870) como una manera de restar fuerza a
la hegemonía católica.10 Durante la Revolución Mexicana (1910-
1920) las iglesias protestantes se agrupan principalmente en las
filas del ejército revolucionario, que luchaba contra los
conservadores, apoyados por el clero católico. Triunfa la Revolución
y los protestantes quedan del bando de los vencedores, quienes a
pesar de la proclamación del estado laico en 1857, ganaron algunos
puestos importantes.
La Guerra Cristera se inicia en 1926, y se caracterizó por un
fuerte anticlericalismo. El papel de las iglesias protestantes fue de
someterse al gobierno, pues de alguna manera eran aliados. Por
esta razón no sufrieron la persecución religiosa a la que fueron
sometidos los sacerdotes católicos. Esta crisis se termina en 1929,
lográndose acuerdos que limitan al Estado a meterse con la Iglesia
mientras no ésta no interfiera en política ni en los asuntos del Estado.
vida y pensamiento 16,2
149
3. Percepción propia de los zapatistas
Es pertinente destacar y comentar algunos de los términos que
los zapatistas usan para describirse a sí mismos. Primero que todo
ellos se ven como herederos de todas las luchas que, en pro de su
dignidad, su pueblo ha librado hasta hora:
Hoy como hace 26 años, como hace 65 años, como hace
502, la mentira se esconde detrás de la legitimidad, de la
ilegalidad, de la bandera que es nuestra y no de aquellos
quienes la han manchado poniendo sus colores como fondo
de sus crímenes. La bandera es nuestra, de los mexicanos,
no de aquellos con vocación de extranjera. Es suyo el verde,
hermanos es el rojo nuestro. De la unidad de ambos nacerá
el blanco que reclama la dignidad del águila hoy prisionera
tras las barras y las turbias estrellas, recuperemos nuestra
bandera."
Al tiempo que se asumen como herederos de esas luchas
afirman su identidad y rechazan a aquellos que han suplantado a
los verdaderos pobres que empuñaron las armas y entregaron su
sangre. Con ello identifican a los que consideran como nuevos
traidores, es decir el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien
ha detentado el poder por más de 60 años. También atacan a los
Estados Unidos de Norteamérica, que tiene aprisionada al águila,
el símbolo de identidad nacional.
La recuperación histórica como elemento de identidad es
importante, ya que ayuda a reactualizar los valores, las vivencias,
los anhelos de todos los héroes populares de antaño. De ahí que
los zapatistas invocan a cada uno de esos héroes que contribuyeron
a construir la nacionalidad mexicana. Se consideran entonces
continuadores de las luchas de Zapata, Hidalgo, Morelos. El grito
"Zapata vive, la lucha sigue", nos hace ver que los sueños por
los que otros pelearon siguen siendo sus sueños y los muertos de
ayer siguen hoy animando la lucha:
150
vida y pensamiento 16,2
Hov nosotros, los soldados zapatistas, los guerreros de las
montañas, somos los mismos que peleamos contra la
conquista española, los que luchamos con Hidalgo, Morelos
y Guerrero por la independencia de estos suelos. Los mismos
que resistimos la invasión del imperio de las barras y las
turbias estrellas los que con Zaragoza peleamos contra el
invasor francés. Los mismos que con Villa y Zapata recorrimos
la República entera para hacer una Revolución... Los mismos
que con Arturo Gámiz asaltamos el cuartel Madera. Los
mismos que caminamos la montaña y la muerte con Lucio
Cabañas y Genaro Vázquez Rojas. Los mismos que en las
cárceles y las torturas resistimos los golpes represivos de
los setentas y los ochenta. Los mismos que fertilizamos con
nuestra sangre los suelos de San Cristóbal de las Casas, de
Rancho Nuevo, de las Margaritas de Altamirano, de
Ocosingo..?2
Con este recorrido por la historia mexicana, se busca también
una identificación con la totalidad del pueblo mexicano, y no solo
con las inquietudes de los indígenas de Chiapas. Otras de las
descripciones de gran contenido teológico que los zapatistas se
dan a sí mismos, se puede ver en el siguiente párrafo:
...los sin nombre y sin rostro, los autodenominados
"profesionales de la esperanza", los más mortales que nunca
"transgresores de la injusticia", los que montaña somos, los
del nocturno paso, los sin voz en los palacios, los extranjeros
en la propia tierra, los de la muerte eterna, los despojados de
la historia, los sin patria y sin mañana, los de tierna furia, los
de verdad desembozada, los de la larga noche del desprecio,
los hombres y mujeres verdaderos... los más pequeños... los
más dignos... los últimos... los mejores... 13
Veamos los términos más importantes de este texto:
Los sin nombre y sin rostro: Identificarse y ocultarse al mismo
tiempo, han sido durante siglos los rasgos que han caracterizado
los indígenas, los pobres. Son personas que han carecido de
vida y pensamiento 16,2
151
identidad y que han contado no más que como mano de obra para
colectar café, cortar caña, etc. La teología latinoamericana los ha
descrito como los hombres y mujeres anónimos que, por no tener
identidad, no cuentan. Probablemente a esto se refería el sub
comandante cuando en una ocasión respondiera: Para qué quieren
saber quiénes somos si durante siglos no les ha importado quiénes
somos... Son los hombres, sin nombre y sin rostro, y su
pasamontaña los identifica en la actualidad. Su identidad velada
destaca en el sentido de que quieren evitar protagonismos, y en
que su anonimato impide al adversario personalizar sus ataques.
Profesionales de la esperanza: Con esta expresión los
zapatistas respondieron a la caracterización que el gobierno
mexicano hiciera de ellos como "profesionales de la violencia". En
el término esperanza subyace un lenguaje teológico que permite
ver opciones y salidas en una sociedad que las adolece. Está claro
que ellos son portadores de una esperanza que puede realizarse
desde ahora. La revuelta armada, la posibilidad de que las voces
indígenas sean escuchadas, la solidaridad con que la sociedad ha
respaldado el movimiento zapatista, van siendo concreciones de
esa esperanza.
Somos montaña somos: Las montañas, en la teología indígena,
son muy importantes, ya que ellas representan a los abuelos
guardianes del pueblo. Su fortaleza protectora proveía el sustento
del indígena. Es en ellas donde habitan los espíritus benefactores.14
La relación con ella está en que los zapatistas se consideran los
guardianes del pueblo indígena primeramente, y de los mexicanos
en general. De las entrañas de la montaña también surge la vida,
de la que el EZLN se concibe dadora.
Extranjeros en su propia tierra: Este es un concepto que es
utilizado en la teología Paulina para describir la presencia de los
cristianos en este mundo. En el discurso zapatista la expresión nos
describe la dura lucha del indígena, que aunque siendo el dueño
originario de estas tierras, se ha visto despojado y expuisado de
ella. La similitud en el uso de esta idea radica en que ambos viven
como extranjeros en la tierra.
152
vida y pensamiento 16,2
Los despojados de la historia: Los zapatistas se aplican esta
connotación para crear su identidad. Están también de alguna
manera describiéndose a sí mismos como los que habiéndoles
robado su memoria, comienzan a recuperarla, aunque nadie se
las quiere reconocer. Esto nos hace pensar en dos líneas de
pensamiento que vienen contribuyendo con la recuperación de la
identidad histórica de los marginados. En primer lugar están los
trabajos de diversos indigenistas, como León Portilla, quien escribe
la historia de los indígenas desde sus propias fuentes. En segundo
lugar destaca el trabajo de los teólogos latinoamericanos como el
de Gustavo Gutiérrez15 y especialmente el de Enrique Dussel, a
través de la Comisión de Historia de La Iglesia en América Latina
(CEHILA)
Cuando los zapatistas se presentan como los despojados de la
historia, se están colocando al mismo tiempo en la parte baja de
todas las escalas sociales; es decir con los pobres, con los
indígenas, con los que nada valen; y así se identifican con la gran
mayoría del pueblo mexicano que también ha sido borrado de la
historia.
Los de tierna furia: Esta expresión zapatista tiene su referente
inmediato en la filosofía maya, de donde emana la experiencia del
que se revela en contra de un orden que se percibe como destruc-
tor de la humanidad. Su sublevación, sin embargo, no está basada
en una búsqueda del poder por sí misma, sino que es consecuencia
de una furia que se funda en el amor que se tiene por el otro. Furia
que surge de ver el dolor y sufrimiento por el que pasa su pueblo;
es una furia solidaria con el que además de no tener nada, le
amenazan la esperanza de vivir. Una furia que se desencadena
contra el sistema que destruye, y no contra el otro que es también
indígena, mexicano y pobre.
Hombres y mujeres verdaderos: La filosofía náhuatl (Leopoldo
Zea) concibe al indígena bajo la idea de hombres y mujeres
verdaderos. Con esta expresión se traza la identidad del ser humano
en la cosmogonía azteca, y sirve para denominar no a cualquier
persona de la comunidad sino a aquellos que desempeñan un cargo
vida y pensamiento 16,2
153
importante dentro de la organización social, como príncipes, sabios
y guerreros. La apropiación de este término provoca una
reivindicación del indígena, en tanto que se está usando para su
descripción no solamente un nombre sino un título: no se es
entonces cualquier macehual, sino alguien investido de gran
dignidad. Podría añadirse que este término también hace referencia
a un aspecto moral, en el que el decir y hacer verdad identifican al
ser humano. La verdad era un valor muy importante en una sociedad
como la azteca, donde la mentira podía ser castigada con la muerte.
Los más pequeños: Este es un término cercano a la teología
bíblica, en donde se menciona a los más pequeños como modelos
de los que quieren entrar al Reino, y se imponen graves sanciones
contra aquellos que hagan caer a uno de ellos.16 En la teología
náhuatl, también encontramos el concepto de los más pequeños
expresado como "los pobrecitos macehuales" es decir los más
pobres, los que desempeñan las tareas más humildes. Por ser los
más pequeños deben de ser protegidos, el pueblo no deberá abusar
de ellos, ya que de lo contrario traería gran deshonor y podría ser
objeto de expulsión de la sociedad.
Muerte y vida: En el centro del discurso zapatista se encuentra
la creación de una nueva sociedad en la que todos puedan participar
de manera igualitaria. La muerte es un símbolo muy usado en el
discurso zapatista, aunque no con un sentido fatalista. Una de las
moralejas es que ellos han vuelto a vivir y ahora hablan.17 Han
vencido a la muerte que los hacía invisibles ante los demás. Los
zapatistas han dicho ¡BASTA YA! a la condena que pesaba sobre
los indígenas y los pobres, que les negaba el derecho de ser
considerados como seres humanos,
Nuestros muertos, tan mayoritariamente muertos, tan
democráticamente muertos de pena porque nadie hacía nada,
porque todos los muertos, nuestros muertos, se iban así
nomás, sin que nadie llevara la cuenta, sin que nadie dijera el
¡YA BASTA! que devolviera a esas muertes su sentido...'18
154
vida y pensamiento 16,2
Es necesario el dar sentido a la vida, y ellos asumen la vida y la
muerte desde el más profundo significado sacrificial maya y náhuatl:
Y miren lo que son las cosas porque, para que nos vieran,
nos tapamos el rostro, para que nos nombraran, nos negamos
el nombre: apostamos el presente para tener futuro; y para
vivir.. .morimos.™
Morir para vivir le da un nuevo viraje a la existencia del indígena.
La paradójica expresión "morimos para vivir" sintetiza una postura
radical frente a la realidad de muerte social. En este sentido la
muerte sacrificial o vicaria abre una posibilidad para que otros
puedan vivir. No se trata de simples sentimientos necrofílicos, sino
de un profundo amor que los habilita a dar su vida y con ello la
posibilidad del reordenamiento del cosmos y la vida de toda la
comunidad: "Por nuestra voz hablarán los muertos, nuestros
muertos, tan solos y olvidados, tan muertos y sin embargo tan vi-
vos en nuestra voz y nuestros pasos".20 Esto es una lucha contra
el olvido que inspira una relectura de la historia desde los anónimos
de la sociedad. "El revolucionario ama la vida sin temer la muerte,
y busca que la vida sea digna para todos, y si para esto debe pagar
con su muerte, lo hará sin titubeos".21
Dignidad y participación comunitaria: La dignidad se vuelve
un asunto prioritario para la construcción de una sociedad. No basta
una simple paz, ella debe ser justa y digna, dicen los zapatistas. La
dignidad nace de la indignación ética, frente a un despojo de lo
humano. Cuando se descubre esa dignidad que les ha sido negada,
también surge la esperanza de una sociedad justa. A esto se liga la
participación dentro de la comunidad, la cual es central en las
comunidades zapatistas, porque es la comunidad la que ha de tomar
todas las decisiones.22
vida y pensamiento 16,2
155
Conclusión
El movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha
llegado ser un gran detonante que ha forzado a la sociedad civil a
replantearse el sistema político económico en el que vive. En un
contexto donde las respuestas tradicionales a los problemas de la
sociedad mexicana se han mostrado ineficientes, surge un
movimiento político en el que los factores culturales y lo religioso
juegan un papel preponderante. Se construye así una alternativa
que pareciera ilógica en el contexto de la posguerra fría; sin em-
bargo, es la historia y el pueblo mexicano los que darán su veredicto
final.
Notas
1. De aquí en adelante usaré las siglas EZLN para referirme al
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
2. Eleazar López Hernández "Teología india hoy" en Teología
india primer encuentro taller latinoamericano México. (México:
1991), p. 7
3. "Declaraciones de Marcos". Tres casets entregados a la
Jornada en Los hombres sin rostro. (México: CEE y SIPRO), p.
73
4. Vocablo Náhuatl para dioses. Miguel León Portilla. Visión de
los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista. (México:
UNAM. 1989), p.XV.
5. Ib id. p. 21
6. El dios de la guerra.
7. Ibid. p. 113
8. Miguel, León Portilla. El Reverso de la conquista. (México:
Joaquín Mortiz, 1980), p. 25.
9. Las relaciones con el Estado Vaticano vuelven a establecerse
hasta 1990.
10. Son Interesantes los casos. Primero la formación de una
iglesia disidente, La iglesia de Jesús o de los Padres
Constitucionalistas. Después el ingreso de diferentes
denominaciones Protestantes, en muchos de los casos con el
consentimiento de gobierno del país quien facilitó el uso o
compra de diversos templos católicos.
156
vida y pensamiento 16,2
11. Los hombres sin rostro II. (México: CEE y SIPRO, 1995), p.
150. Palabras del EZLN para la manifestación del 26 aniversario
del 2 de octubre de 1968 en el Zócalo de la Ciudad de México.
2 de octubre de 1994.
12. Los hombres sin rostro, p. 125. 15 de septiembre de 1994.
13. Op. cit. p. 117-118. 10 de abril de 1994.
14. Edgar Cabrera. La cosmogonía maya. (San José, Costa Rica:
Liga Maya Internacional, 1992), p. 67-68
15. La diósesis de San Cristóbal de las Casas, cuya pastoral
tiene un fuerte énfasis en laTeología de la Liberación, desarrolla
un interesante trabajo en el área que hoy permanece bajo con-
trol zapatista.
16. Ver. Xavier Pikaza. Hermanos de Jesús y servidores de los
más pequeños (Mt. 25,31-46). (Salamanca: Sigúeme. 1984).
17. Esto evoca la escena del valle de los huesos secos que
habla Ezequiel. Los huesos secos reciben la vida por la Palabra.
18. La Jornada. 18 de enero de 1994.
19. La Jornada. 17 de marzo de 1995.
20. La Jornada. 18 de enero de 1994.
21. La Jornada 6 de marzo de 1994.
22. Cuando Marcos explicó en alguna ocasión porque tardaban
tanto en dar respuesta a las peticiones del gobierno, mencionó
que se debía a que las decisiones no las tomaba un grupo, sino
que todos los miembros de la comunidad participan en la toma
de decisiones.
vida y pensamiento 16,2
157
Problemática de la educación
teológica protestante
en América Latina
1916-1996
F. Ross Kinsler
No cabe duda de que la educación teológica o sea la formación
bíblico-pastoral, ha sido una preocupación importante de las iglesias
protestantes en América Latina desde sus inicios. Era de esperarse
que los misioneros del Norte trajeran consigo e implantaran lo que
consideraran lo mejor de su propio conocimiento de la fe y
experiencia de la obra eclesial, y es un hecho histórico que el
despliegue de los seminarios e institutos bíblicos en Estados Unidos
coincide cronológicamente con la época de mayor expansión
misionera internacional. El período 1916 a 1996 manifiesta una
larga y cada vez mas amplia inversión en instituciones y programas
de educación teológica en América Latina, primero en las misiones
e iglesias "históricas" e "independientes" y luego en las misiones e
iglesias "pentecostales".
Ross Kinsler es profesor del SBL.
158
vida y pensamiento 16,2
Este pequeño estudio no se ocupará directamente de la historia
de la educación teológica sino de algunas dimensiones
problemáticas de su desarrollo en el período señalado.
Procuraremos analizar algunos de sus propósitos y problemas
fundamentales que hasta el día de hoy ocupan o deben ocupar la
atención de las personas, instituciones, e iglesias involucradas en
este ministerio. Estas tensiones pueden considerarse necesarias y
permanentes, porque la educación teológica misma -como
encuentro entre la realidad, la Biblia/la teología, y la iglesia- es un
instrumento no sólo de formación sino también de desafío a la
fidelidad a Dios.
Podemos afirmar que para los protestantes la educación
teológica -tomando en cuenta sus diversas expresiones formales,
no-formales, e informales- es algo esencial y no periférico. En tanto
la fe viene por medio de la Palabra y la Palabra por la Biblia, los y
las creyentes en general y sus líderes en particular siempre
necesitaremos una formación teológica, según nuestra herencia
reformada/protestante/evangélica. Durante las últimas décadas
hemos visto un gran auge de programas de formación entre las
corrientes pentecostales, que habían sido criticadas por otros
protestantes como anti-intelectuales por su énfasis en la inspiración
del Espíritu Santo.
Es difícil encontrar datos fehacientes sobre la educación
teológica en América Latina hoy, pero bien sabemos que hay
decenas de seminarios y facultades de nivel superior, centenares
de institutos de nivel medio, y miles de programas de nivel básico y
congregacional. Tarde o temprano, de una manera u otra, todos
enfrentarán las problemáticas que enumeraremos en segul&a. Cada
programa, aún en los países más pequeños de Améridi Latina,
responde a estos retos y tensiones dentro de realidades culturales
muy diversas y contextos socio económicos muy difíciles. Pero
cada uno persigue su vocación con la confianza en Aquel que
prometió acompañar a los suyos "hasta el fin del mundo"
vida y pensamiento 16,2
159
1. La problemática del liderazgo
Para los participantes del Congreso sobre Obra Cristiana en
América Latina (Panamá 1916) y sus contemporáneos, no sólo en
América Latina sino también en Africa y Asia, una de las
preocupaciones centrales fue el liderazgo. En el informe de Panamá
(en inglés) la Comisión III sobre Educación abarca 213 páginas,
incluyendo la educación del estado y de la Iglesia Católica y del
movimiento evangélico.1 En todos los comentarios, no sólo sobre
los seminarios teológicos sino sobre todos los programas
educativos, los participantes expresaron su afán de formar un
liderazgo pastoral y laico para impulsar la obra de Dios en cada
país de América Latina.
Todavía en aquellos años predominaba totalmente el liderazgo
extranjero. Al Congreso de Panamá asistieron poquísimos
latinoamericanos; las reuniones se realizaron en territorio
norteamericano (la zona del canal); el idioma usado fue el inglés; y
los informes se publicaron en inglés, no en español ni portugués.
Pero se deja ver, como hemos mencionado, el gran afán de formar
líderes nacionales. La siguiente afirmación representa muchas que
aparecen en los documentos del Congreso:
Ninguna parte de la tarea misionera demanda más
consideración que el descubrimiento y el entrenamiento de
los hombres (sic) que, surgiendo de la iglesia misma, han de
constituir su ministerio. Es muy generalizado ahora el
entendido de que la cristianización de un país puede
comenzar desde afuera pero sólo puede llegar a su plena
realización bajo líderes nacionales.2
Desde 1916 hasta ahora una de las problemáticas más
importantes para la educación teológica ha sido la transferencia de
liderazgo, primero de misioneros a nacionales, y de allí en adelante
a otras generaciones de líderes. Como en otras regiones del Ter-
cer Mundo los misioneros formaron instituciones teológicas bajo
premisas y según criterios norteamericanos y europeos, y por
muchos años ellos mismos las dirigían con currículos, textos, y
160
vida y pensamiento 16,2
maestros importados. Se suponía que los líderes nacionales, para
las iglesias y sobretodo para sus instituciones teológicas, debían
"alcanzar" los niveles de formación teológica de los misioneros.
Con el correr del tiempo se hizo evidente que esta vía era muy
limitada, y que el crecimiento espontáneo de las iglesias,
especialmente las pentecostales, requería una mayor apertura a y
reconocimiento de líderes natos que se levantaban en sus
comunidades con o sin educación general y teológica. Algunos
hemos observado que las iglesias protestantes de América Latina
han venido creciendo en proporción inversa a la formación
académica de sus líderes. Por lo menos en parte el atraso y la
marginación de las iglesias "históricas" y el auge de las iglesias
pentecostales se debe a sus modelos de educación teológica.
2. La problemática
de los modelos de formación
Los participantes del Congreso de Panamá, como muchos otros
misioneros y ejecutivos antes y después, creían que lo ideal y
necesario para América Latina era el establecimiento de
instituciones teológicas de nivel universitario como las que conocían
en Norteamérica y Europa. Reconocían que los miembros de las
iglesias eran mayormente pobres, obreros y campesinos, y que los
pastores no debían perder sus raíces y relaciones con su gente,
pero decían que debían capacitarse para poder alcanzar a la gente
educada.
América Latina necesita urgentemente un ministerio educado,
y no debemos ni pensar en alcanzar hombres y mujeres de
cultura hasta que tengamos líderes de su propia sangre que
puedan alcanzarlos como iguales sociales y predicarles
correctamente en su propia lengua.3
vida y pensamiento 16,2
161
Así implantaron seminarios de niveles relativamente altos,
primero en México, Brasil, Chile, y Puerto Rico, después en otros
países, algunos con una calidad académica excelente, otras con
una pobre imitación formal.
La problemática de este modelo escolar, académico, institucional
es que tiene poca capacidad de responder a la gran diversidad
cultural, las condiciones socio-económicas, el liderazgo popular, y
el crecimiento espontáneo de las iglesias latinoamericanas. Ron
Frase llegó a estas conclusiones con base en su investigación de
la Iglesia Presbiteriana de Brasil, que heredó el sistema de un
ministerio altamente preparado de la tradición reformada:
1. Fue imposible proveer cuidado pastoral para las muchas
congregaciones que estaban surgiendo, y se perdieron
muchas oportunidades de crecimiento. 2. El alto nivel del
seminario tendía a distanciar a los candidatos ministeriales
de su pueblo, porque las congregaciones se formaban
mayormente de gente analfabeta, rural, pobre.
3. Puesto que las congregaciones eran principalmente de
"las clases ignorantes", no podían organizarse ni sostener a
un pastor ni ofrecer los sacramentos a los nuevos creyentes.
4. Muchos presbiterios no podían ofrecer la capacitación
seminarista para sus nuevos candidatos para el ministerio.4
En cambio cuando el seminario de la Iglesia Presbiteriana de
Guatemala adoptó un modelo de extensión en 1963, después de
25 años con el sistema tradicional, la matrícula saltó de unos 15 a
250. Estos estudiantes ya no eran simplemente jóvenes candidatos
masculinos para un ministerio profesional; no tenían que dejar a
sus iglesias, familias, y pueblos para internarse en el seminario; no
dejaban su base de auto-sostén ni crearon mayores expectativas
de remuneración futura. Podían estudiar mujeres como hombres,
campesinos como citadinos, indígenas como ladinos, mayores como
jóvenes, y todos/as mantenían sus raíces eclesiales, culturales, y
socio-económicas porque realizaban sus estudios en sus casas,
sus clases en puntos cercanos, y su práctica pastoral durante todo
162
vida y pensamiento 16,2
el período de su formación. En realidad se reconocía que muchas
dimensiones de su formación dependían de su vida cotidiana y no
ael seminario.
3. La problemática
de la evangelización
Desde su inicio las misiones y las iglesias protestantes de
América Latina han priorizado la evangelización. Han establecido
sus programas de educación teológica precisamente para realizar
su misión evangelizadora. Frase menciona las actas de la Asamblea
General de la Iglesia Presbiteriana de los EEUU como ejemplo de
este compromiso y entendimiento: "Un ministerio piadoso y
altamente calificado es la gran instrumentalidad establecida por la
Cabeza de la Iglesia para la conversión del mundo." También dijeron
en el mismo documento, "Nuestros estándares hacen de los altos
niveles literarios una calificación indispensable para el oficio
sagrado".5
Uno de los participantes del Congreso de Panamá expresó lo
mismo en otras palabras con relación a la misión evangélica en
América Latina.
Si algún día vamos a conquistar estas tierras para Jesucristo,
tenemos que prever y hacer provisión por la preparación en
gran escala de predicadores educados y obreros laicos.6
Otro dijo así.
Debemos mantener a la vista como meta para la preparación
del ministerio de la iglesia evangélica en América Latina un
curso general pleno y bien desarrollado, tal como se ofrece
en los mejores seminarios de los Estados Unidos y Gran
Bretaña.7
vida y pensamiento 16,2
163
Esta gran preocupación por la evangelización se mantiene hasta
el día de hoy, pero con un espíritu crítico y auto-crítico. Hace muchos
años José Migues Bonino, en su libro, La fe en busca de eficacia,
señaló que así como el catolicismo jugó un papel trágico al
acompañar la primera conquista de estas tierras en el siglo 16, así
también el protestantismo ha jugado un papel muy cuestionable al
acompañar la segunda conquista, la reforma liberal, en el siglo 19. 8
Podríamos preguntar también sobre el papel de las iglesias
evangélicas durante la reciente época de represión militar y ahora
frente a la nueva conquista económica del neo-liberalismo, que es
comparable con las otras conquistas anteriores en su devastación
de las economías, las culturas, y la vida de los pueblos del Tercer
Mundo. ¿Es posible que la evangelizaron esté acompañando y
justificando, directa o indirectamente, la violencia y la opresión hoy?
¿Cuál ha sido el papel de nuestros programas de educación
teológica frente a semejante tergiversación?
4. La problemática
de la encarnación/contextualización
Hoy diríamos que los participantes en el Congreso de Panamá,
misioneros y ejecutivos de misiones, eran progresistas. El capítulo
sobre "La preparación para la obra cristiana en América Latina"
comienza con unas advertencias y recomendaciones importantes.
Dejando por un lado a los indios como "paganos" e "ignorantes," el
documento afirma que las personas entre las cuales trabajarán los
misioneros son en su mayoría cristianas civilizadas.
El misionero realizará mucho de su trabajo en un ambiente
de civilización instruida y refinada. Debe por eso conocer los
cánones de buen gusto y cultura que han resultado de un
pasado rico y antiguo. Finalmente, el visitante no lleva, en la
opinión del latinoamericano, un mejor esquema de vida ni un
conjunto de ideales más fino. Es probable que prefiera sus
propias maneras sobre cualesquiera que se le ofrezcan. El
misionero sabio hará por eso un estudio cuidadoso del
164
v ida y pensamiento 16.2
latinoamericano antes de comenzar su trabajo en Sudamérica
o Centroaménca y decidirá, como Pablo, conformarse, sus
planes y su mensaje, a las peculiaridades latinoamericanas,
excepto donde tal conformación podría significar traicionar
principios esenciales.9
Esta orientación, que en inglés se llama"indigenization", ha sido
adoDtada ampliamente entre misiones norteamericanas y europeas.
Se recomienda introducir el Evangelio en formas apropiadas de
cada cultura para lograr la conversión de las personas y la formación
de iglesias. Esto tiene muchas implicaciones para la educación
teológica y la formación de pastores y laicos.
En los años 70 un brasileño, Aarón Sapsezian, y su colega,
Shoki Coe, taiwanés, directores del Fondo de Educación Teológica
y distinguidos líderes de la educación teológica en América Latina
y Asia respectivamente, lanzaron un nuevo reto más allá de la
indigenization." Comenzaron a hablar de la contextualización"como
reto para la misión de la iglesia, la evangelización, y en particular
para la educación teológica.10 Dijeron que la misión de Dios no
consiste simplemente en adoptar y utilizar las formas de cada
cultura sino penetrar y cuestionar y transformar las estructuras
sociales de esa cultura de tal manera que permita la transformación
integral de las personas y de sus comunidades. Este entendimiento
ha sido enfoque de debates en círculos ecuménicos y
conservadores de la educación teológica alrededor del mundo.
Responde a las inquietudes y las problemáticas mencionadas arriba:
liderazgo, modelos de formación, y evangelización. En América
Latina en particular está muy ligado al análisis de la realidad socio-
económica en todo nivel desde el reverso", la relectura de la Biblia
desde los pobres y excluidos/as, y la acción pastoral a partir de
aquel análisis y esta relectura en busca de la plena realización de
todos y todas, individual y colectivamente.
Este entendimiento requiere un replanteamiento de todo el
quehacer de la educación teológica dentro de un replanteamiento
de la misión de la iglesia. Según esta concepción los civilizados y
educados no tienen ninguna ventaja o superioridad sobre los indios
y negros sino todo lo contrario.
vida y pensamiento 16,2
165
5. La problemática
de la conversión/concientización
Las citas que hemos tomado de los informes del Congreso de
Panamá manifiestan un espíritu progresista, como hemos indicado,
pero todavía revelan una enorme ignorancia sobre los procesos
históricos de imperialismo, opresión, y explotación. Los misioneros
y ejecutivos del Norte hicieron un gran esfuerzo por conocer y
apreciar los valores de los latinoamericanos, pero no pudieron
escapar de su propia cautividad cultural. ¿Cómo podrían propiciar
medios para la liberación de los latinoamericanos de estas
estructuras sociales y mentales? ¿Cómo podrían las instituciones
teológicas fundadas por ellos asumir el reto de un nuevo paradigma
misionológico?
Fue también en los años 70 que el gran pedagogo brasileño,
Paulo Freiré, desde el exilio, empezó a lanzar a nivel continental y
mundial su Pedagogía del oprimido" la cual ha hecho un gran
impacto en la educación teológica latinoamericana. Según esta
nueva orientación filosófica y pedagógica, la transformación humana
sucede cuando las personas, individualmente y en comunidad,
comenzando con las más pobres y excluidas, toman conciencia de
sí mismas como sujetos con derechos y dignidad y de su mundo
como un complejo de estructuras y prejuicios alienantes. Según la
nueva orientación misionológica y teológica, la educación cristiana,
popular, y teológica consiste en promover la liberación y
humanización de todo el pueblo de Dios, como lo hizo Jesucristo
en su propio ministerio, tratando a cada persona como hijo o hija
de Dios y derrumbando los muros que los/las marginaban religiosa,
social, económica, e ideológicamente.
Al intentar cumplir con este mandato, tanto jerarcas eclesiásticos
como dirigentes comunales y educadores teológicos fueron
perseguidos, exilados, torturados, y asesinados a través de la región
latinoamericana durante el período de mayor represión en los años
70 y 80. Pero la lucha por la liberación sigue.
166
vida y pensamiento 16,2
6. La problemática
de la salvación/liberación
Los participantes del Congreso de Panamá, como muchos de
nuestros antepasados, expresaron una admiración por la herencia
cultural europea y los avances intelectuales de los pueblos
latinoamericanos dominantes. Vieron como un gran reto apostólico
la conversión y elevación cultural de los "nativos indios" y "negros"
desde su "paganismo" y su "bajo estado" cultural y económico.
Reconocieron que los europeos y norteamericanos habían
proporcionado no sólo bendiciones sino también maldiciones. Pero
por lo general priva en los documentos del Congreso un espíritu
mesiánico y optimista en cuanto a su papel en la corrección o
transformación del cristianismo iberoamericano y de los pueblos
latinoamericanos desde arriba.
Cristianos contemporáneos e iglesias con erudición religiosa
moderna y fe vital han de ofrecer a los intelectuales
latinoamericanos la antorcha con la cual podrán encender
de nuevo las lámparas menguantes o apagadas de la fe
religiosa. La mente latina intuitiva y brillante, una vez que
tenga acceso a los datos disponibles del cristianismo, tomarán
su verdad y poder con una plenitud y devoción insuperada
entre las razas del Norte con sus procesos mentales más
lentos.1*2
En estas últimas décadas la teología latinoamericana de la
liberación ha proporcionado una perspectiva radicalmente diferente
del Evangelio, de la iglesia, y de la misión. Se trata de la
transformación personal, eclesial, y social a partir del reino de Dios
y su justicia, es decir, de una liberación de todo lo que margina,
desprecia, oprime, disminuye, y destruye la vida. La primera frontera
de esta liberación, que se exponía con tanta tuerza con el análisis
socio-económico, ha sido la pobreza, que descubrimos es fruto
primordialmente no del pecado personal ni el subdesarrollo sino
del pecado estructural de la injusticia. La segunda gran frontera,
que se expone con la teoría de género, es el patriarcalismo, que
vida y pensamiento 16,2
167
entendemos es también pecado estructural de nuestra cultura
dominante internalizado como pecado personal. La tercera frontera
es el racismo y etnocentnsmo. Al pasar por el 500 aniversario de
Cristóbal Colón tuvimos que releer nuestra historia y reconocer
que la conquista del "nuevo mundo" sigue hasta hoy, y que todos
somos cómplices.13 Estas tres grandes fronteras de la liberación
humana, resumidas en Gálatas 3.28, nos están llevando a
considerar otras fronteras más.
Las implicaciones de este planteamiento sobre la salvación/
liberación para la educación teológica son enormes. Ya no podemos
limitarnos a la tarea evangelística y apologética desde una
perspectiva simplemente religiosa. Tenemos que confrontar bíblica,
teológica, y pastoralmente todas las fuerzas de opresión y
deshumanización y muerte con las buenas nuevas de la vida plena
prometida por el Dios de la Biblia, el Dios de Jesucristo, el Espíritu
Santo de Dios.
7. La problemática de la fe
En el Congreso de Panamá el informe de la Comisión II sobre
Mensaje y Método terminó con un breve capítulo de conclusiones,
el cual comienza con estas palabras:
La necesidad suprema de América Latina es la proclamación
del Evangelio a cada república y a cada individuo en su
pureza, sencillez, y poder y la realización de todas las
funciones de iglesias evangélicas bien organizadas."
Sin duda los participantes en aquel magno evento lograron ar-
ticular lo mejor de la reflexión y de la intención del movimiento
misionero de su época. Y la educación teológica tomó un lugar
central en esa visión. No se nota ninguna expresión fundamentalista
entre sus reflexiones, pero sí una convicción y una certeza de que
ellos traían la verdad de Dios revelada en las Escrituras.
168
vida y pensamiento 16,2
Ahora, 80 años después, podemos preguntarnos sobre nuestra
certeza y nuestra convicción frente a nuestro mundo actual y nuestro
entendimiento de la misión que Dios nos ha encomendado. Para
institutos, facultades, y seminarios como el Seminario Bíblico
Latinoamericano, las últimas dos o tres décadas han sido muy
difíciles, llenas de cambios y controversias, como un peregrinaje
por bosques y pantanos incómodos y peligrosos pero también por
lagunas y pastos ricos y esperanzadores. El camino ecuménico
necesariamente es así, porque exige una apertura cada vez más
amplia y más profunda para descubrir y dialogar con otros y otras
con toda su alteridad. Como lo han expresado las mujeres, no es
cuestión simplemente de partir el pastel en una manera más justa;
el reto es cambiar la receta de todo el pastel. Este es un camino de
fe, fe que no descansa en las certezas del pasado, ni en una Biblia
interpretada definitivamente, ni en una doctrina entregada una vez
para siempre.
Asimismo entendemos ahora que la tarea de la educación
teológica no es entregarles a los futuros líderes pastores y laicos
las respuestas para su ministerio, sino acompañarles y equiparles
para su peregrinaje, juntamente con sus comunidades de fe, en la
lucha por la vida bajo el Reino de Dios. Este acompañamiento
tiene que ser mutuo, porque la luz del Evangelio nace de estas
mismas comunidades y luchas dentro de las grandes favelas y
urbes, los pequeños pueblos y caseríos, entre movimientos de
obreros y campesinos, mujeres, ancianos y niños, en los corazones
de creyentes de todo credo y espiritualidad, entre movimientos
autóctonos y culturas milenarias. Sí, tenemos certeza, pero es
una certeza del peregrino que realmente camina por fe, por una fe
que se va afianzando con cada paso hacia su propia humanización
en compañía del otro, la otra, porque en él, en ella, encuentra el
rostro de Hijo de Dios.
vida y pensamiento 16,2
169
Notas
1. Christian Work in Latín America: Survey and Occupation,
Message and Method, Education, (Nueva York: The Missionary
Education Movement, 1917), pp. 365-578.
2. Ibid., p. 512.
3. Ibid., p. 479.
4. Ron Frase, A sociological Análisis Of the Development Of
Brazilian Protestantism: A Study in Social Change, (tesis inédita
de Princeton Theological Seminary, 1975), pp. 411-425, citada
por F. Ross Kinsler, The Extensión Movement in Theological
Education, (Pasadena: William Carey Library, 1981), p. 133.
5. Ibid.
6. Christian Work in Latin America, op. cit., p. 478.
7. Ibid., p. 479.
8. José Míguez Bonino, Fe en busca de eficacia: una
interpretación de la reflexión latinoamericana de la liberación
(Salamanca: Sigúeme, 1977).
9. Christian Work in Latin America, op. cit., p. 316.
10. F. Ross Kinsler, "Misión and Context: The Current Debate
about Contextualization," Evangélica! Missions Quarterly (Vol.
14, No. 1, January 74), pp. 23-30.
11. Paulo Freiré, Pedagogía del Oprimido (Montevideo: Tierra
Nueva, 1971).
12. Christian Work in Latin America, op. cit., p. 85.
13. Giulio Girardi, La conquista permanente: El cristianismo
entre paz del imperio y paz de los pueblos (Managua: Ediciones
Nicarao, 1992).
14. Christian Work in Latin America, op. cit., p. 326.
170
vida y pensamiento 16,2
El cristianismo en la
sociedad y la cultura
latinoamericanas
Arturo Piedra Solano
Introducción
El tema que nos invita a reflexionar en estos días es
definitivamente de gran importancia paia las iglesias cristianas
latinoamericanas. Es un asunto por todos conocido y aceptado que
en estos países existen condiciones sociales que hacen que la
religión, especialmente el cristianismo, juegue un papel cada vez
más relevante en la vida social y cultural de la población.
Quisiera, antes de proseguir, adelantar alguna información básica
que permita una mejor comprensión de las ideas consignadas en
este escrito. Es importante, primero que todo, dejar claro que me
voy a referir básicamente al cristianismo protestante. Esta es una
opción obligada ya que conozco más de ella, quizás por ser mi
propia tradición, además de que es una área de estudio muy propia
Arturo Piedra es profesor del SBL.
vida y pensamiento 16,2
171
de mi trabajo académico. Con esta aclaración estoy también
reconociendo el hecho de que no puedo hablar con propiedad de
la Iglesia Católica, de la que supongo otro de los participantes nos
hablará.
Segundo, este es un enfoque de un pastor protestante, miembro
de la Fraternidad de Iglesias Evangélicas Costarricenses, y de un
profesor de teología en un seminario teológico ecuménico
(Seminario Bíblico Latinoamericano). Por estas razones el contenido
mismo de la conferencia no dejará de reflejar un carácter híbrido,
toda vez que se busca combinar la percepción y preocupación pas-
toral del autor con sus intereses académico-teológicos.
1. Protestantismo:
una fuerza importante
Hasta hace poco el cristianismo protestante en América Latina
no era más que un sector numéricamente insignificante, realidad
que comenzó a cambiar a partir de los años 60s. Para este tiempo
esta rama del cristianismo comienza a despuntar como una fuerza
influyente en la escena religiosa del continente, siendo los 80s y
90s los años que presentaron mayores condiciones para la
consolidación del protestantismo en la región. Para ponerlo más
gráficamente, en estas dos décadas el Protestantismo ha hecho
más, en términos de su desarrollo, que lo que ha sido capaz de
hacer en toda su historia de aproximadamente 150 años de
presencia en el continente.
La reacción de la Iglesia Católica Romana a la expansión
protestante durante estos años es clara evidencia de este fenómeno.
Fueron muchas las declaraciones de los obispos católicos contra
los protestantes, y a juzgar por las orientaciones recientes del
Vaticano con respecto a este tema y al ecumenismo en general,
parece que esta oposición no va a cesar. Lo cierto es que daño es
lo menos que esto puede causarle a la expansión del protestantismo
en estos países. Estas fuentes católicas han servido más bien para
confirmar los niveles de popularidad de las iglesias protestantes.
172
vida y pensamiento 16,2
El argumento de que las sociedades latinoamericanas son cul-
tural y espiritualmente de espíritu católico, idea que los protestantes
siempre cuestionaron, entró sin duda en crisis en estos últimos
años. Ante esta realidad, la Iglesia Católica, optó por las
explicaciones ideológico-políticas, asumiendo el viejo y falaz
planteamiento de que la presencia de los grupos protestantes
carecían de autenticidad, toda vez que miraba en ello a la expansión
de los intereses de los Estados Unidos en la región. Esta explicación
ha originado lo que el Dr. Samuel Escobar ha llamado "la nueva
leyenda negra".1
En países como Guatemala y Brasil, por citar sólo dos ejemplos,
la presencia protestante adquirió niveles de aceptación muy altos.
El protestantismo sobresale aún en países donde la fuerza es
numéricamente muy pequeña, como en el Perú y Venezuela. Aquí
hay que reconocer la labor que hacen las redes de cooperación
que trabajan por el crecimiento de las organizaciones e iglesias
protestantes. La proliferación de frecuencias radiales de los
protestantes y la proyección de empresas tendientes a instalar un
canal de televisión protestante en cada país, idea que ha ido
rápidamente cosechando éxitos, son expresiones de un movimiento,
que independiente del tamaño, es consciente de su mayoría de
edad.
¿Cuáles son algunos de los rasgos que caracterizan el
protestantismo que predomina en América Latina? Diríamos que
es un movimiento religioso que se concentra mayormente en las
áreas urbanas más pobres de las naciones, y que se compone
mayormente de mujeres. Es también un protestantismo donde
predominan los signos pentecostales y neopentecostales.2 En otras
palabras no solo es reciente el despegue del protestantismo como
movimiento, sino que ha sido inspirado y dirigido por nuevas
expresiones denominacionales. Destaca en ello el estancamiento
de las iglesias pioneras que introdujeron el protestantismo en la
región. Son muchas las razones que podrían explicar este
fenómeno. Una de ellas es la incapacidad de estas iglesias en
misionar en ambientes de crecida pobreza y de inestabilidad social
y política.
vida y pensamiento 16,2
173
2. Impacto social de la religión
Es un hecho que los efectos de esta religión en los individuos
que la adopten es positivo desde todo punto de vista. La presiones
sicológicas como materiales que impone un mundo de pobreza
son muchas y grandes. Basta con acercarse a una familia, después
de su incorporación a una de las iglesias protestantes, para ver lo
que eso significa en el bienestar de todos sus miembros. Pero esta
repercusión es básicamente individual y no social, a menos que
queramos decir que toda incidencia individual tiene en última
instancia implicaciones sociales. No se puede negar que esta
afirmación tiene mucho de verdad, pero por otro lado hay que
reconocer que en mucho es equívoca.
La realidad de América Latina como en otros contextos del
mundo pobre muestran que el mensaje espiritual que predican las
religiones no necesariamente trae mejorías a nivel social y político.
En ocasiones lo que parece ser cierto es más bien lo contrario. El
mundo puede afianzar sus estructuras de maldad, "sus principados
y potestades", en medio de una realidad de gran euforia religiosa.
En estas latitudes las iglesias se han consolidado al lado de
estructuras de poder cada vez más sólidas que defienden los
intereses de unos pocos, y que excluyen y destinan a muerte un
gran sector de la población. Para ponerlo en otros términos: un
sistema necrofílico avanza triunfantemente en un terreno donde
también avanzan sistemas religiosos que predican un mensaje
espiritual de vida.
Esta paradoja ilustra sin duda las limitaciones de la religiosidad
protestante que hoy toma fuerza en el continente. ¿Cuál es la
relación entonces que establece esta religión con la cultura y la
sociedad? ¿Representa este mensaje una justificación religiosa
de la sociedad que el sistema unipolar dominante quiere instaurar,
o es portador de un mensaje profético, que por estar basado en la
vida y "vida abundante" que viene de Dios, denuncia las bases
materialistas del mundo actual? La iglesia no puede obviar este
tipo de preguntas.
174
vida y pensamiento 16,2
3. La dualidad
en la percepción del mundo
En estas latitudes el acercamiento a la sociedad, por parte de
los protestantes, ha dependido mucho de la concepción del mundo
y de la sociedad que ha inspirado a los cristianos. Para decirlo en
términos bíblicos ha sido difícil distinguir entre el "cosmos" como
la creación de Dios y el "cosmos" como realidad de pecado o como
el sistema dominante que vive enajenado de Dios.3 En la práctica
no se ha sido capaz de amar el mundo que "Dios amó hasta lo
sumo.4 Parece que se ha confundido la realidad del mundo como
escenario de Dios (la creación, todo lo creado) con la realidad de
pecado, que las Escrituras invitan a rechazar y a combatir.5
La relación del cristianismo latinoamericano con la sociedad
mucho dependerá de la manera como los cristianos descifren este
llamado de Cristo, algo esquizofrénico por cierto: amar y odiar a la
sociedad (el mundo) a la vez. La incomprensión de esta tensión
puede llevar a los cristianos a expresar poco o nada de interés en
conocer la obra de Dios en la creación misma (su creación), y
consecuentemente a alejarse del mundo real. De esa manera se
niega que el mundo es el único lugar o escenario, donde los
cristianos dan razón de su fe. La distinción marcada y a veces
antagónica entre la esfera material y la espiritual, que caracteriza
al protestantismo latinoamericano, ha sido un verdadero obstáculo
para entender de manera creativa la inserción del cristianismo en
la sociedad.
Un juicioso discernimiento del mundo como creación de Dios y
no sólo como realidad de pecado, es fundamental para romper con
todo dualismo que pretende hacer de la iglesia un ente aislado,
que vive a la defensiva del mundo de pecado, y que no es consciente
de su responsabilidad profética en medio de él. Con ello se hace
realidad la oración de Jesús cuando pidió al Padre que no quitara a
los discípulos del mundo, sino que los guardara del mal.6 Entendida
esta realidad de un mundo en la que rigen los principios del mal y
la de una creación divina, que aunque dañada, no deja de reflejar
vida y pensamiento 16,2
175
la grandeza y bondad de Dios, es deber de la iglesia definir su
misión en la historia, en la sociedad y no fuera de ella.
Vivir ensimismadas es una de las tentaciones más sutiles que
hoy afectan a las iglesias cristianas latinoamericanas. El peligro de
esta tentación radica en el hecho de que las iglesias y el mensaje
cristiano pueden llegar a convertirse en un valor más para la
sociedad, al lado de otros valores, sean éstos negativos o positivos.
Quizás esto nos ayude a entender la relación paradójica que existe
entre el gran crecimiento del protestantismo y el extraordinario
aumento de la descomposición social y moral que al mismo tiempo
se ve en las sociedades latinoamericanas. La influencia de las
iglesias es cada vez menor fuera de las cuatro paredes o los lugares
de reunión; su autoridad es cada vez menos reconocida en el campo
social y civil. De allí que no se tiene claro lo que significa ser cristiano
en una sociedad socavada en sus propias bases por el materialismo.
4. Un viejo problema
La historia de la iglesia, desde sus orígenes hasta hoy, ha
mostrado lo complicado que ha sido para los cristianos entender
teológicamente la dualidad del mundo: como una realidad sostenida
por la providencia de Dios, y por ende escenario de la acción divina;
y como estructuras de pecado, que no sólo se distancian de los
propósitos de Dios, sino que buscan destruirlos. La influencia del
pensamiento filosófico griego en los primeros cristianos fue factor
importante que contribuyó a opacar las implicaciones históricas de
aquellas palabras de Jesús cuando le pidió a sus discípulos que
debían de ser sal y luz en el mundo.7
A partir del reconocimiento de Constantino, la iglesia cristiana
se insertó en el mundo, pero sin ver en él a un sistema de
dominación, arriesgando así su carácter peregrino en la sociedad.
Ante esto no faltó quien protestara contra una "iglesia establecida",
dispuesta a disfrutar las ventajas del orden establecido o "cosmos".
Entre estos destacan algunos monjes, quienes con su huida del
mundo pasaron de una actitud inicial de protesta, a la creación de
176
vida y pensamiento 16,2
un sistema monacal o de alejamiento sistemático del mundo, al
que tildaban de malo e irredimible. Hasta finales de la Edad Media
la alternativa fue entonces prácticamente entre el cesaropapismo
o el servicio al sistema dominante y la huida o abandono total del
mundo. Aquellos que buscaron vías, afuera de estas opciones,
intermedias fueron castigados duramente tanto por las autoridades
civiles como las eclesiásticas. Los grupos milenaristas, con su crítica
religiosa de la sociedad y del encarcelamiento de la iglesia en ella,
fueron de los grupos que sufrieron.
Con su rechazo de la vida monacal, los reformadores
protestantes del siglo XVI contribuyeron a recuperar en el
cristianismo la idea de la creación y de la sociedad como espacio
de la actividad de Dios. El ascetismo mundano o laico del que habló
Calvino significó una ruptura con una tradición medieval que
despreciaba el mundo y favorecía una espiritualidad "fuga mundi".8
Sujetas al cambio como están todas las ideas, especialmente
después de la muerte de sus gestores, este activismo cristiano en
la sociedad (espiritualidad intramundana), que se alimentó de la
perspectiva calvinista de la sociedad, degeneró en extrañas
ideologías opresoras.9 Desde el momento en que la experiencia
de fe legitima o se asocia con formas sociales opresoras, pierde
toda autenticidad y legitimidad. Fue lo que sucedió con la tradición
protestante fuera de Europa. Sin embargo, a pesar de las
ambigüedades que caracterizaron la Reforma Protestante, no se
puede dejar de reconocer que dicho movimiento tuvo implicaciones
sociales y políticas muy positivas en una gran parte de la Europa
de entonces.10
Pero este no fue el protestantismo que llegó a estos países.
Aquí el "evangelio" protestante raras veces ha reflejado las
repercusiones sociales positivas que se le han atribuido a los
reformadores del siglo XVI. La versión norteamericana de la
Reforma, que es la que llegó a estos países en el siglo XIX, no
incorporó una relación positiva del cristianismo con la sociedad, en
lo que respecta al desafío del orden dominante. Esto era en realidad
imposible en un contexto donde la expansión del cristianismo en
vida y pensamiento 16,2
177
campos misioneros,11 era movida básicamente por una
preocupación centrada en la conversión de "paganos".
Cuando el protestantismo, en el mejor de los casos, buscó re-
sponder religiosa y teológicamente a las demandas de la sociedad,
no pudo distanciarse de los grupos de poder, o de una emergente
clase social que aspiraba el control social que otrora era de los
herederos de los conquistadores. Un ejemplo es el apoyo que los
protestantes dieron a las élites políticas liberales que desde el final
del siglo XIX empezaron a tomar control del poder que en épocas
pasadas le había pertenecido a la aristocracia ligada al orden colo-
nial español.12 Ello fue claro en la visión social de la mayoría de los
protestantes que se ligaron al movimiento que representó el Comité
de Cooperación en América Latina (CCLA) que desde sus orígenes
trabajó por hacer del protestantismo una fuerza viva y autóctona
de América Latina.13
Desde una óptica protestante se podría argumentar que hasta
1960, la relación del cristianismo con la sociedad se movió en
términos generales, entre la identificación con las estructuras
sociales y la huida del mundo como una realidad mala, siendo esto
último por supuesto, el rasgo que más predominara. Después de
1960 hubo expresiones religiosas que ampliaron las opciones al
respecto, aunque no modificaron sustancialmente la problemática.
En el protestantismo aparecieron corrientes que se plantearon,
diríamos de una manera más reformada una lectura cristiana mucho
más seria de la realidad social, que desafió a los cristianos a
participar activamente en ella.14
Iglesia y Sociedad (ISAL) generó una dinámica muy interesante
en este respecto.15 Con un enfoque aún más claro que ISAL en la
comprensión de la realidad social y en la acción cristiana en la
sociedad, emergió después la teología de la liberación. Si se puede
decir, no sin temor de caer en simplismos, que ISAIL se acercó a la
versión reformada del protestantismo, habría que apuntar entonces
que la teología de la liberación se manifestó más en la perspectiva
anabautista de la Reforma.16 Esta reinterpretación de la fe cristiana
que representó la teología de la liberación modificó en mucho el
marco religioso del continente.
178
vida y pensamiento 16,2
Por primera vez en la historia del cristianismo latinoamericano
aparece una teología con una visión radical del cambio social, en
la que los cristianos son llamados a jugar un papel protagónico en
el cambio social. Pero la historia se repitió. Al igual que con los
anabautistas del siglo XVI, los jerarcas eclesiásticos y los
gobernantes políticos latinoamericanos encontraron suficientes
razones para excluir de sus parroquias todo representante de la
teología latinoamericana. Sus oponentes, amparados en un
supuesto aislamiento del mundo político, consideraron peligrosa
tal percepción de la fe cristiana. Lo irónico de esta actitud es que
defendía la influencia exclusiva en la sociedad de las concepciones
políticas y religiosas de los sectores poderosos.
Los cristianos radicales, por el otro lado, no se percataron de
que estaban asimilando una idea del mal reducida exclusivamente
al mal social, muy propio de la izquierda política.17 Por otro lado
sectores protestantes que teóricamente rechazaron el mundo por
su corrupción, se vieron en gran medida vinculados con opciones
políticas de derecha. El caso típico de esto se manifestó en Guate-
mala con el General Efraín Ríos Montt. Este personaje logró
movilizar a un gran sector del protestantismo, que creyó que para
establecer una sociedad mejor, era necesario tener un presidente
protestante. La experiencia, sin embargo, resultó trágica, y mostró
lo peligroso que es cuando "cruzados" unen sus fuertes creencias
religiosas con aspiraciones políticas.
5. Nuevos acercamientos a la sociedad
Lo anterior nos lleva a la iniciativa de líderes protestantes que
vienen animando la creación de partidos políticos evangélicos en
distintos países de la región. La formación de estas nuevas fuerzas
políticas, un fenómeno que es por cierto muy reciente entre los
protestantes, y que recibió mucho impulso en esta década, refleja
un intento de parte de los cristianos protestantes por tomar más en
serio la relación del cristianismo con la cultura y la sociedad.
Conscientes de la importancia electoral que tienen estas "minorías"
protestantes, los sectores políticos tradicionales han tratado por
vida y pensamiento 16,2
179
todos lados de capitalizarles. Esto en parte es lo que según el Dr.
René Padilla ha hecho que los evangélicos pasaran en algunos
países "de la marginación al compromiso".18 La campaña electoral
en el Perú que llevó al poder a Fujimori en 1 990 demostró la fuerza
de una minoría religiosa protestante. Algunos analistas protestantes
peruanos valoraron este encuentro entre los evangélicos y la política
como un hito histórico tanto para la vida social del Perú como para
la presencia protestante en esa nación.19
Los líderes de partidos evangélicos, por su parte, han preparado
una plataforma política que busca atraer en primer lugar, aunque
no exclusivamente, ese gran sector religioso que se identifica con
sus inclinaciones religiosas. La experiencia indica que estas
iniciativas han logrado muy poco en sus intentos por alinear en sus
filas a esa fuerza electoral protestante.
Las bases protestantes hasta la fecha continúan mostrando sus
reservas con las inclinaciones políticas de quienes basan sus
enfoques sociales en presuposiciones religiosas confesionales.
En lo que respecta a campañas presidenciales Guatemala sigue
siendo una importante excepción de esta regla. Allí un importante
sector del protestantismo mostró una gran simpatía y euforia,
expectativa que hoy está cada vez más en proceso de extinción,
con líderes políticos evangélicos, como el General Efraín Ríos Montt
y Jorge Serrano Elias.
Estas figuras usaron abiertamente la religión protestante, en su
rama neopentecostal, para lograr sus intereses electorales. El
resultado ya lo conocemos: lo que se esperaba no vino. Regímenes
con pretensiones teocráticos, por más bien intencionados que sean,
no solo están incapacitados para resolver los graves problemas
que enfrentan las sociedades latinoamericanas, sino que están
propensos a introducir nuevos elementos de inestabilidad social.
En estas circunstancias es fácil confundir la defensa del bienestar
nacional con los intereses de una religión en particular. La acción
de estos evangélicos en la política preocupó tanto a ciertos sectores
de la Iglesia Católica, que no faltó quien viera venir una verdadera
guerra religiosa en Guatemala. Este es un peligro latente en una
180
vida y pensamiento 16,2
región donde la religión cristiana ha sido caracterizada por una
gran intolerancia contra quienes, aún dentro de las mismas
denominaciones cristianas evangélicas, abrazan interpretaciones
distintas de las de sus dirigentes.
Alberto Mottessi, evangelista internacional muy influyente entre
los pentecostales latinoamericanos, es en este momento uno de
los mayores propulsores de la participación de los cristianos
evangélicos en el mundo de la política.20 La experiencia de Bosnia
es una lección que hoy alerta al mundo entero sobre los peligros
que existen cuando las religiones prestan sus nombres para
alimentar conflictos sociales en las naciones. La experiencia Ríos
Montt debe ser estudiado cuidadosamente por aquellos que
pretenden usar la religión como punta de lanza para fines políticos.
El haber nacido de nuevo, religiosamente hablando, y la buena
conducta moral, no son un garantía suficiente para quien pretende
dirigir los destinos de una nación.
La historia moderna enseña que la mezcla de religión y política,
en el ejercicio del poder, solo trajo efectos negativos a las naciones.
La historia de la Iglesia Católica latinoamericana, por su parte, ha
vivido experiencias ejemplarizantes, que los protestantes deben
estudiar y aprender de ellas. Hay que aprender, por ejemplo, de los
procesos que animaron la creación y acción de los partidos católicos
que buscaron tomar el poder político, para afianzar sus propias
instituciones y la visión de un modelo político que defendía a la
iglesia como agente rector de la vida social en el siglo XIX y parte
del XX.
Hay entonces riesgos muy peligrosos en los afanes de los
políticos evangélicos que buscan construir teocracias de tipo
protestante. Pero estos peligros que acechan a los partidos políticos
evangélicos tienen su lado positivo. La experiencia misma de estas
tendencias dan testimonio del avance que ha experimentado un
sector del pensamiento cristiano protestante conservador en lo que
respecta a la participación del cristianismo en la sociedad. Se está
ante la presencia de un intento por movilizar un importante sector
de la población que de lograr desarrollar una conciencia cívica y
vida y pensamiento 16,2
181
política, podría convertirse, en el marco de las fuerzas actuales de
poder, en un nuevo y muy decisivo agente social.
Para eso es importante primero preguntarse sí los principios
religiosos que animan estos esfuerzos son capaces de contribuir
cualitativamente a forjar una sociedad distinta. O si será solo una
fuerza más que no ve la necesidad de cuestionar los fundamentos
de la sociedad dominante. Para evitar caer en esto último, será
necesario que los evangélicos se vayan familiarizando con la
existencia de un pecado estructural y esforzando por discernir las
repercusiones sociales de una sociedad teológicamente alejada
de Dios. Sí hay que reconocer que la izquierda política erró al
limitar, como se apuntara antes, la concepción del mal a un asunto
meramente social; también se debe admitir que el cristianismo en
América Latina ha caído en el otro lado del problema: ha ignorado
la existencia de una realidad de pecado que se manifiesta en las
estructuras sociales y políticas. La calidad de la presencia
protestante a nivel social y político también dependerá del
reconocimiento de que su influencia no necesariamente depende
de su arribo al poder, sino de su posición como servidora.
6. Una relación sana con la sociedad
Las expectativas sociales en estos países han cambiado
sustancialmente desde la caída del comunismo. Hoy se vive en un
mundo unipolar, donde el sistema dominante se siente victorioso,
pero que a pesar de ello, no sabe que alegría en sí eso trae. La
victoria es entonces pírrica. Para la inmensa mayoría de pobres
que poblan este continente eso más bien les trajo mayor angustia,
ya que empeoró sus condiciones de vida. A esto se suma el
agravante de que los movimientos sociales y los partidos políticos
que actuaban como freno de la codicia de las clases poderosas
perdieron toda vigencia. Ante ello se ha soltado un capitalismo
salvaje, como algunos economistas han llamado a éste sistema
económico omnipresente que domina las relaciones de producción
en el mundo entero. Los recortes en los programas sociales que el
182
vida y pensamiento 16,2
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial le están exigiendo
a estos países, no dan lugar para ningún tipo de optimismo. En
parangón con la historia de Israel, pareciera que el faraón ha
emprendido la persecución rumbo a la destrucción final. Esto es lo
que a simple vista se ve. ¿Cómo entonces va a actuar la iglesia en
ese contexto? Los esquemas maniqueos que antagonizan la iglesia
con el mundo, como pretexto para huir de él, es poco lo que
contribuye. Pero tampoco ayudaría una posición participativa en la
sociedad, en donde ingenuamente se idealice la capacidad creadora
de las fuerzas humanas, evitando reconocer que toda acción resulta
ineficaz, sino está sostenida y animada por la presencia salvífica
de Dios.21
La certeza de que Dios es el Señor de la historia humana le
recuerda a la iglesia de donde viene su fuerza espiritual. La utopía
de la iglesia estará siempre en el futuro, en el "f uturo de Dios" cuando
el sufrimiento desaparezca de una vez y por todas.22 Ese futuro
sin embargo no busca negar el presente por trágico que sea, por
el contrario, el presente se siente impulsado hacia esas calidades
humanas del futuro de Dios. Jehová no sólo fue Señor de su pueblo
cuando estuvo en Egipto, ni sólo cuando habitaron la tierra
prometida. Fue también Señor en el peregrinaje del sufrimiento a
la tierra donde 'Huía leche y miel".
Entonces hay esperanza para el presente; la historia no ha
terminado, aunque pareciera que se está viviendo en su fase final.
De allí que mientras la iglesia asuma valientemente su función en
la sociedad y el mundo actual, no para anclarse en él como su
hogar permanente, su carácter peregrino y escatológico en medio
de él será cada vez más profético. La iglesia cristiana en América
Latina es hoy una las mayores señales de esperanza que tiene el
pueblo latinoamericano, aunque todavía no ha desarrollado todas
sus potencialidades como un pueblo extraordinario, que representa
el nuevo ser humano, justo y solidario, que viene de Dios.
La autoridad de la iglesia en la sociedad está entonces
relacionada con esa nueva realidad, con ese nuevo hombre y esa
nueva mujer; es decir con esa nueva creación que se abre paso en
vida y pensamiento 16,2
183
un mundo donde también se está construyendo una nueva
antropología, un nuevo ser humano sin alma y sin corazón. Nos
alienta, sin embargo, el hecho de que las fuerzas del mal, los
principados y las potestades, no son mayores que las del bien. Las
fuerzas demoniacas que operan en las estructuras sociales y
económicas, que se han encargado de hacer del capital y del
mercado un dios que reclama todas las energías, no son más
poderosas que el Dios de la vida, creador y sostenedor del mundo
y la tierra. Por eso es que el tema de la desesperanza no puede ser
una palabra que domine vocabulario de los cristiano.
Jesús es el ejemplo de que no hay muerte sin resurrección. Lo
que se espera ver es la capacidad de la iglesia de hacer de la
experiencia de la esperanza una prédica real orientada a afectar la
vida diaria de quienes la viven. La autoridad de la iglesia en la
sociedad le exige precisamente testificar, con su propio ejemplo,
que es efecto una comunidad representante y portadora de valores
distintos de los que rigen el "cosmos" o sistema dominante. La iglesia
pretende hacer realidad los valores bíblicos de humildad y servicio
en contraste con los afanes que más aprecia el mundo.
Los cristianos por otro lado han de tener claro que su vida está
en confrontación con un esquema de valores del que no sólo tienen
que alejarse, sino que también son llamados a combatirlo. Entre
más explícito sea la confrontación del "cosmos" en la vida de la
iglesia y los cristianos, mayor será la contribución en la sociedad.
Lo extraño es que a veces no solo no se quiere asumir este espíritu
de confrontación con el mundo de pecado, sino que más bien se
da de parte de la iglesia una especie de acomodamiento a "este
siglo". Se quiere exhibir el poder y no la debilidad: el gran crecimiento
numérico, las redes de televisión cristiana, etc. Se quiere en otras
palabras estar a la par del éxito y del progreso, expresándose así
una iglesia que tiene todos los rasgos de la cultura de finales del
siglo XX, y poco del cristianismo del primer siglo.
184
vida y pensamiento 16,2
7. La Iglesia en la cultura
Dada la brevedad de mi participación, me gustaría centrarme
básicamente en el aspecto de la creatividad como factor esencial
de toda cultura. Por ello entiendo la capacidad de la iglesia cristiana
para repensar su existencia y la de sus miembros a partir de los
nuevos desafíos que la historia humana va presentando. Tiene que
ver como diría Tillich con la habilidad de colocarse "más allá de
aquello que le viene dado".23 Se relaciona con el reconocimiento
de su propia responsabilidad en la construcción de un modelo que
no necesariamente es el mismo de ayer. Pero trascender el legado
que la ha moldeado a través de los tiempos, le exige a la iglesia
también distinguir tanto lo bueno como lo mano de esa herencia.
En otras palabras la invita a aprovechar aquellos fundamentos que
provienen del cristianismo bíblico, así como a cuestionar las
adiciones culturales exógenas, relacionadas con las percepciones
nacionales de las personalidades que trajeron el protestantismo a
estas tierras.
Es en síntesis el autoexamen que la iglesia debe hacerse para
conocer mejor su actuación en la sociedad. Esto es algo complicado
si se reconoce que el protestantismo en América Latina continúa
en gran medida siendo una religión que se ha desarrollado en
oposición a la teología. Es un movimiento pendular que en esencia
se basa en paquetes doctrinarios que deben ser transmitidos y
recibidos, o en su lado contrario por experiencias emocionales
donde la racionalidad aparece como un peligro. Ambos
generalmente dependientes de autoridades religiosas exógenas y
foráneas.
Los mismos cambios que a nivel doctrinal se notan en el
protestantismo de los últimos años vienen de afuera de América
Latina; son copias de experiencias religiosas de iglesias
mayormente de los Estados Unidos. Destaca en esto, por ejemplo,
la danza en las liturgias de los cultos, la llamada risa santa, así
como la teología de la guerra espiritual y de la prosperidad, y otras
expresiones religiosas. Ninguna de estas corrientes o ideas nuevas
tiene su origen en América Latina.
vida y pensamiento 16,2
185
La experimentación teológica es todavía un asunto que a los
protestantes latinoamericanos les está vedado. Se puede notar en
muchos sentidos el sello propio del latinoamericano en la poesía,
el teatro, la literatura, y otras áreas. Sin embargo a nivel teológico
lo latinoamericano está casi ausente. La oposición librada contra la
teología de la liberación es una muestra de ello. Como he dicho en
otros momentos, un protestantismo autóctono le caracterizará su
creatividad teológica, aún y cuando esto implique el riesgo de incurrir
en errores.
En segundo lugar el tema nos lleva a afirmar que el cristianismo
ha de ser ante todo una religión anticultura, en el sentido de que
está fundada en valores distintos a la cultura dominante, y por lo
tanto vive en constante oposición a ella. Pero en otro sentido es
procultura toda vez que busca implementar su influencia a partir
de la realidad de esa cultura, y no de otra.
Vigilantes de que no se diluyan sus bases teológicas, los
cristianos deben arraigarse en cada cultura y dejarse moldear en
las formas por lo bueno de ella. Esto conlleva entonces la
responsabilidad de conocer bien los rasgos que conforman la cultura
dominante y la explicitación de los valores alternativos que la iglesia
cree y vive. En otras palabras el cristianismo, al igual que cualquier
otra religión, se expresa en la cultura.
El tema nos sugiere varias preguntas: (1) ¿Hasta qué punto el
protestantismo ha querido hacer tabla rasa con las culturas
latinoamericanas? ¿Tienden los protestantes a valorar estas
culturas como totalmente malas? ¿Cuándo el protestante
latinoamericano dejará, en el mejor de los casos, de ser un
ciudadano sin un referente cultural que lo identifique con su nación,
y un ciudadano, en el peor de los casos, apegado a a los valores
de una cultura que no es la suya? Es importante plantearse estos
interrogantes con toda honestidad, si es que se quiere actuar
responsablemente en la cultura y la sociedad. Reconocer que el
protestantismo está llegando a ser parte del ser latinoamericano
no es suficiente para dar respuesta a ellas.
186
vida y pensamiento 16,2
Creatividad e identidad serán entonces ingredientes básicos en
la relación del cristianismo protestante con la cultura y la sociedad.
Capacidad intelectual para emprender ello no falta en este
continente. De lo que se adolece es del reconocimiento, la libertad,
y sobre todo la tolerancia de parte de una dirigencia religiosa que
percibe toda nueva percepción teológica como un peligro para el
status quo.
Conclusión
El cristianismo no puede expresarse sino es en medio de la
sociedad y la cultura. Esta es una verdad de perogrullo que se
aplica a cualquier contexto geográfico. Lo que varía es el rostro
que adquiere en las sociedades, el cual no puede ser el mismo en
todas partes. Aquí es donde está una de las mayores pruebas del
protestantismo latinoamericano: no entregarse a una cultura que
tiene mucho de malo, ni tampoco huir como si toda ella fuera mala.
La función de la Iglesia en la sociedad y la cultura es la de ser
sal y luz en el mundo.
Notas
1. "Según esta leyenda, el crecimiento numérico inusitado del
protestantismo, especialmente del sector evangélico y
pentecostal, en el mundo latinoamericano, se debería a vastas
sumas de dinero provistas por la CIA, y a un plan de penetración
imperialista guiado por sectores de la derecha política
norteamericana. Los evangélicos serían aliados de las peores
tiranías del continente y cómplices de graves delitos contra los
derechos humanos. Samuel Escobar, "¿Se revisa la nueva
leyenda negra?" en Pastoralia Año 13. No. 27, (San José:
CELEP, 1991), p.70.
2. El término "neopentecostal" designa a un sector de iglesias
que no se identifica ni con las llamadas iglesias históricas ni
con las denominaciones clásicas pentecostales, a pesar de la
vida y pensamiento 16,2
187
mucha afinidad que hay con éstas últimas. Es un movimiento
que tiende a autodef inirse como una renovación del
pentecostalismo en muchas de sus prácticas y creencias. Gran
parte de las mega-iglesias que hoy sobresalen en el movimiento
protestante se identifican a si mismas como neopentecostales.
En Guatemala existe un incluso un interesante institución
teológica que busca responder a las necesidades de este tipo
de iglesias, como lo es el Seminario Teológico Neo-Pentecos-
tal.
3. Estos conceptos están basados en la sección "Naming the
Domination System" de la obra de Walter Wink, Engaging the
Powers. (Minneapolis, Fortress Prez, 1992), pp.51-63.
4. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo
a condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él".
(Juan 3.16 y 17).
5. "No améis al mundo ni a las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del padre no está en él. Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos
oe los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que
hace la voluntad de Dios permanece para siempre" ( 1 Juan
2.15-17).
6. "Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque
no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo" (Juan 17.14-16).
7. "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciera.
Con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser
echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
encender. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,
sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en
casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos" (Mateo 5.13-16).
8. Max Weber desarrolla extensamente este aspecto en su libro,
La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo, tr. José
Chavez M. (México, 1981).
9. Róger Bastide nos ayuda a entender esto con su obra El
Prójimo y el Extraño (Buenos Aires, 1970). El capítulo titulado
"Calvinismo y Racismo" es muy revelador. También en este par-
ticular es muy interesante el libro de Juan A. Ortega Medina, La
Evangelización Puritana en Norteamérica. (México, 1976).
188
vida y pensamiento 16,2
10. El teólogo estadounidense Richard Shaull llegó incluso a
ver ciertas similitudes entre el movimiento protestante del siglo
XVI y la corriente teológica latinoamericana que emergió desde
los 70s. Ver su obra The Reformation and liberation theology
(Westminster, 1991)
11. Las misiones protestantes se refirieron con este término a
las regiones como América Latina donde no había llegado
todavía el protestantismo.
12. Una buena fuente al respecto es la obra de Jean Pierre
Bastián Protestantes, liberales y francmasones .Sociedades de
ideas y modernidad en América Latina, siglo XIX, Jean Pierre
Bastián (Editor) (México, 1990)
13. Este tema lo desarrollo un poco en mi tesis doctoral
intitulada, Latín American Protestantism from the Neglected
Continent to the Continent Of Oportunity: Han assessment Of
the Justification for Protestant Expansión in Latin America, 1894-
1960. Faculty Of Theology Of the University Of Edinburgh, Scot-
land, 1993.
14. El término "reformado" lo uso aquí en el sentido que le dieron
los escritores del proyecto de investigación que dio a luz el libro
Let my people Uve: Faith and Struggle in Central América (Grand
Rapids, 1988). Para estos autores la definición de "reformado"
apunta más que todo a reforma, transformación; sin excluir por
supuesto la connotación que recibe el término de su trasfondo
eclesiástico y confesional (p.xiii).
15. Eso se puede ver en el libro publicado por ISAI, La
Responsabilidad Social del Cristiano (Montevideo, 1964)
16. Esta afirmación está en línea con la percepción del Dr. La
Verne Rutschman, quien vio factible una interacción de ambas
teologías: "por cuanto las dos teologías son liberadoras son
también revolucionarias" (p.45) de su módulo Anabautismo radi-
cal y Teología Latinoamericana. (San José: Seminario Bíblico
Latinoamericana, 1982)
17. Milán Opocensky, Secretario General de la Alianza
Reformada Mundial, ha señalado muy bien este problema como
una de las grandes problemas que afectaron al comunismo.
"Filosóficamente hablando [una de las principales debilidades],
consistió en su optimismo infundado y en la ingenuidad respecto
del mal absoluto. ..No es suficiente ver el mal tan solo, o
prioritariamente, en relación con el mal social. Los aspectos
sutiles y diversos del mal fueron minimizados por el comunismo.
Ello tuvo consecuencias fatales en el manejo del poder". UP
DATE, Alianza Reformada Mundial. Marzo 1995, Vol.5 Número
1, p.2.
vida y pensamiento 16,2
1S9
18. C. René Padilla, (Compilador) De la margmación al
compromiso: Los evangélicos y la política en America Latina.
(Buenos Aires: Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1991)
19. "Se ha dicho que la historia de los evangélicos en el Perú
tendrá que entenderse como la historia de los evangélicos an-
tes y después del 'fenómeno Fujimori'. Hay mucho de verdad
en esto, ya que la participación de los evangélicos en forma
masiva y decisiva en las elecciones generales de 1990 ha
cambiado no sólo el panorama político del Perú sino también
los rasgos de la presencia evangélica en el país. Víctor Arroyo
y Tito Paredes,
"Perú: los evangélicos y el fenómeno Fujimori'" en Ibid, p.89.
20. Motessi fue no de los principales oradores del Encuentro 95
que reunió recientemente en Miami a centenares de políticos
evangélicos con el objetivo de "trazar lineamientos para la acción
gubernamental desde una perspectiva bíblica" Maráñala,
(Periódico evangélico en Costa Rica) Año 12, No. 165.
21. Va le la pena mencionar lo que el teólogo evangélico
holandés Dr. Jan A. B. Jongenel le dijera a al Dr. Billy Grahan
cuando este último endosara la decisión de George Bush de
atacar a Irak en 1991: "El Nuevo Testamente no posee ni un
solo versículo que legitime la idea de una guerra justa... tampoco
incluye una oración de nuestro Señor, hecha con representantes
de la administración de Roma, con el fin de mantener la ley y el
orden en el Imperio, ni una oración con los judíos celotes
pidiendo el éxito de una revuelta contra los ocupantes romanos".
Citado en Pastoralia. No. 27. Año 13 (1991), p.12.
22. "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá
muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor..." (Apoc. 21.4).
23. Alfonso Garrido Sanz, La Iglesia en el Pensamiento de Paul
Tillich, (Salamanca, 1979), p.260.
190
vida y pensamiento 16,2
Indice cumulativo
Volúmen 10,1 1990
Hacer teología latinoamericana desde raíces protestantes
Alvarez, C. "La iglesia en diáspora" de Richard Shaull: un
aporte protestante a la teología de la liberación
Araya.V. Dando razón de nuestra esperanza
Bakker, I. Hacer cristología en un seminario latinoamericano
y protestante
Barrera, R Hacia una espiritualidad evangélica contextual a
partir de Romanos 8
Brun.W. ¿Teología anabautista de la liberación, o
liberación de la teología anabautista?
Kater, J. Hacia una teología protestante de la liberación:
aportes anglicanos
Shaull, R. Teología de la liberación y Reforma protestante:
continuidad y ruptura
Tamez, E. Justificación por la fe como afirmación de la vida:
relectura desde América Latina
Waldrop, R. Experiencia pentecostal: realidad y posibilidades
43
85
71
54
18
33
14
67
Volúmen 10,2 1990
Educación teológica hacia el año 2000. El SBL y su progreso
CMI-SBL. Evaluación de la educación teológica
por extensión: opción por el cambio. 40
Cuerpo
docente SBL. Educación teológica como afirmación de la vida:
un modelo de Educación Teológica Diversificada. 27
Fonseca, N. Una experiencia de educación teológica abierta. 70
Kinsler R. Educación teológica diversificada e integrada en
el Seminario Bíblico Latinoamericano. 68
Kinsler R. Educación teológica por extensión: una visión y
un movimiento. 56
Duque J. Cantar la esperanza. 14
Duque J. El SBL en el camino de la esperanza: un nuevo
modelo de educación teológica. 35
Rodríguez R. La mujer latinoamericana en la educación
teológica: retos y desafíos. 46
Ruíz A. Realidad latinoamericana y educación teológica. 5
vida y pensamiento 16,2
191
Volúmen 11,1 1991
Conquista y evangelización
Borjas, B. Hacia una lectura de los 500 años de la conquista
desde la perspectiva del género 55
Cutimanco, G. Racismo en la Biblia: un acercamiento bíblico-
exegético a la segreción racial de los pueblos
indoamericanos 19
Fallas, O. A 500 años reencontraremos la esperanza 5
Ferguson, C. Disculpa, perdón y reconciliación. Un tiempo
para "hablar desde la amargura". Un tiempo
para la solidaridad 10
Foulkes, R. ¿Qué significa perder la patria? 26
Kinsler La evangelización de América Latina 13
Ordoñez, J. La evangelización desde la perspectiva de los
"vencidos". El desafío del pueblo indígena a
la Misión de la Iglesia 62
Ortega, H. Abya-yala reverdecerá 72
Tamez, E. Quetzalcóatl y el Dios cristiano: alianza y
lucha de dioses 31
Volúmen 11,2 1991
Conflicto y unidad en la Iglesia
Cook, G. Conflictividad social y eclesiológica:
las comunidades eclesiales de base 59
Míguez, J. Conflicto y unidad en la iglesia 5
No vine a traer paz sino lucha 5
Es necesario que haya dimensiones 9
Los límites y el centro de la unidad 1 7
No como el mundo la da 25
La oikoumene ¿una casa dividida? 38
Apéndice: algunos apuntes sociológicos 50
192
vida y pensamiento 16,2
Volúmen 12, 1 1992
Cultura, resistencia y fe
Barrera, P. Religiosidad y resistencia andina: la fe de los
paganos. Reflexiones a la luz de Mateo 26
Chaj, J. El maíz: un paradigma teológico para la
pastoral indígena 5
Hutchinson, C. Fe y conquista desde una madre negra 44
Rozotto, M. Jesús y los mestizos: el caso de la samaritana 50
Seminario
integrado SBL. Fe cristiana y conquista 61
Volúmen 12, 2 1992
Hacia una espiritualidad de la liberación
Cantares Ofertorio 49
Esquivel, J. Espiritualidad de la liberación 7
El lugar del más grande amor 18
La casa de todos 28
La señal inequívoca 44
Foulkes, R. Lamento por los cristianos caídos 51
May, J. Entrevista con Julia Esquivel 50
Pagura, R. La tierra de Ixcanil 5
Volúmen 13,1 1993
Hacia una teología negra para América Latina
Andrieu, J. El negro venezolano y sus luchas de esperanza 14
Gray, M. Surgimiento y desarrollo de la teología negra 60
Hutchinson, C. Reflexiones de una Womanist centroamericana 40
Simpson, J. Salvación: una perspectiva negra-
afrolatinoamericana 47
Smith, D. Identidad y universalidad negra 5
Williams, L. ¿Por qué una teología negra? 24
vida y pensamiento 16,2
193
Volumen 13,2 1993
Setenta años de producción teológica
A raya. V.
El Evangelio de la vida: buena noticia
para los pobres
57
Brun.W.
Ecología social: oportuno paradigma para la
reflexión y la praxis por la vida en América Latina
92
Foulkes, R.
Jesús y el espíritu en la comunidad juanina
54
May, J.
Entre amigas
70
May, R.
Apuntes para un concepto campesino
de la justicia
117
Mora, E.
Liturgia: obra del pueblo
106
Pérez, A.
La biblioteca en la vida del SBL
124
Prieto. J.
Desarrollo histórico de la producción teológica
del Seminario Bíblico Latinoamericano
7
Volúmen 14, 1
1994
Teología y género: apuntes para un paradigma nuevo
Deifelt.W.
Teoría feminista y metodología teológica
9
Ingianna.Y.
Teología, liberación y paradigma de género:
apuntes en marcha para la reflexión colectiva
5
May, J.
Nicodemo y la samaritana
54
Melano, B.
Hermenéutica feminista. El papel de la mujer
y sus implicaciones
1 R
1 o
Radford, R.
Patriarcalismo y espiritualidad
34
La espiritualidad de la liberación feminista
41
La espiritualidad de Mujer-Iglesia
47
Volúmen 14,2
1994
Reconciliación
Barrera, P.
Hacer un banquete en el desierto
41
De Lima, S.
La tercera mejilla
56
May, J.
Por el bien de tu alma
62
May, R.
La reconciliación: exigencia ética y política
5
Mena, F.
Predicad el evangelio ¡¿de la paz?!
22
Myers, Ch.
¿Quién nos retirará la piedra?
50
194
vida y pensamiento 16,2
Volumen 15,1 1995
Relectura de la Biblia. Homenaje a Ricardo Foulkes
Araya, V.
El Dios de la luz
57
Bonilla, P
Vinos y odres o vestidos y remiendos
32
Foulkes, I.
"La ley sólo cuela los bichos pequeños" Pablo
y los pobres contra las cortes de Conrinto
107
Foulkes, R.
Entre la injusticia y la esperanza: escatología
en Jesús y Pablo
92
Jiménez, P.
La Gran Comisión. Una reflexión teológica
sobre la misión basada en Mateo 28.16-20
80
Mena. F.
El concepto acepción de personas en Santiago
y la búsqueda del poder al servicio de la vida
116
Prieto, J.
Entre Sergei Ramaninof y los Evangelios:
el peregrinaje de Ricardo Foulkes
7
Richard. P
Hermenéutica de la liberación
25
Sánchez, E.
"De los tales es el reino de los cielos".
La teología desde los niños
72
Stam, J.
Las sanciones económicas de la Gran Bestia
132
Tamez, E.
La fe en tiempos de sequía mesiánica. Para
meditar sobre el Eclesiastés
50
Volumen 15,2
1995
La Iglesia y nuevas perspectivas
Duque, J.
Eclesialidad de la Iglesia
49
Piedra, A.
Richard Shaull, precursor de la teología
latinoamericana
5
El protestantismo latinoamericano en tiempos
de pos-guerra fría
62
Shaull, R.
La Iglesia, crisis y nuevas perspectivas
La opción de la Iglesia por los pobres
8
La opción de los pobres por el pentecostalismo
24
En la búsqueda de nuevos caminos
37
Smith, D.
Pistas polémicas para una pastoral de fin
de milenio
73
vida y pensamiento 16,2
195
Volumen 16,1
Teología y literatura
Rivera, L. Mito, religiosidad e historia en la literatura y el
discurso teológico en América Latina y el Caribe 5
Mito, religiosidad e historia en Alejo Carpentier.
Los ritmos sagrados de los pueblos
afroamericanos 1 1
Entre el llanto y la luz. Imágenes bíblicas en la
poesía del exilio latinoamericano de León Felipe 47
Sierva María de Todos los Angeles. El amor y la
virgen endemoniada en GaDriel Garcia Márquez 84
Sháfer, E. Demonio, tambores y la razón moderna 116
ESTE LIBRO SE TERMINO DE IMPRIMIR
EN EL MES DE OCTUBRE DE 1996
EN LOS TALLERES DE SMITH & ASOCIADOS.
Vida y pensamiento 16,2
Noviembre 1996
Contenido
Presentación
Orígenes e importancia
del Congreso de Panamá
Protestantismo misionero
entre los quichuas
Fe cristiana y sistemas religiosos
ancestrales: urgencia de dialogo
interreligioso
Análisis de la relación Iglesia-Estado
en Guatemala (la cuestión jurídica
protestante)
Relación Estado-Iglesia y su
apertura al protestantismo en
Honduras
Matices históricos del protestan-
tismo en el Perú
Incidencias de la guerra de
El Salvador en el protestantismo
Iglesias Menonitas en América
Central: memoria de las CAMCAs
La participación de la mujer en la
Iglesia Apostólica de la fe en
Cristo Jesús de México
La realidad de España como
desafío para misioneros
evangélicos latinoamericanos
Lectura teológica del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional
Problemáticas de la educación
teológica protestante en
América Latina 1916-1996
El cristianismo en la sociedad y
la cultura latinoamericanas
Indice cumulativo
Arturo Piedra
Julián Guamán
Ismael León
17
29
Hermenegildo Méndez 41
Raúl Zaldívar 58
Catalina Santos 76
Roberto Saravia 86
Jaime Prieto 103
Concepción León 1 1 6
Julio Díaz 127
Francisco Limón 1 45
Ross Kinsler 1 57
Arturo Piedra 1 70
190